La Orquesta Filarmónica Alto Paraná, bajo la dirección del maestro Juan Ramón Vera, en la inauguración del Centro Cultural Mangoré. Varios artistas reconocieron la importancia de contar con un espacio adecuado para hacer conocer su arte. Foto: Gustavo Galeano.
Gala inaugural del Centro Cultural Mangoré marcó talento de artistas paranaenses
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Ciudad del Este. Agencia Regional.
Filarmónica, orquestas, coros, danza y grupos de canto, todos artistas paranaenses mostraron en la noche del jueves por qué tanto clamor por un teatro en Ciudad del Este. Con una calificada y potente presentación hicieron la gala inaugural del Centro Cultural Mangoré, cuyo anfiteatro con aforo para 620 personas estuvo lleno. Se trata de un nuevo complejo construido por la Gobernación y cuenta además con salas y galerías de exposición.
La Orquesta Filarmónica Alto Paraná (OFAP), bajo la dirección del maestro Juan Ramón Vera, inauguró el espacio cultural con la interpretación del Himno Nacional con el solista Martín Lezme, generando el primer aplauso generalizado en el auditorio. Siguió con la obra Padre Nuestro en versión musical compuesta especialmente por Juan Ramón Vera para la inauguración.
La orquesta la conformaron también la soprano Fabiana Piñánez, Elda Aiud en violoncello, Eliezer Benítez como solista de trompeta y el Coro Juvenil del Centro Educativo Municipal. El gran maestro Herminio Giménez no podía faltar a través de “Alto Paraná”, con arreglo y orquestación de Juan Ramón Vera. Siguió con Danza Paraguaya, de Agustín Pio Barrios, con arreglo para guitarra y orquesta de Juan Ramón Vera e interpretada por el guitarrista franqueño Fabio Rodríguez.
Esta versión incluyó el canto con letra escrita por Justo Pastor Piñánez e interpretada por su hija Fabiana Piñánez. En esta parte de la presentación se rindió homenaje a dos grandes artistas ya extintos, Justo Pastor Piñánez y Emiliano Aiud, cuyas hijas representan a la nueva generación de artistas de Alto Paraná, integrantes de la Filarmónica.
El Coro Ars Canendi, bajo la dirección de Mónica Pérez, ofreció un variado repertorio en el evento de inauguración del Centro Cultural Mangore de Ciudad del Este. Foto: Gustavo Galeano.
Luego fue el turno de la Orquesta de Cámara Municipal, con la dirección del maestro Mijiail López. Sinfonía 25 de Mozart, luego Piratas del Caribe y la tercera propuesta, Vive la vida de Coldplay llevaron a su máxima expresión al auditorio.
El Coro Ars Canendi, con la dirección de Mónica Pérez, marcó potencia interpretativa de voces. “Es un sueño hecho realidad”, dijo la directora en medio de su presentación. La danza no faltó mediante la fusión de escuelas y una variada propuesta. Finalmente el turno de reconocidos grupos del folklore nacional y latinoamericano llegó de la mano de Los Paredes, Punto Clave y Mandu´ara.
“Un antes y un después en la cultura”
Al término de la presentación de la Filarmónica Alto Paraná, el gobernador del departamento, Roberto González Vaesken, señaló que el centro cultural inaugurado viene a marcar un antes y un después en la actividad artística y cultural de Ciudad del Este y Alto Paraná. “La región necesitaba hace mucho tiempo de un espacio como el que se pone a disposición de la ciudadanía”, aseguró.
Convocó al músico Juan Ramón Vera y le entregó la batuta como reconocimiento a su calificada labor, al tiempo de considerar que existen muchos paranaenses muy talentosos a los que no se los reconoce como corresponde. Mencionó que, aunque sea tarde, valga la ocasión para destacar al maestro.
El músico dijo que se trata de un día histórico y con el Centro Cultural Mangore se entra a jugar en las ligas mayores. “Necesitábamos un centro como este. La música ayuda al alma y a la sociedad, en este caso otorgará un nuevo rostro a la ciudad porque, finamente, tenemos un lugar adecuado para hacer música”, expresó el director de la OFAP.
