¿Se construyó en total secreto un pueblo entero con laboratorios nucleares en las remotas montañas de Nuevo México? No es sólo la trama de “Oppenheimer”, sino la historia de cómo su director, Christopher Nolan, rodó la película nominada al Óscar. “Esto es lo máximo que he contado”, dijo a la AFP David Manzanares, encargado de la Hacienda Fantasma, durante un recorrido guiado por el set donde se filmaron las escenas que transcurren en Los Álamos.

“Definitivamente adquirió un aire de secretismo”, añadió. A pocos kilómetros de la carretera pavimentada más cercana, luego de pasar una reja con un letrero que advierte “ÁREA RESTRINGIDA”, siguen en pie las casas de madera, las oficinas, las alcabalas y la capilla construidas para la película.

El verdadero Los Álamos, a una hora de carretera, es hoy en día una localidad moderna que aún alberga un laboratorio gubernamental gigante y secreto, encargado de salvaguardar el arsenal nuclear estadounidense. Sus históricos edificios se utilizaron para escenas interiores.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Pero Nolan eligió este alejado espacio en el suroeste de Estados Unidos para recrear el pueblo, con una réplica de su calle principal en la década de 1940, donde se filmaron las escenas exteriores. El cineasta británico es conocido por su insistencia en usar sets auténticos y prácticos que inspiren a sus actores.

La explosión de la prueba de la bomba atómica fue filmada con mínimos efectos computarizados, y científicos de Los Álamos fueron contratados para actuar como extras. La construcción de la réplica del pueblo, a escala real, le permitió a Nolan filmar desde cualquier ángulo en todo momento.

Pero incluso un mes después del estreno de la película en julio, Manzanares y su equipo de la Hacienda Fantasma no podían ni siquiera admitir que la película había sido filmada allí. “No se hablaba sobre esto, ni había publicaciones” permitidas, dijo. “Es la forma en que se trabaja en un rodaje de Christopher Nolan”, explicó.

Lea más: Paraguay lleva a Málaga el potencial de su industria del cine

Mesas gemelas

A mediados de octubre de 2021, un amigo de Manzanares que trabaja como director de locaciones para películas le preguntó si conocía algún lugar con horizontes amplios y vacíos. No podía decir de qué proyecto se trataba, pero le anticipó que estaba ambientado en Nuevo México en los años 1940, información suficiente para que Manzanares sacara conclusiones, dado el ruido alrededor del gran proyecto que Nolan preparaba.

La Hacienda Fantasma cumplía con los requisitos, y Nolan la visitó el mes siguiente. “Le encantó apenas la vio”, recordó Manzanares. Nolan aprobó el lugar, pero agregó un desafío: “Por cierto, necesitamos otro igual a éste”. La película exigía filmar primero una escena en la cual Robert Oppenheimer, interpretado por Cillian Murphy, le muestra a un general estadounidense (Matt Damon) el sitio vacío en el cual quiere establecer la base del nuevo Proyecto Manhattan.

Al día siguiente se necesitaba rodar en un espacio igual, pero ya con la réplica de Los Álamos levantada. Manzanares eligió entonces dos mesas similares, las características formaciones rocosas que dibujan el horizonte de Nuevo México. Y la producción se puso manos a la obra.

Ese invierno, los equipos trabajaron en medio de ventiscas para tener el plató listo a tiempo para los ocho días de rodaje, durante los cuales las estrellas del reparto se alojaron en un hotel cercano. La reserva sobre el lugar aplicaba a “todos, incluso a los actores”, recuerda Manzanares. “Les daban páginas del guión, iban a sus habitaciones de hotel y leían, pero no podían sacar el guión fuera de ahí”.

Lea también: Cine paraguayo: “Los últimos” triunfa en Punta del Este

Cascabeles y viudas negras

El hermetismo sobre “Oppenheimer” no es inusual tratándose de una película de esta envergadura. Los medios de comunicación están hambrientos por tener fotos del rodaje, chismes de la producción o fragmentos del guión, detalles que pueden estropear una gran película antes de su estreno.

Una vez que se completaron las escenas ambientadas en Los Álamos, los laboratorios del pueblo réplica fueron retirados, así como los postes de teléfono que podían ser derrumbados por los fuertes vientos. Pero los productores decidieron dejar en pie una docena de construcciones de madera, la primera vez que el equipo de una película filmada en la Hacienda Fantasma permitía esto.

