“Ignacio: Mi tierra, Mi sangre” se titula la propuesta de la productora “Su imagen”, filme que retrata la vida de un niño de 12 años que combatió en la Guerra de la Triple Alianza. La historia basada en hechos históricos estuvo bajo la dirección de Dan Morínigo y Giselle Machado; proyecto que busca educar e inspirar el patriotismo.
El protagonista de la cinta es Ezequiel Báez, quien interpreta a Ignacio. Otras personalidades que hacen parte del largometraje son: Mario Toñanez, Martín Oviedo, Lourdes Torres, entre otros, asimismo participaron 1.500 extras en escena, 800 soldados con sus respectivas montadas con el apoyo de todas las Fuerzas Militares y más de 10 actores extranjeros, en más 7 meses de rodaje. El adelanto del filme nacional se estrenó a mediados de agosto, la cinta llegará a los cines en mayo del 2024.
“Es una película que fue declarada de interés nacional por parte de la Honorable Cámara de Senadores, interés artístico por la Honorable Cámara de Diputados del Paraguay, interés institucional por el Ministerio de Defensa y Ministerio de la Mujer, interés educativo de parte del Ministerio de Educación y Ciencias e interés cultural de parte del Ministerio de Cultura”, según informó la producción del filme.
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Sinopsis
Paraguay en 1870, Ignacio, un niño de 12 años, que vive en un pequeño pueblo de Piribebuy durante la guerra con su familia. Su papá, un soldado y maestro escolar del pueblo, su madre como maestra reemplazante cuando estalla la guerra.
En medio de la guerra, Ignacio se separa de su familia, debe de enfrentar el horror de la guerra y sobrevivir en un entorno trágico y peligroso, pero su determinación por encontrar a su familia lo mantiene vivo y le da la fuerza para seguir luchando. Su mamá se une a la Caravana en busca de su hijo desaparecido (IGNACIO), enfrentando los desafíos y peligros de la guerra para reunirse con su hijo.
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Abordan con El Salvador la restauración del documental sobre Mangoré
El Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP) y el Ministerio de Cultura de El Salvador han iniciado un diálogo clave para fortalecer la cooperación cultural entre ambos países, destacando el impulso a la cinematografía paraguaya y la preservación de patrimonio cultural.
En una reunión virtual celebrada el 23 de octubre, el director ejecutivo del INAP, Christian Gayoso, y el director general de Comunicaciones Institucionales del Ministerio de Cultura de El Salvador, Jairo Walberto Molina Castro, acordaron acciones concretas para promover el cine paraguayo en El Salvador.
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Entre las iniciativas sobresale la organización de un ciclo de cine paraguayo, que permitirá al público salvadoreño disfrutar de una selección de películas nacionales, generando un intercambio cultural entre ambos países y ampliando el acceso a las producciones paraguayas en el ámbito internacional.
Además, se abordaron los avances del proyecto de restauración del documental sobre Agustín Pío Barrios, Mangoré, una pieza audiovisual que homenajea al icónico guitarrista y compositor paraguayo. Este esfuerzo de restauración no solo busca preservar un material histórico invaluable, sino también resaltar la figura de uno de los más grandes exponentes de la música paraguaya. Carlos Molina, experto en la restauración, presentó los detalles técnicos de este trabajo que busca revitalizar el legado de Barrios para futuras generaciones.
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Primer egresado de la beca del INAP en Cuba dará talleres sobre producción de series
El Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP) recibió la visita de Claudio Servín, primer egresado de la beca completa otorgada en 2022 por el INAP y la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) para estudiar en la prestigiosa Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños, en Cuba, anunciando su proyecto de ofrecer talleres y laboratorios sobre producción de series.
“Fueron dos años muy intensos, llenos de aprendizajes. Valió totalmente la pena el esfuerzo, tanto personal como familiar, y no tengo más que agradecimiento al INAP por el apoyo. Esta experiencia abre el panorama, te llena de ideas y de contactos, y me motiva a seguir desarrollando el audiovisual en Paraguay”, expresó Servín, que cursó la Tecnicatura de Edición y Producción de Televisión y Nuevas Narrativas, y ahora tiene el objetivo de compartir su experiencia y contribuir al desarrollo del audiovisual en el país.