La pizzería Grosso Cocina Italiana obtuvo el reconocimiento de la organización 50 Top Pizza Latin America, que posiciona a Paraguay en el mapa culinario internacional.
La propuesta gastronómica se posiciona como marca referente en su rubro con su aparición en el destacado ranking del 50 Top Pizza Latin America, que evalúa y reconoce las mejores pizzas artesanales de la región.
De esta manera, la prestigiosa guía internacional posicionó a Grosso como una de las mejores pizzerías de toda América Latina. Esto representa un importante logro para el sector gastronómico nacional, al seguir colocando a Paraguay en el mapa culinario internacional.
El ranking es elaborado por evaluadores de todo el mundo, que tienen la misión de seleccionar a los mejores restaurantes que realizan el tradicional plato italiano. Además de los sabores, se tienen en cuenta aspectos como la calidad, los ingredientes, la ambientación del local y el servicio en los locales seleccionados.
La inclusión de la pizzería en el listado de las 50 mejores pizzas de Latinoamérica demuestra que la marca cumple con exigentes requisitos internacionales. “Este reconocimiento reafirma nuestro compromiso con la excelencia, la innovación y la autenticidad en cada propuesta que elaboramos”, expresó,Francisco Gubetich, director de Operaciones de la firma.
Esta edición de 50 Top Pizza Latin America se desarrolló recientemente en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, donde el equipo de Grosso recibió con gratitud el prestigioso galardón, en una ceremonia que reunió a los mejores exponentes de la pizza regional.
La propuesta del restaurante se basa en ofrecer auténtica comida italiana, destacándose especialmente por su pizza, que se caracteriza por su artesanalidad y el cuidado minucioso de cada etapa del proceso de preparación desde la fermentación de la masa hasta la selección de ingredientes de alta calidad.
El ñai’upo, en busca de ser reconocido como patrimonio de la humanidad
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por Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Gentileza
Preservado por un puñado de artesanas, esta práctica ancestral y tradicional de hacer cerámica está en un momento en el que “requiere de salvaguarda”. La idea es que el reconocimiento internacional ayude a multiplicar la práctica de este tipo de alfarería manual apuntalando su difusión y valoración como hecho artístico y comunitario.
“Nuestra candidatura ha pasado un filtro importante, por lo que somos optimistas de que será aprobado en la reunión venidera”, dice Sergio Ríos, de la Dirección de Estudios, Antropología, Arqueología y Paleontología de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC).
Lo hace explicando que en diciembre de este año, en Nueva Delhi, India, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) podría dar un paso importante para darle estatus protectivo a la tradicional técnica alfarera nacional.
De superar este paso, en la próxima reunión general del organismo se podría dar el reconocimiento. En este sentido, Ríos apunta que “con esta declaración será posible ejecutar acciones específicas que contribuyan a su salvaguarda y que permitan que la elaboración artesanal del ñai’ũpo pueda continuar en las próximas generaciones. Por otra parte, será también una prueba más de la enorme riqueza cultural que tenemos en Paraguay y de que debemos incentivar la preservación de nuestras prácticas del patrimonio inmaterial, como parte de nuestro acervo nacional”.
Lo cierto es que son pocas ya las artesanas que vienen custodiando esta práctica. Alrededor de cinco en Itá y otras ocho en Tobatí, según el registro de la SNC. “Recientemente falleció Rosalina Robles de Yaguarón, distinguida como tesoro nacional vivo y existen también otras mujeres, además de sus familias, que contribuyen activamente al proceso de elaboración del ñai’upo”, dice Ríos describiendo el cuadro.
“El taller de alfarería Ña Rosalina Robles en Peguahó, Yaguarón, administrado por la familia de nuestra artesana en su honor, también es un espacio que contribuye a la visibilización de estas prácticas y a que las mismas se mantengan vivas”, destaca.
KAMBUCHI APO
Vicenta Rodríguez es la lideresa del colectivo de mujeres alfareras Kambuchi Apo y espera que la eventual declaración “pueda incentivar a los jóvenes, a los niños, para que puedan aprender y para que siga adelante nuestra tradición, nuestra cultura, el oficio que nos dejaron nuestras abuelas, nuestras mamás”, expone.
