El martes 9 de julio, a las 19:00, con la presentación del libro “Historia, fotografía y guerra. Un estudio sobre las Fotografías de la Guerra contra la Triple Alianza” de María Belén Strassera y José Ignacio Sánchez Durán, iniciará en la Casa Bicentenario de las Artes Visuales “Ignacio Núñez Soler” (Azara 845 casi Tacuary), el ciclo dedicado a la historia de la historia de la fotografía en el Paraguay, donde destacadas investigadoras desarrollarán charlas y exhibiciones sobre el uso de imágenes en nuestro país.
A partir del libro “Historia, fotografía y guerra”, ambos investigadores trabajaron sobre los usos, las prácticas y las representaciones fotográficas de la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay (1864-1870), con el que reflexionan sobre los aportes y los límites de este tipo de documentos para los estudios históricos y culturales.
Por este trabajo recibieron el Premio a la investigación latinoamericana, otorgado por el Centro de Fotografía (CdF) de la Intendencia de Montevideo, además de otros en su país. La obra fue presentada en la última Feria Internacional del Libro - FIL Asunción, y es distribuida a nivel local por la Editorial Arandurã.
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Siguientes charlas
Con esta charla, la Casa Bicentenario de las Artes Visuales inicia el ciclo en el que se realizará un recorrido cronológico del uso de la imagen fotográfica en nuestro país. Hasta ahora es escasa la bilbiografía sobre la historia de la fotografía en nuestro país, por el que un objetivo principal es la contribución de unir las diferentes investigaciones que realizan, tanto historiadores como cientistas sociales, incluso coleccionistas, autores que desarrollan parte de su obra sobre los usos sociales de la fotografía y su arribo a nuestro país, en el siglo XIX. Nombres como Du Graty, Juan Estiene, Fulgencia Almirón, Louis de Bocard, Javier López, Manuel San Martín, Auguste François, entre muchos otros dedicados a la fotografía, con cuyo desembarco tenemos imágenes y relatos sobre sus trabajos y procesos.
Las presentaciones, además de Strassera y Sánchez, estarán a cargo de Juan Migliore, Milda Rivarola, Ana Barreto, Adriana Almada, Sebastián Scavone Yegros, Luis Vera, además de otras personas invitadas. Serán los martes de julio y agosto, a las 19:00, y los temas serán dados a conocer semanalmente.
La Casa Bicentenario de las Artes Visuales “Ignacio Núñez Soler”, es parte de la Red de Casas Bicentenario del CCR Cabildo, extensión cultural del Congreso de la Nación. Como su nombre lo indica está dedicada especialmente al campo de las artes visuales y audiovisuales, con espacios dedicados a la cinematografía paraguaya, así como a muestras temporales de arte contemporáneo. Fue habilitada el 3 de abril de 2013, en el marco de las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia Nacional.
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Sobre los autores
María Belén Strassera nació en Buenos Aires, Argentina, 1984. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación Social, con orientación en Políticas y Planificación. También, estudió Realización y Dirección en Televisión en el Instituto de Formación Técnica Superior.
José Ignacio Sánchez Durán nació en Buenos Aires en 1977. Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires. Colabora con la redacción para el sitio web de Todo Noticias (TN). Fue docente de periodismo y desempeñó tareas en publicidad, medios de comunicación e industrias culturales Ambos trabajan en el archivo audiovisual de noticias de Artear, en Argentina.
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Radio Disney sigue celebrando “22 Años Contigo” con experiencias inolvidables
En el mes aniversario, Radio Disney agradece a todos los oyentes por ser parte de la increíble historia. El pasado martes 10 de setiembre, el Cine Villamorra se convirtió en el escenario perfecto para una celebración muy especial: el Estudio Radio Disney con el dúo argentino MYA, integrado por Maxi Espínola y Agustín Bernasconi.
La noche fue mágica desde el inicio, la conexión entre los artistas y el público fue evidente. MYA deleitó a sus seguidores con una íntima y vibrante presentación, combinando música en vivo, entrevistas y un meet & greet exclusivo. Los momentos más destacados incluyeron una firma de autógrafos, sorteos de regalos exclusivos y una foto inolvidable con el público, creando recuerdos que quedarán marcados en la memoria de todos los presentes.
