Las actuaciones musicales en directo de los Premios Óscar de ayer domingo fueron en su mayoría cortas, ya que la Academia se esforzó por reducir la duración de su transmisión televisiva, pero aun así hubo mucha “KenErgía” en el escenario.
Fue, por supuesto, Ryan Gosling con su papel nominado al Óscar de Ken en “Barbie” el que se robó el espectáculo, ya que con un traje de lentejuelas rosa y guantes a juego interpretó “I’m Just Ken”, la melodía pop-rock que luchaba por mejor canción original.
El premio recayó finalmente en Billie Eilish y su hermano Finneas O’Connell, autores de otro éxito ya consagrado de la banda sonora del filme de la mítica muñeca: “What Was I Made For?”. Pero fue Gosling quien puso al público a cantar al ritmo de la ocurrente canción sobre la naturaleza de la masculinidad.
El Dolby Theatre se inundó de una luz rosa púrpura cuando la cámara enfocó a un Gosling con gafas de sol entre el público, justo detrás de su compañera de reparto Margot Robbie, que no podía mantener la compostura mientras empezaba a entonar el tema.
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Mientras subía al escenario, se le unieron Mark Ronson -que produjo varios temas para la cinta dirigida por Greta Gerwig- a la guitarra y un grupo de bailarines masculinos con sombreros de vaquero. Sus coestrellas Kingsley Ben-Adir, Simu Liu, Ncuti Gatwa y Scott Evans también se sumaron, al igual que el guitarrista de Guns N’ Roses, Slash, y Wolfgang Van Halen, para recrear el ballet de ensueño de la película.
La gala adquirió el aura de un karaoke nocturno mientras Gerwig, su compañera de equipo America Ferrera y Emma Stone cantaban al micrófono de Gosling. La elaborada actuación tuvo impacto: “Se me ha roto el vestido”, dijo una abrumada Stone al recoger el premio a la mejor actriz por su papel en “Pobre criaturas”. “Creo que ocurrió durante ‘I’m Just Ken’. Estoy bastante segura”, bromeó.
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Poderosa actuación de “Wahzhazhe”
Como es habitual, la ceremonia incluyó actuaciones de todas las canciones originales nominadas de la noche. Billie Eilish y Finneas interpretaron una conmovedora y escueta versión de su tema ganador: ella llevaba una chaqueta de “tweed” de Chanel en blanco y negro, una recatada falda hasta los tobillos, un chaleco blanco abotonado y una diadema rosa. La nominada a mejor actriz Lily Gladstone lloró al ver la poderosa interpretación de Scott George y los Osage Singers de “Wahzhazhe (A Song for My People)”, que aparece en “Los asesinos de la luna”, de Martin Scorsese.
La estrella del pop Becky G se acompañó de un coro de niños para interpretar “The Fire Inside” de “Flamin’ Hot”, y Jon Batiste puso en escena “It Never Went Away” de su documental “American Symphony”, una cinta íntima que detalla las pruebas a las que se enfrentaron él y su esposa mientras ella luchaba contra la leucemia. En la categoría de mejor banda sonora original, Ludwig Goransson, ganador de un Grammy, obtuvo su segundo triunfo en esta categoría por la música de la película que coronó la noche, “Oppenheimer”.
Fuente: AFP.