Gigared, la empresa de telecomunicaciones que opera en Argentina, pautó con el canal GEN/Nación Media para transmitir sus contenidos a ciudades como Resistencia, Corrientes y Posadas El servicio de televisión por cable nos agregó a su grilla desde este mes de julio, dicha empresa es la única retransmisora del medio local al noreste argentino.
Este paso es un hito para el canal de televisión de Nación Media, el trato internacional expone la gestión del equipo y la buena aceptación del canal, para pasar incluso la frontera. Los paraguayos que residen en el vecino país van a conocer la realidad desde nuestros ojos.
“Este paso posiciona a GEN como una señal no solamente nacional, sino de alcance internacional, forma parte de una estrategia encabezada por el director José María Agüero, que quiere que GEN, luego de haber conseguido tener penetración del 100% en todo el país, busque también llegar a la audiencia paraguaya fuera del país”, dijo Claudio Coronel, Gerente de Deportes, pero que tiene la tarea de expansión internacional del canal, en comunicación con LN/NM.
Argentina es el país donde recibe muchos paraguayos, es el país con más tasa migratoria de compatriotas, por lo mismo GEN realizó la alianza con Gigared por ser el servicio de cable más elegido en ciudades como son Corrientes, Resistencia y Posadas. “Hay gente que tiene familiares, que directamente son paraguayos, o que habitualmente vienen por Asunción o viajan a Encarnación, ya sea por paseo, por paseos de compras, etc. Entonces por eso nos pareció interesante”, resaltó Coronel.
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El público argentino no debe abonar un monto extra por ver la señal paraguaya. “Simplemente, si ellos están conectados a Gigared, el servicio de cable, ahora en la grilla ya les aparece el canal GEN como opción para poder ver nuestra programación. No tienen que abonar ningún extra, es una señal que está dentro del paquete básico”, explicó Coronel.
Recordemos que GEN es un canal que cuenta con programación variada entre información de actualidad, deportiva y de entretenimiento. Inició sus transmisiones el 7 de junio del 2017 y forma parte del Grupo Nación Media. Su transmisión se realiza desde la capital de nuestro país y cuenta con alcance nacional.
En Argentina la nueva señal fue incluida en el canal 33.6 y estará disponible en la grilla de Pack Plus. “Desde Gigared la recomendación a los usuarios es realizar una nueva búsqueda de canales desde la configuración del televisor o del STB Smart para visualizar el canal. En otros casos, algunos modelos de televisores cuentan con la funcionalidad de búsqueda continua/auto-sintonización, por lo cual verán directamente la nueva señal incorporada”, se informó en el portal Noticias del 6.
“Gigared continúa así en un período de expansión que busca ofrecer un servicio con excelentes estándares de calidad, sumado a la inmediatez y aceleración digital que permita brindar soluciones de calidad para responder a las expectativas de los clientes”, destacaron desde la empresa.
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Las cámaras que buscan a Jesús en Semana Santa
Por: Adelaida Alcaraz
Esta no es solo una galería de fotos. Es un testimonio vivo de una Semana Santa que dejó huellas, plasmadas en imágenes por los reporteros gráficos de Nación Media, Néstor Soto, Matías Amarilla, Mariana Díaz y Jorge Jara bajo la orientación de su experimentado jefe Pánfilo Leguizamón. #CuentaRegresivaFOCO18años
Esta Semana Santa, FOCO se atrevió a salir de su habitual mirada económica para abrazar algo más profundo: el alma de un pueblo que vivió la fe de diferentes maneras en cada rincón del país. A través de los ojos sensibles del equipo de reporteros gráficos de Nación Media, construimos esta selección única.
Cada fotógrafo eligió aquellas imágenes que más le tocaron el corazón, aquellas que no solo retratan una Semana Santa distinta, sino que también guardan una experiencia personal, íntima y conmovedora.
Así, contamos la historia de un Paraguay que se volcó masivamente a sus tradiciones, a su fe, a su gente. Un país que renace cada año en sus iglesias, en las calles, en los rostros de los niños, en la sabiduría de los mayores, y que este año rindió también un homenaje lleno de luz a Koki Ruiz en Tañarandy.