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Radio Disney sigue celebrando sus 22 años con nuevas experiencias. Ahora se está preparando para un próximo Estudio Radio Disney con Kchiporros, que promete ser otro evento lleno de música, energía y momentos únicos para sus oyentes.
¡Gracias por celebrar con nosotros y seguir formando parte de esta historia que continúa!. La experiencia de ESTUDIO RADIO DISNEY podrá ser seguida con contenidos especiales en línea a través de: @radiodisneypy, señala un informativo de la renombrada radioemisora de frecuencia modulada.
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Cris Arana: “Hay que tener memoria para construir un país”
- Fotos: Emilio Bazán
En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la cineasta paraguaya residente en España Cris Arana, quien estrenó recientemente el cortometraje documental “Emilio Barreto: ángeles y demonios”, que cuenta la vida del actor y perseguido político durante la dictadura. Además de compartir la experiencia del rodaje de esta y otras producciones, Arana hace un llamado a no olvidar el pasado como clave para construir el futuro de nuestro país.
–Te quiero agradecer primero por este importante aporte a la memoria en un país desmemoriado.
–La verdad es que estamos rescatando la memoria de una persona que vivió una etapa muy oscura de Paraguay, 35 años de dictadura tuvimos y 35 años de democracia se cumplen ahora. Me puse a reflexionar sobre esto y hay que tener memoria porque de eso se trata construir un país entero.
–Cuéntanos cómo empezó esto de contar la historia de Emilio Barreto.
–Yo vivo en España desde los 17 años. En plena pandemia, en 2020, vine para acá y entonces en ese momento me puse a buscar historias que contar. Me reuní con mi amiga Tana Schémbori y hablando así de cosas me dice “¿conoces a Soledad Barrett?”. Entonces empiezo a investigar digo “qué pasada de historia”. Entonces, hicimos ese ejercicio de hacerle entrevistas a personas que conocían la historia en concreto de Soledad. Y entonces me dice Tana “te tengo que presentar a Emilio Barreto porque él conoció a Soledad y él es un actor muy conocido”. Llegamos a su casa y él empieza a decir “cuando mataron a Soledad, creo que yo ya estaba en la cárcel”. Entonces fue como el punto de partida.
–Era puro testimonio.
–Sin parar contó todo lo que le habían hecho, el día que lo secuestraron, el día que secuestraron a su mujer. Yo le pregunté “¿por qué estuviste en la cárcel?”. Y él no sabía contestar. Una persona que pensaba diferente y por eso estuvo 13 años de su vida en la cárcel.
RECONEXIÓN CON PARAGUAY
–Antes de sumergirnos en el documental sobre Emilio, ¿puedes hablarnos un poquito de “Y”, tu trabajo anterior?
–Ese trabajo fue muy bonito porque fue inesperado totalmente. Gracias a York volví a conectar con Paraguay. Vine para aquí y York trabajaba en el mundo de la moda. Entonces él me dice “yo quiero hacer un corto contigo”. Yo tenía en la cabeza “yo quiero hacer esto”. En plena pandemia vine y hacía un calor de morirte, pero a las cinco de la tarde cortaban el agua. Y digo ¿pero por qué cortan el agua? Yo estaba obsesionada todo el rato con el tema del agua y venga bidones y venga botellas y venga cualquier cantidad de cacerola. Estábamos en la pandemia, necesitamos lavarnos todo el rato. Yo preguntaba a la gente y entonces me decían “no pasa nada con el agua”. Y luego empecé a entender. Se acostumbraron a vivir de esta manera. Nos acostumbramos a vivir de una forma precaria. No se puede vivir de esta manera.
–¿Cuál fue el siguiente paso?
–El director de fotografía Diego Benítez me dice “vamos a hacerlo ya”. Cuando eso ya habíamos conocido a Emilio y entonces yo estaba visualizando rodarlo en casa de Emilio y qué loco que Diego también me dice lo mismo. Esa conexión entre director y director de fotografía tiene que haber. Si no te lee la otra persona es muy complicado.
–¿Y en ese tiempo Emilio ya sabía que iba a ser centro de una película?
