El triunfo de la taquillera “Oppenheimer”, dos canciones en vivo de “Barbie” y un divertido número con el actor Jonh Cena casi desnudo levantaron la audiencia de los Óscar por tercer año consecutivo a 19,5 millones de televidentes, de acuerdo con las primeras cifras de ABC ayer lunes. Los números de la exitosa gala casi duplicaron la audiencia respecto a la época de la pandemia, cuando el programa capitalizó apenas 10,4 millones de espectadores. Pero continúan lejos de los 40 millones que registraba una década atrás.
“Oppenheimer”, el drama sobre la bomba atómica de Christopher Nolan, conquistó siete estatuillas en la 96ª edición de los premios de la Academia, entre ellos mejor película, mejor director y mejor actor para Cillian Murphy, mientras que “Pobres criaturas” se llevó cuatro Óscar, entre ellos el de Emma Stone para mejor actriz.
Los destaques de la noche incluyen la presentación de Ryan Gosling, quien cantó “I’m Just Ken”, la poderosa balada de “Barbie”, el humor bien recibido del anfitrión Jimmy Kimmel, y la aparición de Cena quien entregó el premio al mejor vestuario luciendo apenas un par de sandalias. La publicación Variety describió la participación de Gosling como “maximalista y contagiosamente cómica”. Fue “la forma ideal de canalizar la energía positiva de unos Óscar en los cuales la alegría no se sintió forzada, como a veces puede ocurrir”, escribió el portal.
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Billie Eilish y su hermano Finneas cantaron además la canción ganadora de la noche, “What Was I Made For?”, también de la banda sonora de “Barbie”, y músicos indígenas interpretaron el tema nominado por la película “Los asesinos de la luna”.
El aumento de los índices de audiencia es algo bienvenido por este tipo de premiaciones, que han perdido espectadores a medida que compiten con los formatos cortos y rápidos de las redes sociales. Este año los premios Óscar se beneficiaron de tener entre las nominaciones a dos éxitos globales como “Oppenheimer” y “Barbie”, el fenómeno “Barbenheimer” que dominó los cines en 2023. Pero el programa por sí solo también recogió elogios.
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El diario Los Angeles Times, por ejemplo, exaltó los “ruidosos y estridentes Óscar” que administraron dosis de humor y celebraron la historia del cine, con una pizca de comentarios políticos en la medida justa. Donald Trump estuvo entre los millones que sintonizaron la transmisión la noche del domingo. El expresidente de Estados Unidos publicó una mala reseña del presentador en sus redes sociales que Kimmel leyó en vivo durante la última parte de la transmisión.
“Gracias, presidente Trump. Gracias por mirar. Me sorprende que aún esté ahí... ¿No ha pasado ya tu hora de ir a la cárcel?”, bromeó Kimmel, arrancando carcajadas de la audiencia. Pero la noche no fue sólo de risas. Durante la ceremonia también hubo sentidas referencias a las huelgas de Hollywood, al conflicto en Gaza y a la guerra en Ucrania.
Fuente: AFP.