Desde las iglesias llenas de feligreses, el “chipa apo” que aún resiste el paso del tiempo, hasta los niños que observaban a Jesús crucificado con la inocencia intacta y los ancianos que cargan décadas de devoción en la mirada. Cada instante fue capturado en imágenes que no solo documentan, sino que conmueven y hacen memoria.
Para nuestro jefe de fotografía, Pánfilo Leguizamón, este proyecto fue especial. Y es que él todos los días desde tempranas horas acompaña cada paso del trabajo. “Nuestro esfuerzo muchas veces es silencioso, pero fundamental. Gracias al compromiso y la entrega de todo el equipo, logramos capturar imágenes que no solo informan, sino que también dejan huella, cuentan historias y hacen memoria”, nos dijo.
La cobertura de esta Semana Santa fue también un viaje de aprendizaje. Pánfilo, con su mirada curtida por años de oficio, destacó la fuerza de la nueva generación. “Aprendo constantemente de los nuevos compañeros, de sus ideas, su mirada fresca y su manera de ver el mundo. Al mismo tiempo, trato de compartir lo que sé, de guiarlos cuando puedo y de transmitirles la experiencia que me han dado los años en este oficio”, comentó.
En las calles polvorientas, en los altares improvisados, en los rostros de la fe, nuestros fotógrafos entendieron algo que trasciende cualquier técnica. Y es que la “fotografía no es solo apretar un botón. Es estar en el lugar, en el momento justo, con sensibilidad, respeto y responsabilidad. Es trabajar en equipo, confiar en el otro y saber que detrás de cada imagen hay una historia que merece ser contada”.
Néstor Soto retrató uno de los momentos más íntimos y simbólicos de la Semana Santa paraguaya: personas bañándose antes del amanecer, en la zona de Remanso. Cada año, en la fresca madrugada del Viernes Santo, pescadores y sus familias se sumergen en las aguas del río Paraguay para purificar el espíritu, reviviendo el bautismo en su forma más antigua y profunda.
Pero para algunos, este gesto tiene un significado aún más hondo. Para nuestro reportero que el año pasado sobrevivió a un disparo de bala, las aguas del río representan algo más que una tradición: son el renacer, la posibilidad de empezar de nuevo, de abrazar la vida con toda su fuerza. Así, en sus imágenes, Néstor no solo capturó un rito, sino también la esperanza que se renueva con cada amanecer.
Matías Amarilla (21) es uno de los más jóvenes del equipo de reporteros gráficos de Nación Media. Estudiante del quinto año de Licenciatura en Análisis en Sistemas Informáticos y oriundo de Caaguazú, encontró en la Semana Santa una oportunidad para retratar la fe viva en cada rostro y en cada gesto.
Con su lente captó escenas cargadas de simbolismo. En la imagen que él mismo denominó “Fe y dolor”, Matías detuvo el tiempo en una mujer con lágrimas en los ojos que, mirando a lo lejos la procesión, sintetiza la esencia de creer sin ver. La nitidez de su rostro, en contraste con la imagen borrosa al frente, golpea directo al corazón del espectador.
Otra de sus fotos, “El buen ladrón”, nos lleva a la crudeza del Gólgota: Jesús en la cruz, cubierto de sangre, y el gesto de uno de los ladrones crucificados que lo mira, en un instante suspendido de reconocimiento y redención. Una conexión visual que revive uno de los momentos más humanos del relato bíblico.
En “Visión de una Virgen”, una mujer con el rostro descubierto y la mano en el pecho nos remite a la intimidad y el duelo de una figura mariana entre la multitud, capturando la devoción silenciosa que se esconde en medio del bullicio.
Finalmente, en “Manos al cielo”, Matías fotografió la inocencia en su estado puro. Un niño elevado por un adulto para tocar el cuerpo del Cristo yacente, rodeado de cientos de manos extendidas. Una imagen que habla de fe, legado y esperanza transmitida de generación en generación.
Con la mirada fresca y sensible de quien está empezando su camino, Matías supo encontrar lo esencial, la fe que persiste, se renueva y se transmite, incluso en los gestos más pequeños.