“Escape del Paraguay”, creado y producido por Servín, es una producción seleccionada recientemente para participar en el Mercado Audiovisual Entre Fronteras (MAEF) 2024, un evento organizado por el IIAVIM, el INAP e IECINE, con el apoyo de la ACAU, que impulsa la visibilidad de talentos regionales en el ámbito internacional.
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Gracias a la beca, Servín ahora cuenta con varios proyectos en desarrollo, incluyendo una serie y un largometraje documental. Además, durante la reunión con el director ejecutivo del INAP, se abordó la posibilidad de establecer contrapartidas en forma de talleres y laboratorios, donde el becario podría colaborar en la formación de nuevos talentos y en la producción de series, un área en constante crecimiento en Paraguay.
La convocatoria que otorgó estas becas se enfocó en formar a jóvenes interesados en la cátedra antes citada, áreas claves para fortalecer la industria nacional. La beca cubrió en su totalidad los costos de matrícula, vivienda, alimentación, seguro médico y transporte anual, y fue resultado de un trabajo mancomunado entre el INAP y la SNC, subrayando el compromiso de ambas instituciones en promover el desarrollo de talentos paraguayos en el campo audiovisual.
El INAP y la SNC, a través de este esfuerzo conjunto, reafirman su compromiso con la profesionalización del sector audiovisual y su apoyo a jóvenes paraguayos que desean fortalecer sus conocimientos en cine y televisión. Esta convocatoria y el retorno de sus becarios representan un avance significativo para el cine paraguayo y una oportunidad para que el país siga creciendo en el ámbito internacional del audiovisual.
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“No entres” llegará a la Hora Cero del Festival de Mar del Plata
La taquillera película “No entres”, dirigida por Hugo Cardozo después del éxito de “Morgue”, es la primera presencia paraguaya confirmada hasta el momento para la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que celebrará sus 70 años a través de su edición número 39, entre el jueves 21 de noviembre y el domingo 1 de diciembre, en la ciudad bonaerense.
La producción paraguaya, que continúa en la cartelera local desde agosto pasado, será parte de la sección denominada Hora Cero, con funciones especiales a medianoche dedicadas a películas de terror, fantasía y otros géneros extremos, que tienen un fiel público en este festival, el único en América Latina con categoría A. El relato sobre dos youtubers que se adentran en una casa abandonada para obtener más seguidores será visto por primera vez en sala comercial por el público argentino.
A casi un mes de su nueva edición el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata sigue develando su programación y anunció nuevos títulos en las secciones no competitivas, con una importante cabida al cine argentino, trae muchos nuevos títulos de la cinematografía internacional y celebra sus 70 años con retrospectivas y homenajes. Las películas que participarán de las 5 competencias serán reveladas el 12 de noviembre en una presentación para la prensa en el cine Gaumont de Buenos Aires.
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Panorama argentino
A los 15 largometrajes argentinos que fueron seleccionados para competir se suman otros 7 que formarán parte del Panorama argentino y estos son: “Reflejado” de Juan Baldana, “Por tu bien” de Axel Monsú, “Hasta que la muerte nos separe” de Lucas Ríos, “Entre reinas” de Male Fainsod y Tomás Morelli, “La imagen santa” de Pablo Montilau, “Desentierros” de María Julia Blanco y “Mauricio Wainrot: entre bambalinas” de María Teresa Constantini. Otros dos documentales argentinos se proyectarán en la sección BSO, “Lalo” de Alejandro Clancy y “El agujerito” de Ana Hayzus y Leandro Elljal.
La abundante programación del ciclo España en Movimiento dentro de la sección Panorama suma, además de “Volveréis” de Jonás Trueba, a “Desmontando un elefante” de Aitor Echeverría, con Darío Grandinetti, Emma Suárez y Natalia de Molina, “Tratamos demasiado bien a las mujeres” de Clara Bilbao, con Antonio de la Torre, Carmen Machi y Luis Tosar, “La casa” de Álex Montoya, con Diego Verdaguer, “Lo carga el diablo” de Guillermo Polo, con Antonia San Juan, “Los Tortuga” de Belén Fuentes, con Antonia Zegers, “¿Quién quiere casarse con un astronauta?” de David Matamoros, con Raúl Tejón, “Valenciana” de Jordi Núñez, con Conchi Espejo y Ángela Cervantes y los documentales “Mariposas negras” de David Baute y “La fugida” de Josep Morell, Guillem Sánchez y Marc M. Sarrado.