–No. Ya habíamos grabado el testimonio de Emilio, pero yo todavía no había vuelto a España. Veo todo el material que habíamos rodado con Emilio y me acuerdo que me dice mi editor y “¿qué hacemos con esto?”. Qué increíble su historia. Una hora y media un señor sentado contándote todo sobre su vida. Ves los brutos y no te levantas de la pantalla.
DUALIDAD
–Hay una frase emblemática del avance de la película donde habla de ángeles y demonios. ¿Qué ángeles y demonios existen al interior de esa película?
–Pobrecito. Él mismo lo dice: “Dentro mío hay un ángel y también hay un demonio”. O sea, entre el perdón y el no perdonar. Ese hombre tendrá un montón de cosas en la cabeza. Él dice en el documental “perdono a mis torturadores, pero no perdono a la gente que ordenaba hacer esto”.
–¿Qué te dejó esta historia?
–Ha sido un proceso de cuatro años y yo recién ahora me estoy dando cuenta también de la importancia de recuperar y de haber hecho este trabajo. Es importantísimo lo que hemos hecho, pero recién ahora soy conciente de ello.
En un momento dado yo lo veía también veía como guionista, como directora y como productora. Ahora cuando me estoy empezando a dar cuenta de la importancia que tiene todo esto, estamos recuperando la memoria de un señor de un pasado bastante oscuro. Y además, esta es la historia de amor de Emilio. Y 13 años de su vida estuvo en la cárcel sin haber sido juzgado. Entonces, es recuperar la historia de un país. Y creo que deberíamos hacer este ejercicio de reflexión. Bueno, ¿cómo estamos ahora?
–¿Te parece que está bastante ausente en la sociedad la mirada crítica sobre el pasado?
–Claro, es que no se habla del tema. Esto es un puente que se convierte en dos mundos. Es como una oda a la memoria y la historia, pero luego veo gente que dice “ojalá vuelva el general”. Digo entonces “creo que no se sabe mucho sobre esto”. Yo me acuerdo que cuando era pequeña decían “cuando estaba Stroessner se vivía mejor”.
–¿Ya conocías a Emilio como actor? ¿Cómo te impactó como persona?
–Pues no lo conocía. Me lo presentaron y empecé a investigar sobre él y después de haberme contado su historia, veo todo lo que aparece en internet, la información que hay es que él es actor. Había alguno que otro documento por ahí de que efectivamente él había estado en la cárcel, pero no solamente Emilio, un montón de gente desapareció, desapareció el padre de Emilio, el hermano de Emilio.
OLVIDO
–Eran desapariciones familiares.
–Hay un olvido permanente, aquí de esto no se habla. Y creo que es muy importante hablar de esto. En España le mostré a un amigo mío documentalista y me dice “tienes que ver esto, esto y esto. Madre mía, lo que le pasó a este hombre, pero que sepas que en España esto ha ocurrido cantidad de veces”. Empecé a ver documentales uno detrás de otro y luego digo “habrá que hacer este documental”.
–Muy impactante también esta experiencia porque Emilio, después de relatar a través de de su actoría a miles de personajes, un día se encuentra con el desafío de relatarse él mismo.
–A esto es lo que iba. Le llamo por teléfono y le digo “oye, Emilio, ¿a ti te gustaría hacer un documental sobre tu vida”. Y me dice “por favor, yo necesito contar esto”. Entonces, fíjate lo que es la magia del cine, ¿no? O sea, si no hubiéramos llegado a conocer a Emilio, si no hubiéramos hecho ese trabajo de investigación sobre otra persona, el testimonio de Emilio se hubiera quedado allí. Y nadie más hubiera hablado de ello, excepto esos familiares, esos hijos, ¿no? Pero tener esto es muy importante, es recuperar la memoria, que es una forma también cultural y educacional. Cuando veas la película te darás cuenta.
–¿Que se trate de un profesional de la comunicación desde su condición de actor dio un plus para el relato de su vida?