Mariana Díaz (23), es la cuarta mujer reportera gráfica en la historia del Diario La Nación en sus 29 años de creación. Ella proviene de Mariano Roque Alonso y es estudiante de Ciencias de la Comunicación. Su visión de esta Semana Santa está puesta en los niños y las familias como el corazón vivo de la fe.
Entre sus capturas más conmovedoras está la imagen de una niña junto a su padre, adorando la figura de Jesús coronado de espinas en la parroquia Santísimo Sacramento de la Recoleta. Para Mariana, esta escena simboliza la unión familiar forjada a través de la creencia y la transmisión de valores que atraviesan generaciones.
También capturó uno de los momentos más intensos de la liturgia: la adoración de los fieles a la Santa Cruz en la Catedral de Asunción, un gesto que resume la profundidad de la devoción popular.
Su lente encontró además escenas de inocencia y asombro en una niña arrodillada junto a los sacerdotes al inicio de la misa, en la Catedral, retrata la pureza con la que los más pequeños se acercan a la fe. Y en otra toma, un niño que mira maravillado su entorno antes de comenzar la celebración, recordándonos la capacidad de asombro que a menudo los adultos perdemos.
En la iglesia de Trinidad, Mariana capturó la imagen serena de un niño rezando profundamente durante la misa, una señal viva de que las tradiciones, lejos de apagarse, siguen latiendo en las nuevas generaciones.
Jorge Jara (32), es conocido entre sus compañeros como el fotógrafo de las tomas aéreas y de lo abstracto. Sereno, observador, tiene un don especial para captar la esencia de las personas. Esta Semana Santa, su misión fue llegar hasta Tañarandy, ese rincón de fe profunda donde el arte, la devoción y la tradición se funden cada año en un espectáculo de luz y esperanza. Pero esta vez, la emoción tenía un matiz distinto: era la primera celebración tras el fallecimiento de su creador, Koki Ruiz, y el sentimiento se vivía a flor de piel.
Entre las imágenes que Jorge capturó, una en particular llamó la atención de todos, la de una mujer de avanzada edad, en silla de ruedas, rezando con una fe inmensa, como si desde su fragilidad física se elevara aún más su fortaleza espiritual.
Otra de sus postales retrata la peregrinación hacia la barraca de Tañarandy, buscando una perspectiva donde el cielo mismo fuera parte del cuadro. La multitud caminando bajo ese firmamento inmenso, en comunión total, transmitía la sensación de que la fe une tanto la tierra como el cielo.
Finalmente, su mirada se detuvo en la llegada de la Virgen Dolorosa al punto final del recorrido, rodeada de una multitud emocionada que aplaudía no solo la belleza del momento, sino también el legado imborrable de Koki Ruiz. Cada rostro, cada vela, cada paso en ese sendero iluminado parecía decir “seguimos caminando juntos, Koki”.
Con su estilo sencillo, pero profundamente humano, Jorge Jara nos invita a ver más allá de lo evidente y a sentir el alma de un pueblo que honra su fe incluso en el dolor.
Esta Semana Santa celebramos detrás de cada lente, esta forma de vida que elegimos, de comunicar con pasión y con el corazón puesto en cada disparo de cámara y cada latido del teclado.
Porque en FOCO creemos que el verdadero desarrollo también pasa por humanizar, por sentir y por no perder nunca de vista las historias que realmente importan. Estamos a poco menos de un mes de celebrar 18 años de historias, pasión y trabajo en equipo. #CuentaRegresivaFOCO18años
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¡Vamos! GEN celebra 1 millón de seguidores en TikTok
La cuenta de TikTok de GEN/Nación Media llegó al millón de seguidores este martes. El perfil, que suma más de 47 millones de “me gusta” y que lidera a nivel país con las cápsulas de noticias tituladas “En Un Flash”, llegó a la codiciada cifra de un millón de fanáticos y las reacciones no se hicieron esperar.
“¡1 millón de gracias! Llegamos al millón en TikTok y es gracias a cada uno de ustedes que nos sigue, comenta, comparte y nos banca todos los días. Esto es solo el comienzo, porque vamos por más. ¿Qué te gustaría ver en esta nueva etapa?”, se escribió en el perfil de TikTok de GEN/Nación Media.
