El premio Nobel Kazuo Ishiguro ha estado obsesionado desde hace medio siglo con “Ikiru”, un clásico del cine japonés sobre un burócrata diagnosticado con cáncer que se apresura a encontrar sentido a lo que queda de su monótona vida.
El novelista y cinéfilo británico nacido en Japón, de 68 años, comenzó a imaginar una nueva versión de la desgarradora obra maestra de Akira Kurosawa, ambientada como el original en la década de 1950, pero trasplantada a Londres.
“Soy una de esas personas terribles que se acercan a los cineastas y les dicen ‘Miren, aquí hay una gran idea para una película, por favor vayan y háganla y avísenme cuando la hayan hecho’”, bromeó Ishiguro. Pero cuando propuso una “que combinara el material de la vieja película de Kurosawa con algo de lo que implica ser inglés y un tipo particular de caballero inglés”, el productor de Hollywood Stephen Woolley rápidamente persuadió a Ishiguro para que escribiera el guion él mismo.
El resultado es “Living”, dirigido por el sudafricano Oliver Hermanus (autor de “Moffie”), un film adorado por la crítica que ya obtuvo nominaciones a los premios Globos de Oro y Critics Choice Awards para su protagonista, Bill Nighy, y es favorito para llevarse el Óscar al mejor guion adaptado.
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La película juega con los “muchos paralelismos entre la cultura japonesa e inglesa”, en especial en la década de 1950, cuando ambos países se estaban reconstruyendo de las ruinas de la Segunda Guerra Mundial, dijo a la AFP Ishiguro, quien ganó el Nobel de Literatura en 2017.
“Living” cuenta cómo el señor Williams, el personaje de Nighy, se percata de que no ha logrado nada en sus décadas de vida rutinaria. Enfrentado a su propia mortalidad e incapaz de expresar sus sentimientos a su familia, el funcionario londinense finalmente decide colaborar con un grupo de amas de casa que por años le suplicaron que las ayudara a construir un parque infantil para sus hijos.
La película trata sobre cómo, con esfuerzo, “incluso si tienes una vida pequeña y sofocante, puedes encontrar algo (...) que la vuelva magnífica, de la que puedas estar orgulloso”, dijo Ishiguro. Pero Ishiguro señaló que “Living” también es una metáfora de la vida moderna, en particular, una advertencia sobre la sensación de desapego que muchas personas sienten en sus trabajos hoy en día.
“Ya no poder conectar la contribución que haces en el trabajo con nada en el mundo real (...) Ni siquiera sabes cómo se conecta con un tipo al final del pasillo de tu oficina”, dijo el escritor. “Creo que nuestro mundo se ha vuelto aún más así ahora con un mundo virtual, después de la pandemia”, apuntó.
Pensando en Nighy
Nighy, más conocido por interpretar personajes extrovertidos y desenfadados en películas como “Realmente amor” y “Cuestión de tiempo”, ofrece una interpretación profundamente contenida. El reto interesante fue tener que “expresar cosas bastante profundas con muy poco”, dijo Nighy a la AFP durante el estreno de la película en el AFI Fest en Hollywood.
“Ese grado de moderación que la gente se exigía a sí misma en ambos países durante ese período, me parece fascinante”, añadió. “En un centro psiquiátrico, probablemente lo declararían profundamente insalubre”, dijo Nighy, y señaló que los hombres acartonados como su personaje incluso “pedirían disculpas por morir”, algo así como “‘Lo siento mucho, pero creo que me tengo que morir ahora’”.
Ishiguro ha abordado temas similares en “Lo que queda del día”, una novela ganadora del premio Booker sobre un mayordomo demasiado estoico y abnegado en una casa solariega inglesa, que reflexiona con nostalgia sobre su vida pasada.
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Ese libro se convirtió en una película nominada al Premio de la Academia, dirigida por James Ivory y protagonizada por Anthony Hopkins y Emma Thompson. Para Ishiguro, ya es hora de que se hable de Nighy en los mismos términos que los ganadores del Óscar.
“Es uno de nuestros grandes y brillantes actores, pero siempre sentí que nunca había tenido la oportunidad de dominar una película”, dijo Ishiguro. “Siempre me pareció que, si le daban un gran protagónico que fuera el papel correcto, sabríamos definitivamente que es uno de los grandes actores de nuestra generación”, subrayó.
Ishiguro escribió el guion pensando en Nighy, e incluso nombró al personaje principal como el actor de sus sueños. “Debo haber sido muy bueno en una vida anterior”, bromeó Nighy. Tras un pasaje por varios festivales, la película cuenta con dos nominaciones a los premios Óscar que se entregarán el 12 de marzo: a mejor actor (Nighy) y guion adaptado (Ishiguro).
Fuente: AFP.