Del cine francés también se podrá ver “Un ours dans le Jura” de Franck Dubosc, con Laure Calamy. Del checo “Endless Summer Nights” de Kaveh Daneshmand, del lituano “Toxic”, ganadora en Locarno y del inglés “The Outrun” de Nora Fingscheidt, con Saoirse Ronan. También estará presente “The Return” de Umberto Pasolini, con Ralph Fiennes, Juliette Binoche y Ángela Molina.
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Cine asiático
Además de Japón, cuya programación también incluye “All the Long Nights” de Sho Miyake, no faltará el cine asiático. De India también se proyectará “Logout” de Amil Golani, y de Malasia “To Kill a Mongolian Horse” de Xiaoxuan Jiang. El Líbano participará con el documental “We are Inside” de Farah Kassem e Israel con “Halisa” de Sophie Artus, “Hemda (Bliss)” de Shemi Zarhin y “Of Dogs and Men” de Dani Rosenberg. Completa la lista la australiana “My Eyes” de Angela How.
El festival también mantendrá sus secciones Mar de Chicos y Chicas y Hora Cero. En la primera podrá verse “Flow”, película animada de Gints Zibalodis que ha ganado premios en Annecy, Guadalajara, Melbourne y Atenas, así como “That Christmas” de Simon Otto, con guion de Richard Curtis y Peter Souter. La segunda está integrada por la producción paraguaya “No entres” de Hugo Cardozo, “Ghost Killer” del japonés Kensuke Sonomura, la coreana “The Tenants” de Yoon Eunkyoung y las estadounidenses “Canina” de Marielle Heller, protagonizada por Amy Adams y el documental “Chain Reactions” de Alexandre O. Phillipe.
Fuente: Tommy Pashkus Agencia.
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Grandes productoras argentinas quieren filmar en Paraguay, afirma el cineasta Hernán Moyano
Por Carlos Miguel Giménez, carlos.gimenez@nacionmedia.com.
La situación económica del Paraguay atrae la atención de inversores de todo el mundo y el rubro del cine no escapa de ese interés, por lo que grandes empresas exploran las bondades de venir a filmar películas y series en nuestro país. El cineasta argentino Hernán Moyano acaba de dirigir su primer rodaje en Asunción y, mientras desarrolla nuevos guiones que serán grabados acá en el año 2025, refirió al diario La Nación/Nación Media, que importantes productoras de Argentina miran con gran expectativa el mercado audiovisual local, atendiendo también a que en el vecino país persisten las dificultades económicas.
Con el director paraguayo de “Morgue” y “No entres”, Hugo Cardozo, el cineasta originario de La Plata (Argentina) compartió la dirección de la película de terror “El ritual del libro rojo 2: La puerta del infierno”, cuyo rodaje duró seis jornadas, entre el lunes 29 de julio y el sábado 3 de agosto, producida por empresas de Nueva Zelanda (Black Mandala Films), Argentina (Nicolás Onetti) y Paraguay, a través de Urban Achievers S.A., que encabeza René Ruiz Díaz (”Los buscadores”, “No entres”).
Se trata de la secuela de “The Red Book Ritual” (2022), una película de episodios, que tiene previsto su estreno para la primera mitad del 2025. El proyecto se rodó íntegramente en inglés, apuntando principalmente al mercado de habla inglesa, y está protagonizado por los actores paraguayos Mario Martí, Lizzie Gómez, Tainá Lipinski, Matías Miranda, Lucía Báez y Bianca Vacchetta.