El agradecimiento continuó con el escrito: “Esto es gracias a vos, que bancás cada video, cada locura y cada momento con nosotros. Sin ustedes, esto no sería posible. Seguimos creciendo, seguimos rompiéndola y esto recién empieza… ¡Nos vemos en la cima!”. Algunas de las reacciones por este logro fueron: “Se festeja como un gol”, “Felicidades GEN”, y “¡Bravo compañeros! Felicidades a todos”.
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Sobre GEN
A finales del 2017 se emitió por primera vez la señal del joven canal de televisión capitalino, GEN. Desde sus inicios, GEN pisó fuerte con una programación enteramente local, siendo parte de la grilla de todas las cableoperadoras del país y llegando al resto del mundo a través de la transmisión online de su web oficial: gen.com.py.
GEN se caracteriza por ofrecer una programación variada que incluye noticias, deportes y entretenimiento. Algunos de sus programas más conocidos son: “Arriba Hoy”, “Versus”, “Residentas”, “Universo Paralelo” y “Noche de Furia”. Cabe mencionar que posee una radio asociada, llamada Universo 970 AM, que emite en la frecuencia 970 AM.
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Las secuelas que dejó la pandemia en las sociedades
- Fotos: Emilio Bazán
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al sociólogo Carlos Peris y al filósofo José Manuel Silvero para reflexionar sobre los cinco años de la irrupción de la pandemia del coronavirus en el mundo. Además del saldo de muertes y pérdidas económicas, los catedráticos advierten que la emergencia sanitaria generó una ola de desinformación que ha persistido, además de un miedo que ha socavado la confianza y polarizado a las sociedades.
–¿Cómo podrían describir lo que nos pasó como sociedad con la pandemia?
–CP: Ya pasaron cinco años y me parece que podríamos decir que la pandemia nos vino a mostrar las debilidades de nuestra sociedad en el sentido de que muchas veces vemos a nuestras sociedades como un todo armónico, racional, hiperconectado y de repente vino un virus que nadie sabe bien en dónde apareció y nos metió a todos en nuestras casas. Y lo segundo es que vino a acelerar un montón de procesos que ya estaban presentes, pero que con la pandemia se aceleraron como, por ejemplo, las noticias falsas, la sociedad que se divide en dos partes dicotómicas, irreconciliables. Las sociedades están más fanáticas, cada vez se dialoga menos. Eso no es evolucionar hacia tiempos mejores.
–JMS: La pandemia vino a demostrarnos la fragilidad de ciertos sistemas que, en función a ciertos relatos, eran casi indestructibles. Desde el relato podemos decir que todo está bien y luego cuando un hecho como una pandemia te confronta ahí te das cuenta cómo los relatos van cayendo. Y a mí especialmente me interesa reflexionar sobre el impacto que la pandemia pudo haber tenido o tuvo en cierta franja etaria, especialmente en los niños, que tuvieron que quedar confinados y el proceso de socialización, que es fundamental en cierta edad, se interrumpió y todo el sistema escolar a nivel mundial en gran medida tuvo que sostenerse gracias a la solidaridad, entre comillas, de grandes empresas tecnológicas.
Es decir, los Estados no estaban preparados para enfrentar esta pandemia. Estoy hablando de la educación, podemos trasladar luego a los sistemas sanitarios, pero en cuanto a la educación se impusieron ciertos criterios tecnológicos, tuvimos que aprender a convivir con ciertas lógicas que no eran propias de la didáctica y de las teorías que veníamos discutiendo y en un momento dado de la noche a la mañana todo cambió. Evidentemente no hemos podido construir una autonomía digital y en un momento dado nos dimos cuenta de que efectivamente ciertos desarrollos tecnológicos son indispensables.
RUPTURA DEL PACTO SOCIAL
–Esta pandemia ocurrió en un momento de máximo orgullo científico en el mundo médico, en el que prácticamente ya hay pocas enfermedades irreversibles. ¿Hubo una cuestión de frustración que fue muy marcante en este proceso?
