Desde la ciudad de Encarnación suena “Cayendo el sol”, una canción romántica que fusiona ska, reggae y rock, que está dedicada a la mujer encarnacena y al atardecer de la Perla del Sur, en el departamento de Itapúa, y que marca el tercer corte de difusión de Circo Vinilo, disponible desde el 8 de febrero pasado.
“Con su belleza y esplendor nos lleva a recordar esos hermosos momentos que hemos compartido con esa persona tan especial, apreciando el atardecer sureño, acompañado de un rico tereré, a orillas del río Paraná”, refieren los músicos paraguayos sobre su localidad natal que inspira este lanzamiento grabado en Posadas con el músico y productor argentino Fernando Quintana. El arte de tapa estuvo a cargo del ilustrador encarnaceno Cristian Barboza.
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Formada entre julio y agosto del 2020 en Encarnación, la agrupación está integrada por Maxi Domínguez (voz), Juampi Rodríguez y Jhonatan Díaz (guitarras), Daniel Coronel (batería), Mati Duarte (bajo), Gabriel Griffith (trombón), Blas Bejar (teclado) y Santiago Cañete (percusión).
Circo Vinilo debutó con “Citadino” en el 2021, al que siguió “Deja vu”, en setiembre del 2022. El grupo participó en los eventos más importantes de su ciudad, como el aniversario de Encarnación, dónde compartieron escenario con Kchiporros y Tierra Adentro; en el concierto de la final de la Copa Paraguay en el estadio Villa Alegre; así como teloneros de La Mancha de Rolando, ante 30 mil personas, en la Costanera San José.
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Encarnación: familia de fallecidas en edificio colapsado clama justicia
Familiares de la señora Hermelinda Báez (55) y su nieta, Monserrat Brítez (15 años), fallecidas en el derrumbe del edificio en construcción en Encarnación el miércoles 2 de abril, claman justicia tras el trágico suceso. Cuestionan que las autoridades municipales se echen la culpa unas a otras en torno a la responsabilidad de los hechos.
Karen Alfonso, madre de la joven, dijo que pidió a un abogado que realice las gestiones judiciales a fin de que la muerte de sus seres queridos no quede impune.
“Son varios los responsables, pero quien encabeza es el intendente. Y digo esto porque él firmó para que la construcción siguiera, pese a las irregularidades que tenía”, dijo al canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
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Culpó al intendente Luis Yd
Acusó al intendente Luis Yd de firmar la autorización a la constructora, pese a las irregularidades en la presentación de los planos de la obra. “El sabía que había irregularidades, y aún así decidió firmar, cobrar una multa y continuar con la construcción. La verdad que me siento mal, indignada y destruida porque en primer lugar él aparte de su falla legal se burló de mí y de mi familia”, afirmó.
La joven madre insistió en la responsabilidad del municipio que autorizó la construcción. “El director de Obras le culpó a mi hija y a su abuela por estar en el lugar equivocado. Y si no eran ellas, obviamente que iban a ser otras, porque ese lugar no era seguro. Y quiénes son los responsables, según mi conocimiento es la Municipalidad y el que dirige, por supuesto”, remarcó.
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Derrumbe de edificio: comisión admite errores en el proceso municipal
Tras varios días de análisis y debate, la comisión de obras de la municipalidad de Encarnación emitió un dictamen respecto a las condiciones de construcción y los procesos de habilitación de la obra del edificio que se derrumbó en el barrio San Rafael la semana pasada y se cobró la vida de dos personas.
Los integrantes de la comisión listaron una serie de irregularidades que fueron detectadas tras el estudio de los planos presentados para la construcción del mismo, confirmando que no contaba con el estándar de seguridad necesario para su habilitación.
El arquitecto Keiji Ishibashi, concejal y titular de la comisión de obras de Encarnación, explicó en conversación con el programa “Arriba hoy”, emitido por GEN y Universo 970 AM, que de ninguna manera las observaciones administrativas que se realizaron pueden ser concluyentes para determinar las causas del derrumbe, esto atendiendo siempre a la búsqueda de la justicia.
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El mismo remarcó que, según la ley, en todos los casos el responsable por la ruina de un edificio es indefectiblemente el constructor, a pesar de si los planos y las aprobaciones se encuentran correctamente ejecutados o no, ya que la responsabilidad recae siempre en quien edifica.