Hernán Moyano vino a Asunción a fines del 2023, convocado para integrar el plantel docente de Cine TIA, de la dupla Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori (”7 cajas”); así como en el proyecto “Maldecidos” del productor René Ruiz Díaz, que recientemente logró fondos del instituto de cine local y de Ibermedia. Es un conocido referente y articulador dentro del cine de género en Latinoamérica, luego de ser parte de una movida cultural en La Plata que produjo una decena de películas de terror. También fomentó plataformas de difusión de este género a través de libros, webs, gremios y festivales. Dirigió videoclips, documentales y una serie animada en formato fulldome.
Entrevista
- ¿Cuál es tu balance general de tu primer rodaje en Paraguay?
- Muy bueno. La verdad es que siempre es difícil ensamblar un equipo de trabajo que no se conoce, codirigir con un director con el que nunca trabajaste, acostumbrarse a algunas situaciones concretas de cada industria y, además, asumir la responsabilidad de escribir y dirigir una película en territorio extranjero. Siempre es un doble desafío.
El rodaje se desarrolló con bastante normalidad y ahora estamos en el proceso de posproducción. Estoy contento con el resultado en esta etapa, en la que acabamos de terminar el corte de montaje junto a Hugo Cardozo. Siento que la película tiene un look muy internacional y que tanto los aspectos técnicos como las actuaciones están a un nivel muy alto. Eso me enorgullece, sobre todo porque es una oportunidad para mostrar el trabajo de artistas y técnicos locales sumamente talentosos, que están a la altura de industrias mucho más potentes y desarrolladas. Siento que desde Paraguay se pueden hacer contenidos de altísima calidad; solo hace falta que los productores locales crean en ello y se arriesguen a emprender proyectos cinematográficos con más frecuencia. Los técnicos y actores están ávidos por filmar ficciones y contar historias de todos los géneros.
Además, tuve el privilegio de poder trabajar con experimentados talentos locales como Armando Aquino en la fotografía, Pati Sánchez en la producción, Estefanía Ortiz en el arte y Mario Martí en la dirección de actores, entre otros.
- ¿Cómo ha sido esa primera experiencia de codirigir?
- Es mi primera experiencia codirigiendo, y tenía un poco de miedo, no por Hugo, sino porque codirigir implica encontrar una dinámica entre dos visiones, dos formas de trabajo, dos caracteres distintos, y hacer que todo fluya en la misma dirección, aprovechando las fortalezas de ambos directores para potenciar la película. Afortunadamente, en el set todo fluyó bien y cada uno encontró su espacio. Yo estuve más a cargo de todo lo relacionado con los actores, desde los ensayos previos hasta sus actuaciones frente a cámara, además de contenerlos emocionalmente. La dirección de actores la hicimos junto a Mario Martí, que era el único actor que tenía experiencia en cine, por lo que fue importante mantener tranquilos a los demás actores y ayudarles a sacar el máximo de sus capacidades. Por suerte, eso sucedió, y creo que todos estamos felices con el proceso. Hugo, por su parte, se encargó más de la parte técnica, lo que permitió una buena comunión entre ambos. En la posproducción de imagen ocurrió algo similar: cada uno hizo su corte de edición, y rápidamente acordamos cuál era el mejor camino para la película.
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- ¿En qué etapa se encuentra la película “El ritual del libro rojo 2″? ¿Qué peculiaridades tiene y a qué público apunta?
- Actualmente estamos en el proceso de diseño de sonido, corrección de color, concreción de los efectos visuales y musicalización. Luego vendrán los procesos de mezcla y otros relacionados con el acabado profesional de la película. La idea es tenerla lista para principios de 2025 y comenzar su recorrido por festivales internacionales.
En esta etapa estamos por comenzar el diseño de sonido con un talento enorme con el que tuve la suerte de trabajar en muchas de mis películas que es Germán Suracce, mi histórico director de sonido que está en Argentina.
La película tiene la particularidad de ser episódica y está hablada en inglés. Hay profesionales de primer nivel involucrados en los demás episodios, lo que elevó mucho la vara para nosotros. Lo interesante es que el segmento local es el núcleo de la película y el hilo conductor, por lo que es el más importante. Creo que esto debe ser un motivo de orgullo para nosotros como productores, sobre todo porque abre puertas para continuar con coproducciones internacionales y seguir visibilizando el trabajo de artistas locales, algo que siempre fue mi idea desde que llegué a Asunción.