La idea es que el reconocimiento las ayude en la valorización del trabajo “para que podamos vender en los precios justos y para que los ceramistas tengamos una vida estable también”.
Vicenta, verdadera maestra de ceramistas, recuerda que el ñai’ũpo se destaca por ser un trabajo hecho a mano: “No se usa moldes ni torno”. Por ello, asume que un destaque internacional de su técnica puede ayudar a multiplicar los talleres que vienen haciendo para enseñar este particular contacto con el barro a las nuevas generaciones
LABOR PEDAGÓGICA
“En Itá, más o menos 25 familias son las que se dedican y en nuestra asociación trabajamos ocho mamás juntas buscando que sea taller, escuela de cerámica y que los niños, los jóvenes y todas las personas que quieran aprender puedan tener acceso a ello. Ese es nuestro objetivo”, resalta.
Kambuchi Apo tiene un local de exposición y venta que trabaja de lunes a lunes en la avenida General Marcial Samaniego de Itauguá, donde puede verse la exquisita producción de este tesonero grupo de ceramistas.
Vicenta recuerda que mucha de la tarea la hicieron con el apoyo del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), la SNC y el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec). “Nosotras preparamos proyectos y conseguimos fondos para hacer nuestros libros (‘Ñai’ũpo rape’ y ‘Kuña okambuchi apo’), nuestra feria, nuestro festival anual que solemos hacer en el mes de setiembre”, cuenta. También se brindaron talleres en escuelas, en la comunidad y en las plazas de Itá.
Vicenta Rodríguez, lideresa del colectivo de mujeres alfareras Kambuchi Apo
TRADICIÓN Y FUTURO
Memorando la tradición surge el nombre de Gumercinda Irala, mujer que preservó la técnica por 60 años, cuenta Elena Dielma, ceramista joven que sueña con poder seguir transmitiendo el conocimiento. “¡No queremos que se pierda, queremos que siga de generación en generación el trabajo hecho a mano!”, exclama.
Cuenta que en el trabajo de difusión del arte ceramista “llegamos a muchas comunidades, incluso indígenas, que están queriendo volver al ñai’ũpo, a esta tradición guaraní”, comenta.
Añade que, a pesar de las dificultades, decenas de familias en Itá y Tobatí siguen adelante con la difícil tarea. Destaca para ello los apoyos oficiales y recuerda que las ceramistas pudieron viajar y mostrar lo suyo en el país, con lo que se fueron dando acciones para “revalorizar” el ñai’ũpo, que espera que la declaración de la Unesco ayude a reforzar.
Elena se considera “una aprendiz de la cerámica, pero cada día estoy más fortalecida, más inspirada para seguir en la lucha constante, porque vivir de esto cuesta muchísimo en el sentido de que a veces hay buena temporada, a veces no, entonces es un poco difícil”.
No obstante, apunta que valió la pena el esfuerzo, ya que “gracias a que las maestras artesanas persistieron entre tantas necesidades logramos ahora posicionar al ñai’ũpo. Así que la posibilidad de que pueda lograrse el reconocimiento de la Unesco hace que sienta tanta admiración por esas maestras artesanas y estoy segura de que se va a lograr”.
La joven ceramista Elena Dielma sueña con la preservación de la
técnica artesanal
UNA PREPARACIÓN RITUAL
La ceramista Elena Dielma cuenta que todo comienza con la preparación de la arcilla, “que se extrae del estero, se trae en pelotas, se pone en una pileta y ahí se pica. Luego se saca y se pone encima de una bolsa y se amasa con los pies. Se le agrega un poco de polvo de ladrillo, se sigue apisonando y luego pasa a un amasado, ya con las manos, donde se limpia la arcilla. Después pasa para el moldeado y la cocción en el horno”.
La joven relata que se inició en esta técnica hace seis años con la maestra Vicenta Rodríguez, en Kambuchi Apo. Vale decir que hay un componente familiar, ya que Vicenta es la suegra de Elena, por lo que considera que “mi familia está unida a través del ñai’upo”.