–Él es actor, pero no está actuando esto que nos está contando. O sea, él vivió todo eso. A él lo secuestraron, lo torturaron. A su mujer también la secuestraron, perdió lo que podría haber sido su primer hijo. Le pasaron muchas cosas y todavía se sigue acordando. El otro día él me dice “Cris, te tengo que decir una cosa. El otro día me llamó un periodista de Argentina y esto no te lo he contado porque tenía muchísima vergüenza. A mi esposa le enviaban trocitos de mi oreja, pero que sepas que le he contado a este periodista, pero no te lo he contado a ti. Lo siento mucho”. Este hombre pidiéndome perdón porque no me había contado que le habían cortado la oreja. O sea, Emilio, ¡perdóname tú!
–¿Qué es lo que puedes contar de la peli?, ¿cómo está organizada?, ¿la locación?
–Empezamos a rodar en su casa. Fue cuatro años de rodaje entre que yo iba y venía. Y él siempre esperando. Cuando él acepta hacer el documental yo empiezo a hacer un cuestionario, una especie de escaleta. Para mí fue una escuela también, un aprendizaje. Es mi primer cortometraje documental. Y entonces empiezo a hacer ese trabajo de preguntas y llego a su casa. Entonces le digo “para romper un poco todo esto, ¿te importa que vayamos recorriendo lugares por donde habías estado?”. Entonces fuimos al río, fuimos a Emboscada, fuimos al Museo de las Memorias. Allí él iba relatando poco a poco, pero era complicado porque yo tenía tanta presión en el cuerpo.
–Y que no pareciera la búsqueda del dolor por el dolor, sino por la transmisión de la memoria.
–Exacto. De repente te cuento esto. Una anécdota que dice... Bueno, mejor habría que ver la película (risas).
HISTORIA DE AMOR
–Y supongo que el tratamiento de la peli tiene todo un cuidado especial.
–El otro día fue el preestreno. Emilio no lo había visto nunca y me dice “¿entonces ya me puedes enviar la película? Le digo no “Emilio, lo tengo que ver contigo”. El otro día lo vimos y fue muy emocionante. Tuvimos dos proyecciones. En la primera proyección, llegó un momento en que me agarra la mano y no me suelta hasta el final. La segunda proyección se rompe y llora. En la primera proyección estaba mirando los detalles, porque claro, él sabe toda su historia, él se acuerda de todo lo que habíamos grabado, entonces quería ver cómo estaba hecha la película, y efectivamente es que es una historia de amor que desborda emoción, simbolismo. Al terminar de rodar se lo envío a amigos míos que son programadores, que son distribuidores, y me dicen “Cris, es muy complejo este formato, tienes un mediometraje. Acuérdate que en los festivales o son largometrajes o cortometrajes. Ya me costó la primera vez el corte.
–Y cuál era tu disyuntiva, ¿alargarla o acortarla?
–Es que ya no teníamos dinero y no sabíamos qué cortar en la película. Vaya sufrimiento, rodar, editarlo. Ahora estoy feliz porque ya la hemos estrenado, ya se ve la peli, es maravillosa. Emilio lo quiere a su película y el equipo también está orgulloso del trabajo que hemos hecho.
–En gran medida para las diferentes formas de relato histórico en Paraguay, los grandes momentos son las guerras. Después empiezan los momentos oscuros que no salieron a la luz y creo que ese es un aspecto fundamental de tu película.
–Lo que no se cuenta no existe y como esto es un documental estamos contando algo que ha ocurrido, que es real y creo que aquí es donde tenemos que reflexionar al ver la película. Paraguay tiene algo pendiente con todo esto que ocurrió en aquel entonces. Hay víctimas, familiares. Creo que esto es como una grieta abierta y contándolo se sana. Esto es como cuando tú vas al psicólogo porque quieres sanar algo o porque quieres que te ayude en algo.
–Y también en 30 años, aunque ya no estuvieran las víctimas, la memoria es lo que tendría que ayudar para que los errores no se repitan.
–Se supone, pero eso es algo muy fantasioso. Se vuelve a repetir. Mira cómo está el mundo.
LA REALIDAD COMO INSUMO
–A propósito del mundo, ¿cómo vive una realizadora paraguaya en España?