- ¿Qué podés comentar sobre el interés que genera ahora Paraguay para las productoras argentinas, considerando la situación allá?
- La sinergia entre Argentina y Paraguay siempre existió, y de hecho gran parte de la producción local ha sido llevada adelante en colaboración con ambos países. Sin embargo, ahora siento que esa relación se está potenciando. Desde mi llegada a Paraguay, las productoras más grandes de Argentina no han dejado de contactarme para conocer las condiciones de rodaje locales, las capacidades técnicas y artísticas. Creo que la situación actual en Argentina potencia la posibilidad de que Paraguay se convierta en un polo de producción de contenidos y de servicios de producción internacional. No solo se debe a la situación política en Argentina, sino también a la diferencia de costos y las oportunidades que ofrece Paraguay, las cuales contrastan con las de otros países de la región. Siento que 2025 va a marcar un antes y un después para la industria local, y los productores deben estar preparados para la ola de contenidos y proyectos que se avecinan.
En alguno de nuestros proyectos ya estamos asociados con productoras argentinas y espero que el interés continúe en ascenso y podamos coproducir o dar servicios de producción para otras productoras de mi país y de esa manera sentirme mucho más cerca de casa y seguir haciendo lo que más me gusta que es tender puentes entre gente de cine.
- ¿Qué factores potenciales y qué aspectos a mejorar ves en Paraguay para atraer rodajes internacionales?
- Para mí, lo principal es que los productores locales estén preparados para responder a las necesidades de esas producciones internacionales, tanto a nivel técnico como humano, y que piensen a futuro, en lugar de ser absorbidos por el día a día. Siento que muchos aún piensan a corto plazo y no tienen una visión más amplia del panorama y de los cambios en la industria a nivel latinoamericano. No quiero generalizar, pero me he encontrado con esa situación en algunas reuniones.
Creo que los entes gubernamentales dedicados al fomento del cine y en las instituciones educativas tienen que hacer un especial foco sobre todo en el área de guion y desarrollo de proyectos. He conocido a grandes profesionales, pero siento que todavía debería haber muchos más en esos rubros, que considero clave para poder proponer proyectos con visiones y estéticas propias. No basta con ser una industria que preste servicios de producción; Paraguay debe ser una usina creativa con historias propias para contar.
No veo una conexión tan directa entre las escuelas de cine y la industria. Con la cantidad de estudiantes de cine que hay en el país, debería haber muchos más profesionales inmersos en el mundo productivo, pero eso no está ocurriendo. Lo he conversado incluso con profesionales de la publicidad, quienes me han señalado la falta de renovación de gente joven en los sets. El problema tiene varias aristas: a veces, los docentes son demasiado permisivos en cuanto al nivel de exigencia, y también hay alumnos que se conforman con obtener un título sin buscar la experiencia práctica, que es lo más valioso en este oficio. En cine, la experiencia es todo; el verdadero título lo da la calle. No se puede ser director, guionista o productor desde el sillón de tu casa. Hay que salir y producir, con presupuesto o con un celular. Siento que hay que seguir trabajando para transmitir ese espíritu.
En este corto tiempo que he estado aquí, he conocido a profesionales de primer nivel y, además, a grandes personas. La industria paraguaya tiene todo para explotar. Creo que solo falta que los protagonistas de esta historia se den cuenta de ello y empiecen a creer más en sus posibilidades y potencial. Aún existe la idea de que el extranjero siempre sabe más que el local, y eso es lo que hay que erradicar. Siempre he creído que, para crear, primero hay que creer. En ese camino, hay que ser un poco inconsciente y atreverse. Nada bueno sale de la comodidad en nuestro oficio. Hay que arriesgarse y ser osado. El mundo es para los valientes.
Además, creo que los productores locales deberían estar más unidos y vinculados. Creo que aún no han logrado entender que unidos van a poder encarar mucho más fácil los desafíos y evitar que los productores extranjeros planteen las reglas del juego.
- ¿Cuáles proyectos de guiones podés comentar que están avanzados?
