El festival de cine de Berlín fue acusado este domingo de haber servido de plataforma para varios cineastas que, la víspera, hicieron declaraciones sobre la guerra de Israel contra Hamás en Gaza que el alcalde de la capital alemana consideró “antisemitas”. “El antisemitismo no tiene cabida en Berlín y eso también se aplica a los artistas”, denunció el alcalde de la capital alemana, Kai Wegner, en X.

“Lo que ocurrió ayer en la Berlinale constituyó una relativización insoportable”, añadió, pidiendo cuentas a la dirección del festival. El primer edil se refería, sobre todo, a las opiniones expresadas durante la entrega de premios del certamen, el sábado por la noche, por cineastas que acusaron a Israel de “genocidio” en relación con sus bombardeos en la Franja de Gaza, que han dejado casi 30.000 muertos -sobre todo civiles-, según el Ministerio de Salud gobernado por Hamás.

En cambio, esos directores omitieron que la ofensiva israelí se desencadenó por un ataque de milicianos de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, que acarreó la muerte de al menos 1.160 personas, civiles en su mayoría. Uno de ellos fue el director de cine estadounidense Ben Russel, que lució un pañuelo palestino y acusó a Israel de genocidio.

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Por su parte, el documentalista palestino Basel Adra, que recibió un premio por una cinta sobre las expulsiones de palestinos en Cisjordania ocupada, acusó a Israel de “masacrar” a la población palestina y criticó las ventas de armas de Alemania a Israel. Sus declaraciones fueron aplaudidas por el público en la sala.

Una responsable del Partido Socialdemócrata, del jefe de gobierno Olaf Scholz, Helge Lindh, calificó de “chocante” el aplauso del público. “Me avergüenza ver en mi país a gente que hoy aplaude unas acusaciones de genocidio contra Israel”, declaró al diario Die Welt. La Berlinale está financiada principalmente por el Estado alemán.

De momento, la dirección del festival no reaccionó oficialemente a la polémica, pero indicó al diario Die Welt que las declaraciones de los cineastas durante la ceremonia eran “opiniones individuales e independientes” del certamen. La Berlinale está “explícitamente en contra de la discriminación y de todas las formas de odio”, pero considera importante que exista “la expresión libre de opiniones” dentro de “los límites de la ley”, señaló el festival.

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Oso de Oro para documental

La 74ª edición de la Berlinale otorgó ayer sábado el Oso de Oro al documental “Dahomey”, de la directora francosenegalesa Mati Diop, que narra la restitución a Benín de 26 obras saqueadas por las tropas coloniales francesas en 1892. El jurado, presidido por la actriz mexicanokeniana Lupita Nyongo’o, la primera persona negra en ocupar el prestigioso puesto, se mantuvo fiel a la tradición política de este festival.

“Podemos olvidar el pasado, una carga desagradable que nos impide evolucionar, o podemos asumir la responsabilidad, utilizarlo para avanzar”, declaró Diop al recibir el galardón. “Como francosenegalesa, cineasta afrodescendiente, elegí estar con quienes se niegan a olvidar, con quienes rechazan la amnesia como método”, añadió.

“Dahomey” cuenta la restitución en noviembre de 2021 a Benín de 26 obras saqueadas por las tropas coloniales francesas. Diop ya había recibido el Gran Premio en Cannes en 2019 por su película “Atlantics: A Ghost Love Story”, que narra el destino de los migrantes que escapan de África por el mar.

A la directora le gustaría que su película sea “vista en un máximo de países africanos”, así como “en las escuelas y las universidades”, dijo a la AFP. Se trata de la segunda película africana en recibir el Oso de Oro, después de la sudafricana “U-Carmen e-Khayelitsha”, de Mark Dornford-May, en 2005. El año pasado, el preciado galardón fue atribuido al francés Nicolas Philibert por su documental “Sur l’Adamant” (“En el Adamant”), un relato del día a día en un psiquiátrico.

Por otro lado, el jurado recompensó este sábado al cineasta dominicano Nelson Carlo de Los Santos Arias con el Oso de Plata al mejor director por “Pepe”, su enigmático docudrama que invoca al fantasma de un hipopótamo que perteneció al capo colombiano de la droga Pablo Escobar. El rumanoestadounidense Sebastian Stan recibió el premio a la mejor actuación principal por su interpretación en “A Different Man”.

El gran galardón del jurado recayó en un asiduo al certamen, el director surcoreano Hong Sang-soo, por la cinta “A Traveller’s Needs”, en la que participa la francesa Isabelle Huppert, que cuenta la historia de Iris, una mujer mayor que improvisa como profesora de francés en Corea del Sur y se aficiona al alcohol. Por otro lado, la película “L’Empire”, del francés Bruno Dumont, obtuvo el premio del jurado.

De París a Cotonú

Para relatar la historia de 26 obras saqueadas en 1892 por las tropas coloniales francesas en el reino de Dahomey, en el centro-sur del actual Benín, compuesto en aquel entonces por diferentes reinos, la directora Diop dio voz (en off) a la estatua del rey Ghezo.

En la lengua de Benín, el fon, el rey se queja de haber perdido su nombre, pasando a ser denominado únicamente por un número, “el 26″, en las reservas del museo etnológico francés del Quai Branly, situado en París. El monarca describe cómo lo arrancaron de su tierra, su vida en el exilio y su reciente repatriación a un museo de Cotonú, capital de Benín.

La restitución tuvo lugar el 10 de noviembre de 2021 y se hizo a iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo beninés, Patrice Talon, pero estos no aparecen en el filme. La directora insiste en que solo se devolvieron 26 obras, de “las 7.000 que siguen cautivas en el museo del Quai Branly”.

Fuente: AFP.

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