–Ahora mismo estoy centrada en la escritura, estoy escribiendo la película que quiero rodar aquí en Paraguay. Es ficción inspirada en hechos reales. O sea, cosas que me han ocurrido. A mí me gusta contar historias que en realidad ocurrieron o que han ocurrido o me han inspirado por una fotografía, o una historia que me han contado o una historia que haya visto. Y luego tengo otro proyecto, que es sobre el confinamiento. Esto lo empecé con un periódico en España. Lo que pasa es que nadie quiere hablar del confinamiento todavía. Entonces es un tema complejo. No sobre el covid, sino sobre el encierro.
–Tenés razón, se ha hablado muy poco de ese fenómeno social del confinamiento.
–Exacto, hubo un antes y un después de todo esto que vivimos.
–¿Cómo es el cine en Paraguay hoy?
–Pues creo que se están haciendo cosas muy chulas, ¿no? Bueno, poco a poco. Esto es como todo.
–Es una industria nueva, es un país nuevo.
–Exacto. Paraguay es un país muy joven. Entonces hay mucho por hacer, hay gente con muchísimas ganas. Mira todas las películas que se han hecho. Enfocados en calidad realmente.
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La pequeña pero pícara hija de la Madre Patria
- Por Bernardo Neri Farina
- Fotos: Gentileza
Qué pasó entre Paraguay y España después de la Independencia no suele ser un tema recurrente en la historiografía paraguaya, una omisión que viene a ser reparada con el libro “La hija pequeña de la Madre Patria”, del historiador y diplomático Ricardo Scavone Yegros.
Luego de 1811 y, sobre todo, con el régimen de José Gaspar Rodríguez de Francia, tuvimos un largo periodo de aislamiento que nos ocultó de la atención del mundo. No dábamos referencias de nuestra realidad y solo se exportaban algunas referencias merced a las publicaciones de visitantes extranjeros que luego exponían su visión del Paraguay de Francia, como un escenario exótico, que quedaba en un espectro de singularidades, como singular era su dictador gobernante, pero sin despertar mayor curiosidad ni constituirse –mucho menos– en un país aspiracional para negocios ni relacionamiento relevante.
Encima, éramos pobres de sobrada pobreza, en un aislamiento adormecedor que nos llevaba a una sobrevivencia parsimoniosa, a una vida de austeridad suprema como suprema era la autoridad del gobernante. Una vida frugal, modesta; una dilatada siesta, con un silencio ensordecedor solo quebrado por las voces naturales de la selva. Pues las voces humanas estaban restringidas y solo eran murmullos prudentes.
El advenimiento del gobierno de Carlos Antonio López cambió sustancialmente el tipo de gestión gubernamental. El país se abrió ante la necesidad de pasar del estadio de sobrevivencia bucólica, agreste, a un estado de crecimiento en varios sentidos. Y para ello era imperioso el relacionamiento con el exterior, tanto América como Europa.
PRIMEROS CONTACTOS
En este contexto histórico se dan los primeros contactos con vistas al reconocimiento de la independencia del Paraguay por parte de España.
Con el rigor que lo caracteriza, y que ha exhibido en sus obras sobre la Independencia y el relacionamiento exterior del Paraguay, Scavone Yegros nos va guiando diestramente, de posta en posta, por ese intrincado camino que siguió el conjunto de negociaciones que culminarían muchos años después de iniciado con el reconocimiento buscado.
Esto nos lo relata el autor como en un libro de aventuras, un libro lleno de peripecias y de giros sorprendentes; de idas y venidas, de lances de esgrima diplomática (sutiles unas veces; agresivas, otras), de rupturas temporales y reencuentros posteriores.
Además de la minuciosa y sólida información basada en fuentes seguras, una de las riquezas mayores del libro es la profusión de testimonios muy atendibles de la vida en el Paraguay de la preguerra y de la posguerra contra la Triple Alianza.
Esos testimonios nos ayudan a reconstruir la vida de nuestro país en sus albores y entender mejor ciertas manifestaciones, desconocidas hasta hoy, mediante el cruzamiento con otros testimonios ya conocidos.
