Por Paz Godoy, paz.godoy@nacionmedia.com
El Ballet de San Petersburgo cautivó a la audiencia local con la primera función de la obra “El lago de los cisnes” este martes último. El espectáculo, que fue ovacionado de pie por los presentes, tuvo de escenario al Gran Teatro Lírico José Asunción Flores, del Banco Central del Paraguay, ubicado en las calles Federación Rusa y Augusto Roa Bastos; este miércoles se presentará la última función, las entradas siguen a la venta en la RED UTS.
“El lago de los cisnes”, el tesoro del ballet ruso, que data del año 1875, contó con un despliegue de 32 artistas en el escenario, los bailarines principales de la obra fueron Alexander Volchkov, María Tamilova, Ivan Sitnikov y Elizabetha Barkalova.
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El espectáculo, que tuvo una duración de más de una hora y cuatro actos, fue como observar el movimiento de una pluma al compás del viento del invierno. La técnica y la agilidad se tomaron de la mano; pues los bailarines se mostraron precisos al son de Piotr Ilich Chaikovski, con la coreografía original de Marius Petipa y Lev Ivanov, genios del ballet en su época.
La escenografía y vestuarios remontaron al espectador al siglo XIX, pues la historia de amor y magia del príncipe Sigfrido y la princesa Odette se apoderó de la sala del Teatro Lírico Jose Asunción Flores. En el primer acto denominado “El jardín del castillo del príncipe Sigfrido” se disfrutó del cumpleaños del heredero al trono con variaciones bien hechas por Alexander Volchkov.
El segundo acto “La orilla del lago”, conocemos al hechicero malvado, Von Rotbart, interpretado por Ivan Sitnikov, así también al cuerpo de baile y a la primera bailarina María Tamilova, quien representó a Odette. Para este punto, se presentó diferentes variaciones y actos grupales, pero fue del agrado del público el Pas de Deux (paso de dos) del príncipe y Odette, asimismo, recibió gran ovación el Pas de Quatre (cuarteto) de cisnes, fragmento popular al comentar dicha obra.
Para el tercer acto “El gran salón del castillo del príncipe Sigfrido”, se admiró la variación de Odile (cisne negro) donde la primera bailarina María Tamilova realizó a la perfección pirouettes con fouettés (giros), la misma recibió al clamor del público al demostrar su destreza con las puntas, el último acto llamado “La orilla del lago”, tuvo como desenlace la muerte del hechicero malvado y unión del príncipe y Odette, el par presentó un paso de dos para cerrar la obra.
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