El célebre animador japonés Hayao Miyazaki ganó ayer domingo su segundo Óscar por “El niño y la garza”, la primera película en una década del cofundador de Studio Ghibli y posiblemente su última. La cinta sobre un niño que se muda al campo durante la Segunda Guerra Mundial obtuvo el premio a mejor película animada, el mismo galardón que obtuvo Miyazaki en 2003 con “El viaje de Chihiro”.
La producción se impuso en la categoría sobre la gran favorita, “Spider-Man: A través del Spider-Verso”, además de “Elementos”, “Nimona” y la española “Mi amigo robot”. El director no estuvo presente en Hollywood para recoger el galardón y tampoco asistió a una conferencia de prensa de Studio Ghibli en Tokio, donde habló en su lugar el productor Toshio Suzuki.
Suzuki dijo estar “muy contento, de todo corazón”, pero describió la respuesta de Miyazaki como “normal, diciendo que la victoria era buena”. Como otras obras de Ghibli, “El niño y la garza” es una fiesta visual en la que criaturas misteriosas y personajes extraños habitan un mundo fantástico. Tras la muerte de su madre en un incendio, el niño lucha por aceptar su nueva vida con su padre y su madrastra embarazada, quien desaparece. Todo cambia cuando conoce una garza hablante y viaja a un universo alterno en busca de su madrastra.
Lea más: Óscar atómico: Nolan logró siete estatuillas con “Oppenheimer”
El entorno rural de la película fue “creado principalmente de mis recuerdos”, dijo Miyazaki en un panfleto sobre la cinta en japonés, cuyo título original se traduce como “¿Tú cómo vives?”. Miyazaki, de 83 años, también vivió en una casa campestre grande durante la guerra. Aunque no es una autobiografía, el personaje del padre en el filme “es muy parecido a mi padre”, comentó. El animador cofundó en 1985 la productora Studio Ghibli, que desarrolló un culto de seguidores con sus retratos imaginativos de la naturaleza y las máquinas.
Los personajes de Ghibli, como el espíritu del bosque Totoro y la princesa guerrera Nausicaa, son queridos por niños y adultos en todo el mundo. “El viaje de Chihiro”, la primera película oscarizada de Miyazaki, trata sobre una niña que se pierde en un mundo místico donde sus padres, a quienes intenta salvar, son convertidos en cerdos.
Lea también: Cine paraguayo: premian a “Aurelia” y “Bajo las banderas, el sol” en Málaga
¿Última película?
Miyazaki aseguró en 2013 que no volvería a hacer largometrajes, porque no podía mantener la intensidad de su estilo perfeccionista. Sin embargo, cuatro años después, su productora anunció que saldría del retiro para producir lo que sería “su última película, considerando su edad”. Esa fue “El niño y la garza”, estrenada sin avances u otra publicidad, con lo cual el público no sabía qué esperar.
Aun así, fue un éxito de taquilla en Japón y fue número uno en América del Norte. En Tokio, Suzuki, productor de Ghibli, dijo que Miyazaki aún se muestra “enérgico” a pesar de sus afirmaciones. “Dice que su vista ha empeorado y que sus brazos no funcionan. En mi opinión, está exagerando”, señaló entre risas.
“No va a ser fácil hacer otro largometraje. Miyazaki ha hecho cortos de animación en el pasado, así que ahora le digo que me gustaría que hiciera algo así”, sostuvo. El doblaje en inglés de “El niño y la garza” contó con las voces de grandes figuras como Robert Pattinson como la garza, junto a Willem Dafoe, Florence Pugh, Christian Bale y Mark Hamill.
En un documental divulgado en diciembre por la televisión pública japonesa NHK, Miyazaki aparece visiblemente afectado por la muerte del cofundador de Ghibli, Isao Takahata, en 2018. En el documental, Miyazaki explica que basó el personaje del tío abuelo de “El niño y la garza” en Takahata, con quien tuvo una “relación de amor-odio”. “La verdad sobre la vida no es brillante ni justa”, expresó Miyazaki. “Es el momento de crear una obra sacando cosas ocultas profundo en mi interior”.
Fuente: AFP.