- Tengo varios proyectos avanzados. Por suerte, Asunción me encontró en uno de mis picos de creatividad, lo que atribuyo a lo cómodo que me han hecho sentir desde que llegué. Asunción realmente se ha convertido en un lugar donde puedo trabajar tranquilo, sin el estrés constante que vivimos en Argentina, pero, además, el lugar me inspira muchísimo para nuevas historias. También he encontrado gente con muchas ganas de producir y hacer crecer la industria.
Siempre estaré agradecido a René Ruiz Díaz, quien confió en mí y me trajo para desarrollar proyectos conjuntos, además de vincularme con más profesionales y ayudar a generar proyectos de diferente envergadura. Siento que fue un visionario al anticipar lo que está pasando y lo que pasará a nivel local con la llegada de inversiones en el ámbito cinematográfico.
Actualmente, estoy escribiendo dos guiones: un drama romántico para un productor local y una película de terror que esperamos poder filmar en 2025 aquí en Asunción. También tenemos varios proyectos más en carpeta que, estimo, también se filmarán en 2025, y algunos ya tienen fondos internacionales adjudicados, como es el caso de “Maldecidos”, una película de horror paranormal muy cruda y salvaje que llevaremos adelante con René y otros productores extranjeros.
Estuve desarrollando un proyecto del que no puedo contar demasiado, pero que están involucrados Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia y que es para el mercado internacional. Ahí escribí el guion y desarrollé la biblia del proyecto.
Realmente creo que en 2025 filmaremos entre dos o tres películas aquí en Asunción. Si eso sucede, creo que marcará el inicio de una producción sostenida de cine, que era mi sueño cuando decidí dejar todo atrás y aventurarme a producir aquí con talento local. Ojalá, de alguna manera, pueda contribuir a que todo ese talento se visibilice en el exterior. Ese es mi principal anhelo, más allá de seguir desarrollando mi carrera y continuar aprendiendo.
Dentro del masterplan para los próximos años espero poder filmar varios más de los proyectos que tengo ya escritos y otros que quiero desarrollar si las condiciones me lo permiten. Aún tengo que definir y cerrar mi estadía en Paraguay para 2025. Espero que todo se acomode porque realmente me encanta vivir aquí y seguir produciendo en estas tierras.
- ¿Cuál fue tu aporte para la película “No entrés” y qué expectativas tenés sobre el cine de terror paraguayo, ahora que se abre al mercado internacional?
- Trabajé como script doctor con Hugo, es decir, revisé el guion que había y realicé un análisis de sus fortalezas y debilidades. A partir de ahí, trabajamos en la versión de rodaje junto a Hugo. Estoy muy contento de ver cómo sigue creciendo como realizador y cómo está internacionalizando su carrera. No sé si todos saben que “Morgue” es la película paraguaya más vendida internacionalmente en la historia, y eso es impresionante para una película de terror independiente. Creo que todavía no se ha puesto en perspectiva el trabajo de Hugo y de René Ruiz Díaz.
También siento que esto se debe a que trabajan dentro del género de terror, que muchas veces es visto de forma paternalista, como si fuera un género menor, cuando en realidad es todo lo contrario. El terror es el género más rentable y popular del mundo. Hay que celebrar esta sinergia entre ellos y apoyarlos para que puedan seguir produciendo con mejores condiciones y realizar mejores películas. No es casualidad que “No entrés” sea una de las películas más taquilleras del año.
- Desde tu rol de educador, ¿qué reflexiones tenés sobre las virtudes y falencias de la enseñanza de cine en Paraguay?
- Siento que la enseñanza de cine en Paraguay tiene grandes virtudes, pero también varios aspectos por mejorar. Creo que falta desarrollar algunos rubros puntuales en las escuelas de cine, y, sobre todo, es necesario abandonar un sistema tan rígido y acartonado que pone énfasis en cuestiones más organizativas, en lugar de actualizar los métodos de enseñanza o sumar profesionales que ya estén trabajando en la industria. El problema es que los profesionales con más experiencia rápidamente se integran al ámbito productivo, principalmente en la publicidad, que obviamente es un sector mucho mejor remunerado que la docencia. Ahí radica parte del problema. Los profesionales más experimentados tienen pasos fugaces por las universidades, y muchos de los docentes son jóvenes recién graduados que aún no tienen la experiencia necesaria en el campo que requiere la docencia en este tipo de carreras.
