Por Verónica Giménez.
Una de las bandas uruguayas de mayor proyección internacional, La Vela Puerca regresa a Paraguay en el marco de una gira con que promueven su último disco, “Discopático”, el octavo en 27 años de historia. El show será este sábado 19 de agosto a las 21:00 en la SND Arena de la Secretaría Nacional de Deportes (SND), ubicada en la avenida Eusebio Ayala y RI 6 Boquerón, de Asunción.
Se suma como grupo invitado Ripe Banana Skins, máximo exponente del ska punk nacional. Los accesos abrirán a las 20:00, y las entradas se encuentran disponibles en todos los puntos de Ticketea y a través de la web www.ticketea.com.py, con precios en Preventa 2 a G. 160.000 (plateas), G. 190.000 (preferencias) y G. 235.000 (cancha).
En palabras de los músicos uruguayos, su invención “Discopático” se refiere a “aquel que ostenta la enfermedad de los discos. Esta afecta al disco intermusical, que se encuentra formado por una sustancia vinílica llamada LP. Está alojada entre cada surco y su función es proporcionar felicidad a los oídos”. El material de 12 canciones fue grabado, mezclado y masterizado entre agosto de 2021 y febrero de 2022 en la capital uruguaya.
El primer corte de “Discopático” es “La pastilla”, con la colaboración de Diego Arquero, referente del rap y el hip hop en Uruguay. Siguió “No sé”, y el tercer sencillo, “Tormenta”, con la cantante colombiana Andrea Echeverri (Aterciopelados), apareció con un videoclip. Otros destacados invitados del disco son el guitarrista mexicano Tito Fuentes (Molotov) en “El paraíso”, y el saxofonista Mauricio Ortiz (No Te Va Gustar), en varios temas.
Las nuevas canciones son: “Contra el viento”, “Plan de fuga”, “Tesoro”, “La pastilla”, “Lo pactado”, “Jugando con fuego”, “En tu suelo”, “Si fuera por mí”, “Tormenta”, “El paraíso”, “Para siempre” y “No sé”. Los discos anteriores son: “Destilar” (2018), “Érase” (2014), “Piel y hueso” (2011), “El impulso” (2007), “A contraluz” (2004). “De bichos y flores” (2001) y “Deskarado” (1998).
La enérgica agrupación, que tiene éxitos como “Zafar”, “Va a escampar”, “El viejo”; está encabezada por los cantantes Sebastián “Enano” Teysera y Sebastián “Cebolla” Cebreiro, con los guitarristas Santiago Butler y Rafael Di Bello, junto con Carlos “Coli” Quijano (saxo), Alejandro Piccone (trompeta), Nicolás Lieutier (bajo), José “PP” Canedo (batería) y Diego Méndez (teclados), comenzó con un show en la vereda de un bar montevideano, el 24 de diciembre de 1995.
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Cita para el “fan más acérrimo”
Antes de su esperado regreso a tierras guaraníes, Sebastián “Cebolla” Cebreiro, habló a corazón abierto y en exclusiva con La Nación/Nación Media. “La última vez que estuvimos en Paraguay fue en el marco de un festival. Ya debíamos un concierto nuestro a los amigos paraguayos, por eso estamos con ansiedad de presentarles un verdadero show”, expresó, emocionado.
Adelantó que este concierto está preparado de forma especial porque abarca las diferentes épocas que atravesó la banda desde sus inicios. “En esta gira en particular quisimos reflotar algunas canciones viejas que hace tiempo no tocamos, sumado a las nuevas, para que el fan más acérrimo también se encuentre con esas piezas de museo, llamándolas de alguna manera”, comentó, entre risas, a LN/Nación Media. Además, expresó que con el público paraguayo tienen una muy buena conexión que trasciende fronteras hace tiempo.
En cuanto a sus fanáticos de las nuevas generaciones, afirmó que el rock siempre es atemporal y esa es una de sus principales ventajas, porque no solo es música, también tiene contenido en sus letras que no pasan desapercibidas. Cebreiro resaltó que el poder de las canciones de La Vela Puerca transcienden generaciones, incluso modas, por eso en cada tema musical dan la debida importancia a escribir las letras, siempre intentando que no sean panfletarias ni dueñas de la verdad, tampoco apológicas.
Rock con mirada actual
Cebolla comentó que el nuevo álbum de título “Discopático” estaba pensado para antes de la pandemia del covid-19, sin embargo el octavo en la carrera de la banda uruguaya salió posterior a la crisis sanitaria, siendo un disco de rock sincero y revitalizante que le canta al mundo de hoy con voz crítica, mirada abierta y esperanza feroz.
“Enérgicamente podés estar bailando una canción con una melodía para arriba, pero la letra te hace reflexionar. Discopático habla de todo lo que vive el mundo ahora, de esa búsqueda de aprobación, el ser protagonista en las redes sociales, la sobreinformación, la globalización, y otros temas para nada alejadas de la realidad”, señaló. El álbum de titulo “Discopático” reafirma el camino musicalmente recorrido por La Vela Puerca durante estos 28 años haciendo rock, con doce nuevas canciones envueltas en un sonido cristalino que reflejan la amplitud musical que la banda fue cosechando a lo largo de su trayectoria.
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Amistad reflejada en el escenario
La Vela Puerca es una banda uruguaya que nace con su primer show un 24 de diciembre de 1995, en la vereda de un bar situado en el barrio montevideano donde vivía la mayoría de sus integrantes. Ese show fue grabado en un casete y la grabación fue presentada al popular concurso de bandas Generación 95.
El primer premio obtenido les valió para grabar su álbum debut y, de ahí en más, la banda no detuvo su crecimiento exponencial, el cual rápidamente los convirtió en uno de los artistas más convocantes del Río de la Plata y a girar ininterrumpidamente por las Américas y Europa. “La banda nació de un grupo de amigos, que se juntaba más como una diversión, que un propósito, pero después tuvimos la curiosidad si podíamos vivir de la música”, relató.
“No había un referente como tal en Uruguay, sí en otras partes del mundo. Entonces, eso fue un impulso motivador y de reuniones entre amigos pasamos a tocar en grandes escenarios. No sabíamos que íbamos a durar casi 30 años, pero teníamos claro que llevaríamos siempre una consigna que es la amistad ante todo. Cualquier cosa, cualquier problema que tengamos que resolver siempre nació desde la amistad a la solución”, manifestó Cebolla.
“Más allá de una melodía, de una canción, tiene que estar reflejado ese espíritu de amistad y no es algo planeado, es algo natural y que sale transmitir. Tener una mirada cómplice arriba del escenario escribiendo algo y que todo el mundo se sienta aparte para defenderla desde ese lugar, hacer que todos se sientan partícipes”, afirmó el artista uruguayo a La Nación.