Ciudad del Este. Agencia Regional.
El Museo Tacurú Pucú de Hernandarias ganó un pequeño fondo del programa Puntos de Cultura para la puesta en valor del citado espacio. Son 15 millones de guaraníes y si bien el proyecto macro requiere unos 40 millones de guaraníes, de igual forma están trabajando para revalorizar el lugar y pueda ser reabierto al público en forma gratuita desde octubre.
El contenido museográfico fue creado con la colección privada de la familia Villalba y de otros vecinos que ayudaron para enriquecerlo. Funciona en un local de los veteranos y es el que se está revalorizando para recibir de nuevo a los visitantes.
Es lo que explicó Alexandra Serrati, quien representó al proyecto para el concurso y trabaja de cerca en todo el contenido museográfico junto a Cristian Benítez, quien tiene a su cargo la historia y el contenido narrativo del espacio que estará reabierto al público en octubre. El nombre se mantiene con la grafía antigua del guaraní y se descartó Takuru Puku, a pedido de los coleccionistas privados.
“Se trata de un proyecto de puesta en valor del museo Tacurú Pucú que es un espacio comunitario a punto de cumplir 20 años. Se inició como colección privada de la familia Villanueva y está abierto a la comunidad desde hace años. Es un nuevo ordenamiento de lo que ya la colección alberga, no traeremos nada nuevo acá, sino que pondremos más orden y estética al museo”, refirió Serrati.
“Estamos proyectando la puesta en valor del patrimonio cultural tangible de Hernandarias, con una reconfiguración museológica del espacio, donde vamos a tener un lindo espacio en el que los visitantes encontrarán la esencia de la historia de Tacurú Pucú”, expresó a su vez el licenciado Cristian Benítez, otro de los responsables del proyecto que aportará contenido a la narrativa del museo.
Objetos arqueológicos recolectados por los vecinos miembros de Tacurú Pucú en sus inicios, la historia del museo que había nacido como asociación, también habrá objetos relacionados con el trabajo yerbatero, con la Guerra del Chaco, todos ordenados y segmentados secuencialmente en una línea de tiempo, según Benítez.
Tendrá una narrativa histórica desde el origen de los pueblos indígenas, el sentido espiritual que tiene la yerba para los pueblos ancestrales, la llegada de los europeos durante la colonización, el trabajo de los religiosos que fundaron la reducción de la Natividad de la Virgen del Acaray, en setiembre de 1619 y luego hasta la contemporaneidad.
El historiador resume el contenido en un período prehispánico, el colonial, un poco de la historia independiente, lo que fue Tacurú Pucú, la posguerra con la aparición de la Industrial Paraguaya SA, que tuvo su vida hasta mediados de la década del 70 y también una parte de la historia de los veteranos de la Guerra del Chaco.
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