También percibo que en algunos espacios se prioriza demasiado la teoría y se deja de lado la práctica. En el cine, el título universitario no es lo principal, sino tener obra. Por eso siempre he intentado convencer a los estudiantes de que trabajen sus proyectos universitarios como si fueran parte de su porfolio. Que piensen en grande y que no se limiten. Me pasa que no sé por qué, pero hay una especie de pensamiento local de que todo parece lejano y casi imposible. Son limitaciones propias de una generación que ha crecido con todas las herramientas a su alcance, pero con mucho miedo a tomar riesgos o a la mirada externa y en algunos casos no son alentados en esos espacios educativos. Aquí en Paraguay, particularmente, creo que además se suma la presión que muchas veces ejercen los padres, lo cual está muy presente en las decisiones que los jóvenes toman y en la falta de libertad creativa en algunos casos. Siento que avanzan con el freno de mano puesto por miedo a defraudar a los demás, y en algunos casos, se alejan de sus propios sueños.
Sin embargo, viendo el lado positivo, siento que hay mucho talento esperando vincularse con el medio productivo y que están esperando el momento para dar el salto. Creo que lo que falta es generar ese contagio, que es tan o más importante que la teoría pura y dura. Los docentes debemos predicar con el ejemplo y ayudar a nuestros alumnos a dar sus primeros pasos en la industria.
Me ha tocado conocer casos en los que los docentes imponen su visión sobre qué tipo de cine es “importante” y cuál no. O desestiman ciertos géneros frente a otros, e incluso bajan calificaciones si un alumno hace una crítica positiva de una película local que está en cartelera y que al docente no le ha gustado. Para mí, el hecho de criticar abiertamente el trabajo de realizadores independientes locales en ámbitos de formación cinematográfica me parece lo opuesto a lo que debería ser la docencia. Siento que se habla mucho desde el desconocimiento y desde pedestales de mimbre que lo único que generan es desaliento y frustración en los alumnos. No hay películas, ideas o géneros pequeños, hay mentes pequeñas.
Yo trato de hacer exactamente lo contrario a esa postura. Para mí, la docencia es contagiar pasión, además de impartir formalismos. Si alguien toma un riesgo y produce, ya sea con muchos o pocos recursos, para mí ya es un triunfo. Hay que transmitir esa idea y no tener una mirada elitista sobre los procesos ajenos, especialmente en los trabajos de jóvenes que están dando sus primeros pasos en la industria. Este es un pecado que no es solo local, sino que se repite en todos los territorios. Es un mal de nuestra época: pensar que debemos hablar siempre desde un punto de vista subjetivo, sin poner en contexto nuestras opiniones sobre el trabajo de los demás.
Siento que a veces los docentes imponen una línea demasiado rígida en cuanto a los esquemas de producción, como si todo tuviera que ajustarse a esos modelos. La experiencia me lleva a transmitir lo contrario: los esquemas están para romperse y para que cada uno encuentre el suyo. Lo que no puede pasar es que alguien termine su formación sin haber creado algo propio.
Pensando en propuestas, creo que las universidades deberían tener convenios con canales de televisión, medios y productoras para que los alumnos comiencen sus prácticas desde los primeros años de su formación.
- Comentanos sobre tu participación en concursos y eventos del audiovisual en Paraguay, así como proyectos de festivales y otras próximas actividades.
- Desde que llegué, tuve la suerte de que, con los proyectos que desarrollamos junto a René Ruiz Díaz y Hugo Cardoso, ganamos varios de los Fondos Concursables del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), además de algunos fondos iberoamericanos que nos ayudarán a concretar las películas que tenemos en mente.
Actualmente, hay varios productores locales e internacionales con ganas de unir fuerzas para sacar adelante más proyectos en 2025 y los años posteriores. Siento que se están formando equipos que van a ayudar a que estas producciones den el salto internacional, lo que finalmente pondrá a Paraguay en el mapa mundial como un lugar ideal para producir y desarrollar proyectos de ficción con talento local.
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