El libro describe los primeros acercamientos entre funcionarios paraguayos y españoles en 1846, en Montevideo. Del Paraguay fueron enviados Bernardo Jovellanos y Atanasio González. El representante de España fue el cónsul general y encargado de Negocios en el Uruguay, Carlos Creus, cuyos informes a su gobierno contienen párrafos sumamente llamativos. Creus tendía al reconocimiento del Paraguay, pero las negociaciones no serían fáciles.
Al tiempo de informar de las conversaciones con los agentes paraguayos, el cónsul Creus también describió el proceso que llevó a la independencia del Paraguay y, de acuerdo con lo señalado por el autor, desaprobó la postura de Juan Manuel de Rosas al desestimar tal condición paraguaya. Es decir, la de país independiente.
En respuesta a las gestiones de Creus, el Gobierno español dejó en claro que reconocer la independencia del Paraguay crearía nuevos obstáculos para las negociaciones con Buenos Aires, que seguía considerando al Paraguay como una provincia.
LA MISIÓN DE FRANCISCO SOLANO LÓPEZ
Otro de los notables pasajes del libro es el dedicado a la misión de Francisco Solano López en Europa y, específicamente, su paso por Madrid, descrito con una admirable minuciosidad fruto de un meticuloso trabajo en archivos. Y con revelaciones novedosas.
López partió para Europa el 15 de junio de 1853, ya luego de que, pocos meses antes, la independencia del Paraguay fuera reconocida por Gran Bretaña, Francia, el Reino de Cerdeña y Estados Unidos de América.
Pese a esta circunstancia, las negociaciones de López en España fueron harto difíciles. Llegar a la firma de un tratado se hizo cuesta arriba.
LA GUERRA GRANDE
Durante la guerra contra la Triple Alianza, España mantuvo una posición neutral. Pero muchos informes destacaban la valentía, como la falta de preparación del Ejército paraguayo.
Después de la guerra, pese a la postración del Paraguay, España recobró el interés en un tratado. Más aún cuando hubo una importante cantidad de españoles que se afincaron en Asunción tras la contienda. Muchos de esos españoles dejarían profundas huellas en nuestra sociedad.
Las gestiones continuaron siendo duras, pero alguna vez se debía dar. Así, el 10 de setiembre de 1880 don Francisco Otin, por España, y don Carlos Saguier, por el Paraguay, firmaron en Buenos Aires el tratado de paz y amistad entre ambos países.
De esta manera, la hija pequeña, pero pícara ella, logró que la Madre Patria se ajustara a su circunstancia y la respetara, tal como se lo merecía.
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Las torturas no doblegaron a Pablo Herken: “Yo vencí al estronismo”
- Publicado por Hoy.com.py
- Fotos: Archivo
El reconocido economista y analista político Pablo Herken, quien falleció el pasado 1 de setiembre a la edad de 70 años, fue una de las tantas víctimas de la nefasta dictadura impuesta por Alfredo Stroessner. En su juventud fue torturado, pero nunca demostró un atisbo de derrota ante quienes lo sometieron a los más bárbaros métodos de castigo.
La muerte de Pablo Alfredo Herken Krauer, por complicaciones de una patología intestinal, tomó de sorpresa a toda la sociedad paraguaya. Fue uno de los profesionales más respetados en el ámbito económico, reconocido por la sociedad por su célebre frase “duele decirlo, pero hay que decirlo”. Además, fue periodista, comunicador social, consultor, docente y analista político.
El país estuvo bajo la dictadura del general Alfredo Stroessner por casi 35 años y en ese periodo Pablo sufrió en carne propia las medidas represivas del régimen autoritario.
Detenido por la dictadura por expresar sus ideas pintando murallas, fue torturado, pero nunca gritó. Así lo recordó en el documental “Los 35 años del stronismo”, emitido el 13 de diciembre de 2011 en la TV Pública Paraguay.
En julio de 1972, cuando aún era menor de edad y estudiante, fue detenido por la Policía porque su hermano había sido fichado anteriormente. “Buscaban a mi hermano, pero no lo encontraban. En mi ficha figuraba que yo había estado en Cuba, Argentina, Uruguay y Chile, y que era un líder de extrema izquierda sumamente peligroso, pero nunca había ido a Cuba y con mis padres había ido de vacaciones a Argentina”, recordó.
