El cantante suizo Nemo regresó a Suiza el domingo por la noche tras su victoria en el concurso de Eurovisión, en una edición marcada por la controversia sobre la participación de Israel en plena guerra en la Franja de Gaza. “¡Felicidades ‘honey pie’ (apodo cariñoso en inglés)!” exclamó un admirador del artista no binario de 24 años, entregándole un ramo de flores a su llegada a medianoche al aeropuerto de Zúrich procedente de Copenhague.
Otros llevaban banderas con el mensaje “Existimos, insistimos, persistimos”, en referencia a la lucha de las personas no binarias por el reconocimiento de su identidad. Otra pancarta decía “Mujer, hombre, humano” en alemán. Nemo Mettler ganó la competición con “The Code”, un título personal que relata su camino hacia la realización de su identidad de género no binario.
Suiza venció a Croacia, Ucrania, Francia, e Israel, representado por Edén Golan. La presencia de una candidata de Israel suscitó una gran controversia debido a la ofensiva mortal lanzada por su país contra Hamás en Gaza, después del ataque sangriento del grupo palestino el 7 de octubre en Israel.
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La Unión Europea de Radiodifusión, que organiza el evento, estimó que más de 160 millones de personas vieron el concurso 2024, transmitido en directo en los 37 países participantes en la final y en YouTube. Esta competencia es regularmente un escaparate para la comunidad LGTBQ+. La drag queen austríaca con barba Conchita Wurst, que ganó la edición 2014, o el candidato francés Bilal Hassani en 2019, entraron en sus anales.
Los aficionados, sentados detrás de las barreras, esperaron pacientemente a Nemo para retomar su canción. Los aplausos comenzaron a resonar cuando apareció el intérprete, que respondió con dos pulgares en el aire antes de tomar selfies y firmar autógrafos. Nemo se unió a un grupo de aficionados que cantaban “Rompimos los códigos”, “existimos”, hasta abrazar a un admirador que llevaba una camiseta “Protege a los niños trans”.
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Formar parte de una comunidad
En conferencia de prensa después de este regreso triunfal, Nemo indicó que quería descansar en su jardín. “Voy a recostarme y tratar de calmarme un poco”, dijo el artista. “Parece irreal. Rompí los códigos y hasta rompí el trofeo”, subrayó Nemo, que literalmente rompió la estatuilla en un gesto de entusiasmo al recibirla.
La acogida de los aficionados en el aeropuerto fue “extremadamente bella (...) y me mostró lo bueno que es formar parte de una comunidad”, insistió. Nemo Mettler, que actualmente vive en Berlín, es originario de Bienne, ciudad bilingüe alemán-francés del norte de Suiza, donde está prevista una recepción pública para festejar su triunfo.
“Sin duda será una gran fiesta en la ciudad”, dijo el alcalde de Bienne Erich Fehr, entrevistado en el aeropuerto por la agencia de noticias suiza Keystone-ATS. “Es increíble que Nemo haya ganado este título en el concurso de música más importante del mundo. Estamos muy orgullosos y felices”, añadió. El jefe de la corporación de difusores suizos, Gilles Marchand, destacó también el “inmenso éxito” de Nemo.
Se trata de la tercera victoria de Suiza en el concurso Eurovisión desde su creación en 1956. Como lo estipula la tradición, Suiza, país ganador, será el anfitrión de la próxima edición. “A pesar de que la difusión del concurso es un reto importante para todas las cadenas de televisión en términos de recursos y finanzas, estamos encantados de saber que Suiza acogerá en 2025 este evento tan apreciado”, destacó Marchand.
Fuente: AFP.