–CP: Yo creo que fue volver a la realidad. Es cierto que ya había ciertos aires de la posverdad y quizá se pensó que se podía controlar y que iban a volver los discursos racionales, que otra vez iban a volver ciertas perspectivas de confianza en la ciencia. Después vino la pandemia y cuando se impone el discurso sanitario los propios médicos te decían “nosotros tampoco sabemos qué hacer, nosotros tampoco sabemos cómo actuar”. Es más, se estaban desarrollando múltiples vacunas y esas múltiples vacunas otra vez se iban a acelerar los pasos para que estén lo antes posible. Es decir, todo ese discurso que se tenía de la ciencia, del progreso, de cómo le vas a discutir a la ciencia, también vino la pandemia y de un hachazo cortó. Y volvimos a discutir absolutamente todo. Antes nunca habíamos discutido el censo, pero ahora tanto discutimos absolutamente todo que aparecen los discursos que dijeron que el censista se va a ir a tu casa a sacarte información personal para que utilicen las empresas de (George) Soros. Es decir, esos pactos sociales que nunca se discutieron, de creer que algunas políticas públicas tienen que llevarse sí o sí, ahora todo se discute. Eso tiene su origen en la pandemia. Es decir, la pandemia fue una vuelta a la realidad.
–Si tan solo fuera debate o discusión, estaría genial, pero estamos hablando de la polarización que hubo entre nada menos que entre creencia y razón, que es un problema.
–CP: Pero también nos viene a mostrar la pandemia cuánto cambiaron los medios de comunicación y los referentes de opinión en la sociedad. ¿Por qué? Porque probablemente si ocurría la pandemia hace 20 años, cuando no existían las redes sociales, cuando no existían los influencers, cuando no existían las plataformas que en un día te pueden llegar a tener 200 millones de vistas, entonces aparecían esos referentes de opinión en los medios de comunicación y en gran medida ellos imponían una visión que después bajaba a la opinión pública. Ahora el conspiranoico, el que duda de todo, el que tiene esa posición extrema, ya tiene su canal en Youtube, ya tiene su canal en Facebook, ya tiene su canal en un montón de plataformas, tiene un alcance global, tiene un alcance mucho más rápido, puede interactuar al instante y efectivamente que es un discurso que se expande mucho más rápido y que a lo mejor tiene más efecto que los medios tradicionales.
SHOW DEL YO
–Pero vamos al asunto de la comunidad mundial orgullosa versus el sopapo de la pandemia.
–JMS: La vacuna en gran medida nos ayudó a protegernos contra una enfermedad, pero la situación que hemos vivido de alguna forma ha multiplicado un verdadero ejército de idiotas y voy a ir al término. “Idiotes” en griego significa el que se ocupa únicamente de sus cosas y se desentiende de las cuestiones sociales y de las cuestiones políticas. Yo llegué a ver profesionales que te hablaban de que podías beber lejía para enfrentar la enfermedad y un montón de barbaridades. Y muchas veces esa actitud irracional, oscurantista, retrógrada si se quiere, violenta al mismo tiempo, está muy ceñida, muy ligada al show del yo, en función a esa necesidad de generar contenido de manera constante.
–¿Podés explicarnos cómo actúa esto?
–JMS: Hay una urgencia de que el yo esté constantemente en una especie de escenario siempre vigente. No se desarma ese escenario. En ese sentido, a mí me parece preocupante que la academia haya perdido fuerza. Que la comunidad de científicos, de todos esos profesionales que investigan, que trabajan y que han ayudado a que la vacuna se desarrollara, eso se vio confrontado por un verdadero ejército de charlatanes, de idiotas, que se ocupan solamente de sus cosas, que al mismo tiempo ganaron adeptos a una velocidad impensable en otros tiempos. Y en poquísimo tiempo empezamos a tener un grupo grande de jóvenes y adultos que se resistían a la fuerza de la ciencia, a la fuerza del conocimiento, a la fuerza de la razón, que históricamente ha sido motivo de orgullo de la humanidad. Por otro lado, yo creo que la pandemia también vino a acelerar ese proceso de adopción de ciertas tecnologías que rápidamente se convirtieron en hegemónicas y globales. No nos preparamos, eso significa que en el cálculo prospectivo hemos fallado, de que tenemos que insistir en imaginar escenarios. Necesitamos imaginarnos cómo sería la reacción de los Estados de aquí a diez años si vuelve otra pandemia. Pero esa imaginación tiene que empujarnos a prepararnos.