Ello implicó mantener el secreto por más de un año después de terminado el rodaje. La locación será utilizada eventualmente para otras producciones, como películas de vaqueros. Pero antes, a partir del mes próximo, los dueños de la hacienda ofrecerán el “Tour Oppenheimer”. Si la película triunfa en la gala de los Óscar el 10 de marzo, como se espera, aspiran a capitalizar el momento.

Para ello, los empleados limpian el lugar que durante meses permaneció deshabitado. “Encontramos serpientes de cascabel y viudas negras”, dijo la encargada de visitas a la Hacienda Fantasma, Julia Haywood, quien afirma que el lugar “ahora es seguro”.

Foto: Gentileza

El pueblo del laboratorio secreto

“Oppenheimer”, con casi mil millones de dólares en taquilla, no sólo llenó los bolsillos de los ejecutivos de Hollywood, también trajo ganancias inesperadas a la discreta comunidad de Los Álamos. Dirigida por Christopher Nolan, clara favorita para llevarse el Óscar a la mejor película el 10 de marzo, cuenta la historia de la invención de la bomba atómica.

Mucha de la acción ocurre en Los Álamos, un pueblo construido alrededor de un laboratorio secreto que fue creado desde cero en Nuevo México bajo sugerencia del físico J. Robert Oppenheimer, quien era un apasionado de las montañas de esa zona.

Desde su estreno en julio, los turistas han inundado lugares como la Casa Oppenheimer y el edificio Fuller Lodge en esta comunidad del suroeste de Estados Unidos, donde los científicos hacían fiestas para celebrar sus avances en la creación de la bomba. Las visitas se dispararon 68 % el año pasado, según las autoridades locales.

“Comenzamos a ver este flujo grande” durante la primavera, incluso antes de que la película llegara al cine, dijo Kathy Anderson, una guía turística que tuvo que triplicar el número de giras diarias. “Si gana el Óscar, creo que habrá mucho más interés”. Pero el éxito también recordó la difícil relación de Los Álamos con su pasado y con Oppenheimer, a quien aún se le llama en el pueblo como “Oppie”, su cariñoso apodo.

“Muy complicado”

El aumento del turismo podría ayudar a recaudar los dos millones de dólares necesarios para restaurar la antigua casa en la que vivieron Oppenheimer y su familia. “Oppenheimer era conocido por sus martinis y por ser un buen anfitrión. Mucho pasó en estos espacios”, dijo Nic Lewis, historiador del Laboratorio Nacional Los Álamos.

A la vez, no hay cómo eludir la destrucción causada por las bombas nucleares en este pueblo en donde 15.000 científicos aún trabajan en el mismo laboratorio de alta seguridad. Como muestra la película, el propio Oppenheimer se volvió un crítico de la proliferación nuclear durante la Guerra Fría.

Oppenheimer incluso confesó: “Soy responsable de arruinar un lugar hermoso”, de acuerdo con “Prometeo Americano”, el libro en el cual se basa la película de Nolan. “Aquí reconocemos que era una persona, con fallas, errores”, dijo Lewis. “Era muy complicado. Era muy reflexivo. Creo que Nolan representó con mucha precisión esa parte de Oppenheimer”.

Controversias aparte, la decisión de Nolan de filmar muchas escenas en los edificios de Los Álamos, donde ocurrieron los hechos, emocionó al pueblo. Un anuncio en el periódico local invitó a los científicos del laboratorio a aparecer como extras. Shane Fogerty, astrofísico y entusiasta de Nolan, terminó explicando entre una toma y otra a las estrellas Cillian Murphy y Robert Downey Jr. la fusión nuclear y la génesis de la Luna.

“Chris (Nolan) tenía que recordarle a todo el mundo ‘Estamos trabajando, silencio, por favor. Vamos a la siguiente toma’”, evocó Fogerty. Es una anécdota que comparte frecuentemente con el número creciente de turistas que se encuentra en el pueblo en estos días. “Se ha vuelto más difícil reservar en los pocos restaurantes del pueblo”, dijo.

Fuente: AFP.

Dejanos tu comentario