El ballet clásico de San Petersburgo llegó a Paraguay con “El lago de los cisnes” en su versión original. El espectáculo, a cargo de un elenco de artistas de altísimo nivel, relató sobre las tablas del Teatro Lírico José Asunción Flores la apasionante historia del cisne blanco y cisne negro, representando el bien y el mal.
En medio de una deslumbrante puesta en escena, impresionantes trajes y la perfecta composición de Piotr Ilich Tchaikovsky, transcurría la conmovedora historia de amor entre el príncipe Sigfrido y la princesa Odette. La precisión, técnica y emotividad de los bailarines del Ballet de San Petersburgo, junto a una partitura musical inolvidable, crearon una puesta escénica inigualable durante su segunda función, este miércoles último.
El elenco liderado por los bailarines principales Alexander Volchkov, María Tamilova, Iván Sitnikov y Elizabetha Barkalova, en compañía de otras 30 personas más, cautivó a los presentes con su elegancia y perfección técnica. Durante cuatro actos, el ballet ofreció una velada mágica a través de la fusión de la danza y una espectacular escenografía, que narraba la incansable batalla entre el bien y el mal.
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Un cisne blanco y cisne negro
“El lago de los cisnes” es la danza clásica más emblemática del siglo XVIII y cuenta una historia de amor y eterna lucha entre el bien y el mal. El personaje antagónico de la obra, que es “el cisne negro”, muestra el lado oscuro del ser humano, mientras que el cisne blanco refleja la pureza del corazón.
Esta obra la protagonizan el príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, joven convertida en cisne por el hechizo del malvado Von Rothbart y Odile el cisne negro e hija del brujo. El espectáculo, que subió a las tablas en el territorio guaraní, transcurrió en torno al amor y la magia, enlazadas en cuarto actos seguidos. Cada vez que bajaba el telón, el público local no escatimaba los aplausos debido a la tan perfecta obra artística que se apropió de la atención por más de una hora.