Dominic Burgess, que ha participado en programas de televisión como “Modern Family”, “The Good Place” y “Star Trek: Picard”, es miembro del sindicato de actores de Hollywood desde hace más de una década. Como miles de colegas, el actor británico basado en Los Ángeles se trasnochó el miércoles para saber si su gremio iría o no a huelga.
Esta mañana tuvo su respuesta. Las conversaciones contractuales con los estudios por mejoras salariales y otras condiciones se rompieron en la noche, y el sindicato de actores (SAG-AFTRA) llamó formalmente a huelga el jueves. “Apoyo completamente la huelga”, dijo Burgess a la AFP. “Todos queremos trabajar, pero ¿a qué precio, cuando los salarios y los pagos residuales ya no son sustentables para los actores?”.
“Debería poder pagar mi alquiler y la insulina de mi gato”, dijo. Aunque el estilo de vida del actor puede parecer glamoroso desde afuera, la realidad es a menudo todo lo contrario, dice el hombre de 40 años. Para el “99 % de los actores” la vida diaria se va “en el terreno, en audiciones y en una constante lucha para entrar a las salas de audición”. Y eso es cuando no están trabajando a medio tiempo.
Durante los primeros seis años que vivió en Los Ángeles, Burgess trabajó media jornada en el cine local Arclight ganando 7,75 dólares la hora para ayudarse debido a su reducido salario como actor. Desde eso, dice que ha sido “afortunado” de vivir sólo de sus ingresos en la actuación, con roles en programas como el nominado al Emmy de Netflix “Dahmer - Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer”. Aún así, Burgess se define como “muy proactivo a diario” en la búsqueda de trabajo junto a su mánager.
Salario engañosamente alto”
Muchos actores completan sus ingresos con una mezcla de salarios cuando trabajan, y los pagos “residuales”, provenientes de retransmisiones de programas de televisión y películas en las cuales participaron. Ambos se han visto reducidos a lo largo de los años, dijo Burgess, a medida que los estudios “aprietan y fuerzan a todo el mundo a menos”.
“Una tendencia real de los últimos tiempos, especialmente con los streamers, es que no van a pagar por encima de la ‘escala’, estás trabajando por el salario mínimo por el cual estás legalmente autorizado a trabajar según las normas del SAG”, dijo. “Trabajé para una compañía este año para cual había trabajado en 2012, y me están pagando menos por mis servicios este año que hace diez años”, lamentó.
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El salario mínimo que la mayoría de los actores del gremio gana puede parecer engañosamente alto, explicó Burgess. La tarifa diaria para un actor de televisión es 1.082 dólares, pero la mitad de eso aproximadamente se va en agentes, honorarios legales e impuestos. E incluso para recibir el pago de uno o dos días, a un actor suele pedírsele permanecer semanas enteras disponible mientras los productores organizan sus agendas.
“Es muy común”, dijo Burgess. “Entonces si 500 dólares te tienen que durar para ocho o 16 o 21 días, es un verdadero drama, se vuelve insostenible”. Otras medidas comunes para reducir costos es rebajar a actores “regulares de una serie” a “estrellas invitadas recurrentes” o estrellas invitadas por un día.
“Amamos lo que hacemos”
La realidad está muy lejos de lo que Burgess esperaba cuando llegó a Estados Unidos hace 16 años. “Los Ángeles siempre fue un objetivo para mí porque crecí viendo ‘Expedientes Secretos X’ y ‘Buffy’ y ‘Twin Peaks’ y ‘Star Trek’. Eran los programas que amaba, y en torno a los cuales me inclinaba”, dijo.
Coincidencialmente, Burgess llegó de Inglaterra justo en el medio de la última huelga de guionistas que duró 100 días entre 2007 y 2008. “En la época, directores de elenco se reunían con la gente en persona. Conocí a más directores de elenco en mis primeras tres semanas en Los Ángeles que en tres años en Londres”, destacó.
Pero desde la pandemia, se popularizó el uso de audiciones “auto-grabadas”. En la práctica, significa que los actores tienen que grabarse a sí mismos leyendo sus líneas y enviar el video que podría nunca ser visto. Limitar esta práctica es otra de las demandas en las negociaciones con los estudios que colapsaron esta semana. Aún así, Burgess no cambiaría su trabajo.