“Lo que sí evidenciamos es que hay una conducta en esta obra en particular de que lo aprobado no es lo que finalmente se construye y eso se pudo verificar tras la fiscalización y son cuestiones que se deben de afinar a la hora de protocolizar las aprobaciones tanto de obras nuevas como de obras de ampliación”, comentó el concejal Ishibashi.
El mismo enfatizó la necesidad de afinar los parámetros protocolares al realizar las aprobaciones, ya que, según cada declaración de construcción, se utilizan diferentes parámetros de control según las necesidades administrativas.
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La industria musical lucha con poco éxito contra los abusos de la IA
- Nueva York, Estados Unidos. AFP.
La industria musical lucha en las plataformas, en los tribunales y con los políticos para evitar el expolio y la apropiación indebida de sus contenidos a través de la inteligencia artificial generativa (IA), pero los resultados son limitados por el momento. La discográfica Sony Music asegura haber pedido que se retiren de Internet 75.000 deepfakes, lo que ilustra la magnitud del fenómeno.
Muchos aseguran que hay tecnología para detectar estas canciones producidas por software de IA, sin la participación del artista. “Aunque parezcan realistas, las canciones creadas con IA presentan ligeras irregularidades de frecuencia, ritmo y firma digital que no se encuentran en la voz humana”, explica Pindrop, especializada en la identificación de voces.
Basta con unos minutos para detectar, en YouTube o Spotify, los dos principales destinos de streaming musical, un falso rap de 2Pac sobre pizzas o una versión de Ariana Grande de un éxito de K-pop que nunca interpretó.
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“Nos tomamos esto muy en serio y estamos desarrollando nuevas herramientas para mejorar” la detección de IA falsa, explicó esta semana Sam Duboff, responsable de política regulatoria de Spotify, en el canal de YouTube Indie Music Academy. YouTube también afirmó estar “perfeccionando (su) tecnología con (sus) socios”, y podría hacer anuncios en las próximas semanas.
Jeremy Goldman, analista de Emarketer, señala que “los actores maliciosos van un paso por delante” de la industria. “YouTube tiene miles de millones de dólares en juego”, añade, “así que uno pensaría que se las arreglarán para solucionar el problema (...) porque no quieren ver cómo su plataforma se convierte en una pesadilla de IA”.
“Uso justo”
Pero más que con los deepfakes, la industria musical está preocupada por el uso no autorizado de sus contenidos para desarrollar interfaces especializadas de IA generativa como Suno, Udio y Mubert. En junio, varios grandes sellos discográficos presentaron una demanda en un tribunal federal de Nueva York contra la empresa matriz de Udio, a la que acusan de desarrollar su software utilizando “grabaciones protegidas por la propiedad intelectual con el objetivo último de desviar a oyentes, fans y potenciales usuarios de pago”.
Más de nueve meses después de la demanda, aún no hay fecha para un eventual juicio. Tampoco la hay para un caso similar contra Suno en Massachusetts. En el centro del debate jurídico está la noción de “uso justo”, que puede limitar la aplicación de los derechos de propiedad intelectual en determinadas condiciones.
“Estamos en una zona de auténtica incertidumbre” sobre la interpretación, por los tribunales, de los criterios, afirma Joseph Fishman, profesor de Derecho de la Universidad de Vanderbilt. No obstante, las primeras sentencias no supondrán la última palabra, porque “si los tribunales empiezan a discrepar” en sus fallos, el Tribunal Supremo podría tener que pronunciarse, advierte el académico.
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Mientras tanto, los principales actores de la IA musical siguen desarrollando sus modelos con datos protegidos, lo que plantea la cuestión de si no se ha perdido ya la batalla. “No estoy seguro” de que sea demasiado tarde, dice Joseph Fishman. Muchas de estas interfaces se han desarrollado utilizando material protegido por derechos de autor, pero no paran de salir nuevos modelos”, y es posible que éstos deban tener en cuenta una posible sentencia judicial vinculante.
De momento, sellos, artistas y productores tampoco han tenido mucho éxito en el tercer frente de esta ofensiva, el legislativo. Se han presentado numerosos proyectos de ley en el Congreso de Estados Unidos, pero hasta ahora todos han sido desoídos. Algunos estados, Tennessee en particular, han aprobado leyes que se centran principalmente en los deepfakes.
