Por David Sánchez. X: @tegustamuchoelc (*)
El cine colombiano sigue destacando en la escena internacional gracias a talentos emergentes como Andrés Ramírez Pulido. Tras el éxito rotundo de “La jauría” (2022), que fue galardonada en la Semana de la Crítica en Cannes, Ramírez Pulido regresa con un cortometraje que mantiene la misma sensibilidad visual y narrativa que lo caracteriza. “1 hijo y 1 padre”, que ha sido presentado en el prestigioso Festival de Locarno, es una obra contemplativa que explora la compleja relación entre un padre y su hijo en un contexto de opresión y desesperanza.
Desde el primer fotograma, el cortometraje sumerge al espectador en un ambiente estático, casi como si estuviera observando una fotografía en lugar de una película en movimiento. Esta cualidad visual, que recuerda a una serie de bodegones, se establece desde la escena inicial, donde los padres y sus hijos escuchan atentamente a un instructor que les sugiere una terapia peculiar. Sin embargo, esta composición inicial se transforma rápidamente en un duelo íntimo entre padre e hijo, dejando a un lado a los otros personajes para centrarse en la dinámica central de la historia.
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Es importante destacar la colaboración recurrente entre Ramírez Pulido y Jhojan Stiven Jiménez Arboleda, el protagonista aquí y en La Jauría. Esta asociación continúa en “1 hijo y 1 padre”, donde el mismo intérprete asume el rol del hijo, reforzando así la relación creativa y de confianza que se ha establecido entre director y actor. Esta continuidad no solo aporta coherencia al trabajo de Ramírez Pulido, sino que también genera expectativas sobre futuras colaboraciones en proyectos más ambiciosos, como el próximo largometraje que el director está desarrollando.
A nivel temático, el cortometraje aborda cuestiones profundas como la paternidad, la adolescencia y el bullying, elementos que ya habían sido explorados en La Jauría, pero que aquí se presentan con un matiz diferente, más cercano. No obstante, a pesar de este tono más ligero, la película no deja de ser una obra profundamente reflexiva y emocionalmente intensa. El tratamiento de estos temas se ve enriquecido por la dirección de Ramírez Pulido, quien se esfuerza por capturar la esencia de sus personajes a través de una mirada observacional y poética.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
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