“Somos artistas, somos actores, guionistas, creativos. A veces creo que es de eso que los estudios se han aprovechado, que amamos lo que hacemos”. “Si nos ofrecen un trabajo por un salario mínimo, y decimos que no, habrá otros 450 actores en línea detrás de ti que dirán ‘Yo lo hago’”.
Más de 160.000 actores
La industria de Hollywood se enfrenta a la peor parálisis en 60 años después de que los actores empezaron una huelga este viernes, uniéndose a los guionistas que están en paro desde hace más de dos meses, por una pugna con los estudios estadounidenses por reivindicaciones de mejoras salariales.
La huelga convocada por el comité nacional del Sindicato de Actores de la Pantalla (SAG-AFTRA) comenzó a la medianoche del jueves de Los Ángeles (7:00 GMT del viernes). “No tenemos opción”, dijo Fran Drescher, presidenta del SAG-AFTRA y estrella de la serie “La niñera” (The Nanny) en un enérgico discurso para anunciar el llamado a paro contra los estudios.
“Si no nos plantamos ahora, todos vamos a estar en aprietos. Estaremos amenazados de ser reemplazados por las máquinas y los grandes negocios”, afirmó la líder del sindicato, que agrupa a más de 160.000 actores y otros profesionales del cine y la televisión.
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Con esto, actores y guionistas, que llevan once semanas protestando a las afueras de los estudios con exigencias similares, unirán sus fuerzas y amenazan con paralizar totalmente la industria, algo no visto desde 1960 en Hollywood. Los dos oficios piden un ajuste de sus pagos por la retransmisión de las producciones, alterados por el auge de las plataformas de internet.
La Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), que representa a los estudios y a las plataformas de ‘streaming’, dijo en un comunicado que ofreció “aumentos históricos de salario y pagos residuales”, además de respuestas a otras demandas.
“Una huelga no era el desenlace que esperábamos (...) El sindicato lamentablemente eligió un camino que generará dificultades económicas para miles de personas que dependen de la industria”, agregó. El director ejecutivo de Disney, Bob Iger, dijo el jueves a la cadena CNBC que las expectativas de guionistas y actores “no son realistas”.
Parálisis de la industria
La paralización de los guionistas ya había reducido la cantidad de películas y programas en producción en Hollywood, pero sin actores la industria se verá obligada a entrar en pausa. Solo algunos programas de telerrealidad, concursos y entrevistas podrán continuar. Las series dramáticas y otras producciones taquilleras enfrentarán retrasos. Las estrellas no podrán tampoco desfilar en las alfombras rojas ni estar en las promociones de sus películas.
Comic-Con, la cita mundial de la cultura pop que se celebra en San Diego la próxima semana, también podría quedarse sin estrellas. El movimiento sindical también puede afectar la presencia de los actores de la industria estadounidense en grandes festivales internacionales, como el de Venecia. La ceremonia de los Premios Emmy prevista para el 18 de septiembre podría posponerse para noviembre o incluso quedar relegada para el próximo año.
Crisis existencial
Una de las grandes diferencias entre los sindicatos y los estudios son los llamados “residuales”, pagos hechos por cada vez que las plataformas transmiten una producción en la cual participaron. Para los actores, la fórmula debe considerar la popularidad de las producciones a la hora de realizar la compensación. Así, un programa más visualizado generaría más pagos “residuales”.
Pero las plataformas como Netflix y Disney+ mantienen bajo llave las estadísticas de visualización, y ofrecen la misma tarifa por todo lo que transmiten en sus catálogos, independientemente de su popularidad. Tanto actores como guionistas quieren además regular el uso futuro de la inteligencia artificial en la industria, que ven como una amenaza a su trabajo.
Esta doble huelga confirma una crisis existencial de la industria de Hollywood. El jueves en Nueva York, varios actores sostuvieron un piquete. “Es doloroso y necesario”, explicó a AFP Jennifer Van Dyck, una actriz perteneciente al sindicato. “Cuando el director de Disney gana 45 millones de dólares y nosotros pedimos solamente tener un salario decente, creo que son ellos a quienes se puede acusar de ser poco razonables”.
Fuente: AFP.