Para empeorar las cosas, Donald Trump se ha erigido en paladín de la desregulación, en particular de la IA. Varios gigantes de la inteligencia artificial se han subido al carro, en particular Meta, para quien “el gobierno debería dejar claro que el uso de datos públicos para desarrollar modelos es inequívocamente un uso justo”.
Si la administración Trump siguiera este consejo, inclinaría la balanza en contra de los profesionales de la música, aunque es probable que los tribunales tengan la última palabra. El panorama no es mucho mejor en el Reino Unido, donde el gobierno laborista ha lanzado una consulta con vistas a flexibilizar la ley de propiedad intelectual para facilitar el acceso a los desarrolladores de IA.
En señal de protesta, más de 1.000 artistas se unieron para publicar a finales de febrero un álbum silencioso titulado “¿Es esto lo que queremos?”. En opinión de Jeremy Goldman, los abusos de la IA siguen afectando a la industria musical porque “está muy fragmentada, lo que la sitúa en desventaja a la hora de resolver el problema”.
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Rubby Pérez, soñaba con ser beisbolista y logró jonrones musicales
- Santo Domingo, República Dominicana. AFP.
El dominicano Rubby Pérez soñaba con ser beisbolista cuando Juan Marichal deslumbraba en las Grandes Ligas, pero un accidente de tránsito le llevó a la música. Terminó convertido en una de las voces más emblemáticas del merengue. Roberto Antonio Pérez Herrera puso a bailar con el nombre de Rubby a todo el Caribe con éxitos como “Volveré”, “Enamorado de Ella” o “Buscando tus besos”.
Falleció el martes 8 de abril a los 69 años cuando colapsó el techo de una discoteca en la que se presentaba en Santo Domingo. El accidente deja cerca de un centenar de muertos. República Dominicana declaró tres días de duelo. Nacido el 8 de marzo de 1956 en Bajos del Haina, comenzó su carrera musical a finales de la década de 1970, después de estudiar en el Conservatorio Nacional de Música.
Sobre los escenarios se ganó el derecho a ser llamado “La Voz Más Alta del merengue”. “Estoy destrozado... El mejor cantante que ha dado el género, la voz más alta del merengue. El amigo y el ídolo de nuestro género se nos acaba de ir”, lamentó otro mito de este ritmo bailable, Wilfrido Vargas, con quien Rubby Pérez saltó a la fama hace más de cuatro décadas.
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“Me la pasaba jugando pelota”
“Yo me la pasaba jugando pelota”, recordó Rubby Pérez en una vieja entrevista con el programa Al Tanto TV. En República Dominicana, país extasiado por el béisbol, su padre era fanático de uno de los equipos locales más populares, los Leones del Escogido, y esperaba ver a su hijo en los diamantes, así como su abuela, quien le crió, seguidora de otro de los clubes icónicos de esa nación, las Águilas Cibaeñas.
“Papá decía que yo tenía que ser el segunda base del Escogido”, rememoró entonces. Todo cambió cuando fue atropellado por una camioneta a los 15 años, lo que le dejó lesiones permanentes en la pierna derecha. Sería su hermano, Neifi, quien cumpliría los sueños de su hogar beisbolero, con una carrera que lo llevó a las Grandes Ligas por 12 temporadas.
La música arropó a Rubby, quien tuvo siete hijos, cinco mujeres y dos hombres. En el hospital, durante su larga rehabilitación, cantaba y tocaba una guitarra para entretenerse. Otros pacientes, impresionados, pedían más, más y más. No sabían su nombre, así que se referían a él por su número de cama: “Cama 13″.
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Jonrones musicales
Poco después de sumarse a grupos de merengue, uno de los ritmos tropicales bailables de más popularidad, su fama explotó en 1982 al unirse a la orquesta de Wilfrido Vargas. “Volveré, volveré. Porque te quiero, hasta tu puerto volveré”: su voz sonaba sin parar en la radio, primero en Dominicana y luego en todo el Caribe.
Se hizo solista en 1987 y los éxitos continuaron sin parar. Sus temas llegaron a las prestigiosas listas Billboard. “Yo soy un cuarto bate y doy jonrones en la música”, bromeó una vez como un guiño a su vieja pasión beisbolera. Su hija mayor, Zulinka, relató a la prensa que los rescatistas lo ubicaron entre los escombros de la discoteca Jet Set al oírle... cantando. No resistió, pero su voz seguirá tronando en las pistas de baile, como prometía en otro de sus muchos éxitos: “Sobreviviré”.