Por David Sánchez, desde Cannes (Francia), X: @tegustamuchoelc (*)
“Armand”, que compitió en la sección “Una cierta mirada” de Cannes 2024, es una película que ruge desde el primer fotograma, cuando seguimos a un coche a toda velocidad por una carretera flanqueada por árboles, estableciendo un tono de adrenalina que desafía su aparente descripción serena.
Bajo la dirección del joven y prometedor director noruego Halfdan Ullmann Tøndelm, en esta su primera y brillante película nos sumerge en una narrativa trepidante donde la madre de Armand, Elisabeth (interpretada por la ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2021 a la mejor actriz: Renate Reinsve), se enfrenta a una acusación de acoso sexual contra su hijo, una premisa que rápidamente se complica en una serie de revelaciones y tensiones familiares.
Sin embargo, es Thea Lambrechts Vaulen, en el papel de la maestra dubitativa Sunna, quien verdaderamente captura la esencia de la película. Su deslumbrante y magistral actuación como una educadora desorganizada y llena de inseguridades no solo humaniza la situación, sino que también nos recuerda la fragilidad de las instituciones y las personas que confiamos para educar y guiar a nuestros hijos.
Lea más: Cannes otorga su Palma de Oro a la comedia estadounidense “Anora”
Su Sunna hace llorar, hace reír, es un personaje que refleja la incertidumbre y la vulnerabilidad de aquellos que se encuentran en posiciones de responsabilidad, luchando por equilibrar su ética personal con las expectativas institucionales. Esta representación resonará profundamente con cualquier espectador que haya sentido el peso de la responsabilidad y las expectativas ajenas. Vaulen revela, con sutileza y profundidad, que la naturaleza humana es compleja y que las primeras impresiones pueden ser engañosas.
La película se desarrolla principalmente en el espacio confinado de una escuela, un microcosmos que refleja no solo el presente sino también el pasado y el futuro de sus ocupantes. La escuela es un lugar donde convergen las vidas de padres, hijos y maestros, un escenario que define sus identidades y relaciones. En “Armand”, el colegio se convierte en un teatro donde las tensiones latentes de la vida cotidiana se desnudan y amplifican.
El encuentro en la escuela, que se supone sería una conversación amigable, rápidamente se convierte en un campo de batalla emocional, con Elisabeth descubriendo que su cuñada Sarah (Ellen Dorrit Petersen) está profundamente perturbada por las acciones de Armand. La dinámica familiar, ya fracturada por la muerte del padre de Armand, se desmorona aún más bajo la presión de la situación. La dirección de Tøndelm maneja esta escalada con un equilibrio perfecto entre la comedia y el drama.
Lea también: Cannes 2024 se despide hoy y deja una memorable alfombra roja
Las decisiones estilísticas de Tøndelm, incluyendo secuencias de baile y sueños, añaden una capa de surrealismo que, aunque a veces se siente fuera de lugar, logra mantener la atención del espectador, y rebajar la tensión de excesiva realidad a la que nos tienen acostumbradas las películas españolas o colombianas. El cine de Tøndelm tiene un componente mágico que lo hace atractivo y similar, a su manera, al cine peruano donde vemos elementos fantásticos en cintas como “Tiempos futuros”, “El corazón de la luna” o incluso la cinta chilena peruana “Lina de Lima”.
“Armand” es una lograda exploración de la complejidad de las relaciones humanas y de cómo los eventos del pasado continúan moldeando nuestro presente y futuro. La película logra capturar la esencia de la vida cotidiana con todas sus tensiones, desafíos y momentos de revelación. En este sentido, la obra no es solo una historia sobre un incidente en una escuela, sino una reflexión sobre la naturaleza humana y las conexiones que nos definen.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.