VIVENCIA DE LA MUERTE
–Hablemos del fenómeno de la muerte y cómo golpeó como fenómeno comunitario.
–CP: Hay un autor extremadamente interesante, Norbert Elias, que escribió un pequeño ensayo que se llama “La soledad de los moribundos”. Y él dice que el hecho de morir no es solamente el estar en los minutos finales de la vida, sino que es además también cómo le tratamos a los ancianos, es decir, el proceso de envejecimiento y luego el proceso final. Todo eso implica el hecho de morir. Él dice que las sociedades más desarrolladas están más lejos de la idea de la muerte, porque la muerte deja de ser cotidiana. En definitiva, si estás enfermo tenés un mejor sistema de salud, tenés más sistema de contención social, tenés más posibilidades de otros tipos de terapias y en el caso de que no se pueda los cuidados paliativos son más grandes. Ahora, en los países menos desarrollados se mueren los más jóvenes, se mueren los niños, se mueren los adolescentes, se mueren los presentes, pero en definitiva en las sociedades menos desarrolladas cualquiera se puede morir. Entonces, la muerte se vuelve más cotidiana y uno en definitiva se puede morir por cualquier cosa, por dengue, por agua en mal estado, etc.
En la pandemia no hubo ni sociedad desarrollada ni sociedad no desarrollada, porque trajo consigo una gran cantidad de muertes, les niveló a todos porque todos los sistemas de salud colapsaron y en todo el mundo la muerte se hizo cotidiana. En el punto más álgido de la pandemia fue noticia de todos los medios de comunicación el mostrar durante toda una mañana el lugar donde se iban a incinerar a los muertos. Esa es una escena que ni en guerra hay. Entonces, vino la muerte, se volvió cotidiana y nos niveló a todos.
–¿Y qué representa hablar de lo que no se habla en una sociedad humana?
–JMS: Tabú. La muerte en gran medida es un finiquito incómodo. La pandemia vino a mostrar nuestra fragilidad. La condición humana sigue siendo una condición de fragilidad. Ahora bien, desde hace más o menos 30 años hay un movimiento muy importante transhumanista que habla de la posibilidad de que el ser humano pueda vencerle a la muerte. Y es un movimiento que algunos consideran extremadamente fantasioso y otros sí lo están agarrando muy en serio. Tan en serio que hay un laboratorio dentro del conglomerado de Alphabet donde están investigando cómo prolongar la vida. Calico se llama el laboratorio y están invirtiendo mucho dinero. Estamos en una época en la que hay grupos de investigadores que creen firmemente que de aquí a 50, 100 años y ahora con la inteligencia artificial vamos a tener novedades con respecto a la muerte.
ESCENARIO FUTURO
–¿Y qué pasaría si en ese periodo enfrentamos otra pandemia?
–JMS: Yo no sé si ahí por el medio aparece otra pandemia cómo vamos a reaccionar, pero nos estamos entusiasmando con la posibilidad de que los seres humanos le podemos vencer a la muerte. La pandemia nos demostró de manera fehaciente los frágiles que somos. ¿Cuál fue la respuesta? Por un lado, investigadores trabajando en superlaboratorios y, por el otro lado, charlatanes que te vuelven a inundar de relatos donde el exitismo está en el orden del día. La fiesta ha subido el consumo de alcohol de manera considerable y la enorme cantidad de jóvenes y de niños incluso que se aferran a las ideas de youtoubers, influencers como grandes referentes de una sociedad y de una comunidad que está tratando de reencantarse. Después de tanta muerte, después de tanto sufrimiento, hay que reencantar el mundo. ¿Cómo lo estamos haciendo? A fuerza del show del yo, por un lado, por el otro lado invirtiendo más en tecnología en ciertos lugares del mundo, mientras que en otros lugares del mundo se están retirando los fondos para la investigación.