Recuerda entonces que “en realidad mi abuela fue alfarera, fue ceramista, pero mi mamá ya no siguió… se cortó eso con mi mamá, pero yo volví gracias a Vicenta”.
Luego explica cómo se dio esa continuidad: “Empecé haciendo el bruñido (pulido de las piezas) y luego ellas me insistieron en que toque la arcilla y realmente hasta hoy puedo sentirme orgullosa porque desde el primer momento en que la toqué, no puedo explicar lo que yo puedo hacer con mis manos en el barro. Es como que no sabía que yo sabía hacer esto, que estaba en mí eso gracias a mi abuela, que está también en mi sangre ser ceramista”, dice.
Esa iniciación impactó en su vida, ya que según apunta “me estaba preparando para ser licenciada en enfermería y no lo logré por muchas razones, y no estoy arrepentida. No es algo que me afectó psicológica o emocionalmente, sino es algo que seguramente me preparó para estar ahora donde estoy”.
Cuenta que comparte este amor por la cerámica con su hermana, que también fue iniciada en el arte por su marido, “que es hijo de la afamada Rosa Brítez. Entonces, somos dos en la familia que logramos recuperar una tradición”, dice.
“A través del ñai’upo aprendí a trabajar en comunidad, aprendí de muchas mujeres que lo hacen con la misma pasión que nosotras, pude conocer la historia de las maestras que pasaron tantas cosas años atrás con este trabajo que se denigraba muchísimo, que no valía nada, que era prácticamente sin valor para mucha gente y ahora ver que se está logrando todo esto para mí es muy importante, como lo es ser parte de ello también”.
La preparación ritual del producto
TRÁMITE PENDIENTE
La Unesco confirmó recientemente que la candidatura del arte del ñai’upo, cerámica ancestral, presentada por Paraguay, será considerada en la 20.ª Reunión del Comité Intergubernamental de la Unesco, programada para este año, para su posible inscripción en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que Requiere de Salvaguardia Urgente. En este contexto, la SNC se encuentra ultimando los detalles del dossier técnico que respaldará esta propuesta, un paso crucial para su reconocimiento internacional.
La técnica de alfarería ñai’upo (quehacer cerámico) es una práctica ancestral que se ha transmitido de generación en generación, principalmente entre mujeres artesanas de Itá y Tobatí. Consiste en la elaboración de piezas de cerámica, como cántaros y utensilios, utilizando métodos tradicionales que incluyen la recolección de arcilla, su preparación y modelado, seguido de la cocción en hornos artesanales. Estas piezas no solo cumplen una función utilitaria, sino que también poseen un significativo valor cultural y artístico.
En junio de 2021, la SNC declaró al ñai’upo como patrimonio cultural inmaterial nacional, reconociendo la importancia de su preservación y promoción.
La técnica de alfarería ñai’upo (quehacer cerámico) es una práctica ancestral
San Lázaro hace realidad el sueño de contar con su propio moderno complejo deportivo
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El municipio de San Lázaro fue beneficiado con la mejora de una infraestructura deportiva y recreativa del Complejo Deportivo Puerto-Vallemí, un espacio para el desarrollo social, cultural y deportivo de la comunidad que fue posible gracias a una inversión de la comuna en un predio que fue cedido por la Industria Nacional de Cemento (INC).
El complejo cuenta con una superficie de 90.000 m² y alberga diversas instalaciones de primer nivel, incluyendo una cancha de fútbol profesional con vestuarios y graderías para más de 5.000 personas, un teatro griego con capacidad para 2.000 espectadores, canchas polideportivas, parque infantil y una piscina actualmente en proceso de restauración.
El complejo será un espacio para niños, jóvenes y adultos. Foto: Gentileza
Esta intervención incluye la reactivación del sistema de iluminación en los espacios deportivos para lo cual se invirtieron G. 405.965.500 provenientes de los royalties. Además de esto, se lleva adelante otras obras de refacción y mejoramiento de instalaciones deportivas en el distrito, también financiadas a través de los royalties y se destinarán G. 369.885.000.
Las refacciones en el complejo y la nueva lumínica fueron desarrolladas en este lugar luego de 25 años de espera, por lo que destacaron la gestión de la jefa departamental Joaquina Azuaga, quien tomó la iniciativa de desarrollar este lugar que apunta a convertirse en un punto de encuentro para toda la ciudadanía.