Estando en el calabozo incluso se despidió de sus padres, creyendo que nunca más los iba a ver de vuelta. Allí estuvo dos semanas y luego fue soltado.
NUEVA DETENCIÓN
El 31 de enero de 1974, siendo cabo de infantería, fue nuevamente detenido en su vivienda. A bordo de la Caperucita, aquel temido vehículo de color rojo utilizado durante la dictadura estronista para detener y secuestrar personas, Pablo fue llevado a la Comisaría 3.ª Metropolitana. En esa misma sede policial desaparecieron varias personas y otras estuvieron privadas de libertad injustamente durante años sufriendo los peores vejámenes.
Allí estaba junto con otros “enemigos del régimen”, muchos de ellos jóvenes, sus amigos y conocidos. “Al primero que llaman es a mí. Me dicen ‘desvístase’ y quedo en calzoncillos. Al entrar a una habitación me agarra un tremendo pánico porque veo una pileta y cables eléctricos, además de un palo especial para pegar”, rememoró.
Lo peor estaba por llegar. Sus captores lo ataron de pies y manos para manejarlo a su antojo. Le pegaron en la planta de los pies hasta el punto de infligirle un dolor terrible que luego le impidió caminar pisando con toda la planta del pie. “Como no gritaba, me pegaban muchísimo más. Eso me di cuenta luego cuando les tocó a mis compañeros (la sesión de tortura). Teníamos toda deformada la planta del pie”, comentó.
Como si esto no fuera poco, luego le metieron a la tina con agua sucia y excremento. Así lo tuvieron por mucho tiempo. Su pecado: haber pintado murallas.
ANHELOS DE LIBERTAD
“Lo que tiene el terror y la tortura es que una vez que te tocó, ese toque te queda toda la vida.
Todo por pintar paredes, que es lo que hoy se hace hasta por divertirse. Queríamos ser libres, expresar nuestras ideas, queríamos conquistar el mundo y conseguir la paz, que hoy son los ideales. Nosotros nos expresamos y fuimos castigados”, contó durante esa entrevista.
Su familia intentó verlo durante su detención en esa sede policial, pero el régimen nunca lo permitió.
Tras esas sesiones de tortura, vino la orden de que él, junto con otro cabo y un sargento que también estaban en carácter de detenidos en la comisaría, sean entregados a la Policía Militar. Así, los tres fueron enviados al Chaco, donde estuvieron durante dos años como castigo.
Según mencionó Herken, durante aproximadamente siete años no pudo dormir sin tener pesadillas sobre su lugar de tortura. En este mal sueño le venía a la mente una imagen reiterativa: siendo llevado nuevamente por la Policía a la Comisaría 3.ª Metropolitana y él rogando que no lo hagan porque ya había estado allí antes.
ORGULLO
Durante la entrevista expresó que tenía muchas ganas de llorar al rememorar su paso por esa dependencia policial, pero a la vez le reconfortaba poder decir “yo vencí al estronismo, nunca grité y me siento orgulloso de nunca haber gritado”.
Así también, en otra entrevista con “Expresso”, del canal GEN, detalló que su detención del 74 fue por una protesta (casi infantil) que se hizo contra la suba de los precios de los combustibles y alimentos. Como era cabo de infantería, según comentó, fue considerado por el régimen como un peligro al tener, supuestamente, cierta influencia sobre los demás uniformados.
“Me llevaron a la comisaría, pensé que iba a ser una cosa fácil de pasar, pero allí experimenté mi primer y último caso de tortura violenta, desagradable, dolorosa, humillante, que te encierren y te jueguen como si fueras una porquería, era humillante. Para ellos tu vida no valía nada. Cuando me metieron a la habitación lo primero que pensé fue ‘no les voy a dar el gusto de llorar, gritar o decir basta’. Ese fue mi grave error: me hicieron de todo, pero no lloré y eso les puso más fieras. Al final yo me iba, sentí como que a ellos se les iba la mano y me desvanecía. Me despertaba al día siguiente y decía ‘no morí’”, relató sobre ese episodio.
Como cierre de la nota, Herken instó entonces a la ciudadanía a pelear y defender la libertad a muerte, porque sin ella una persona no es humana ni digna.