“Estas obras no solo mejoran la infraestructura, sino que también tienen un impacto social profundo, ya que fomentan el deporte, la integración comunitaria y el bienestar de nuestros ciudadanos”, destacó la intendente Joaquina Azuaga en el acto de inauguración y mencionó que estos proyectos nacen a partir de la necesidad de ofrecer a niños, jóvenes y adultos espacios adecuados para el desarrollo de actividades deportivas y recreativas.
“Lo mejor de mí”: habilitarán “Casa Centro” para empoderar a las mujeres
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Este viernes, 7 de marzo, se realizará la inauguración de Casa Centro, un espacio integral para el desarrollo y empoderamiento de la mujer”, donde las protagonistas reciben apoyo y contención en forma integral. Solicitan llevar un alimento no perecedero para seguir impulsando el Banco de Alimentos, que será entregado a las miembros de la comunidad de Lo Mejor de Mí.
Según Vivina Bonino, la CEO del proyecto Lo mejor de mí, esta casa surgió con la finalidad de apoyar a las mujeres de forma integral para su capacitación, formación, desarrollo, contención y empoderamiento. La presentación será a las 19:30, en el local ubicado en Paraguarí 1346 en la ciudad de Asunción y los asistentes deben llevar llevar alimentos no perecederos.
“Casa Centro es una iniciativa de empoderamiento de transformación para mujeres, que tienen casi cuatro años con Lo mejor de mí. El objetivo es poder contribuir, acompañar, formar e instruir a las mujeres, es un centro dirigido al crecimiento y desarrollo personal, en forma integral”, dijo Bonino, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Afirmó que ofrecen servicios gratuitos como subvencionadas que incluyen cursos de formación, talleres, seminarios y workshops, para brindar herramientas y conocimientos que impulsen el crecimiento de las mujeres en diversos ámbitos. Así también, disponen el espacio denominado “La tiendita” para que las emprendedoras puedan exhibir y comercializar sus productos.
“Dentro de la casa hay una oferta multidisciplinaria, es un proyecto que tiene un largo camino y es el resultado de impulsoras de alta performance de liderazgo. En Lo mejor de mí llevamos adelante un programa de liderazgo para mujeres que al término del programa siempre encabezan un proyecto y encabezan un conversatorio en el que ellas mismas son protagonistas”, aseguró.
Viviana refirió que una de las áreas destacadas dentro del centro es el autocuidado, compuesto por consultorios que ofrecen más de seis disciplinas como: Psicología, Nutrición, Fisioterapia, Fonoaudiología, Estudio Jurídico y consultorio para Lactancia Prematura, así como también, Consejería del Ser y Coaching; y Formación y Capacitación.
“Estoy convencida de que cuando iniciamos un proceso de transformación con nosotros comienza a cambiar y Casa Centro es un espacio para todas. Allí las mujeres de la comunidad tienen la posibilidad de contar con un espacio para sus talleres, charlas y crecimiento. Además, es un espacio donde pueden hallar herramienta y contención, tenemos consultorios”, refirió.
Aclaró que todos los profesionales que forman parte del equipo lo hacen de forma voluntaria. “Lo mejor de mí realmente es una revolución de fuerza de voluntades. Casa Centro se hace realidad con la fuerza de voluntad de mujeres de la red y mujeres de círculo de las impulsoras que son cinco”, puntualizó.
Viviana Bonino, CEO del Programa de Liderazgo Lo mejor de mí. Foto: Gentileza
DATOS CLAVE
Casa Centro invita a las empresas a sumarse a la Red de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como marcas embajadoras, participando y apoyando activamente en esta iniciativa, que busca transformar la vida de las mujeres y, por ende, de la sociedad en general.
El centro tiene dos ejes, uno son las actividades, como el de hoy en la que reunirán alimentos y el buzo de gratitud para que la gente pueda donar. Al ser un proyecto que no tiene fondo necesita la ayuda de la ciudadanía.
Este 2025 Lo mejor de mí cumplirá 4 años, por donde ya pasaron más de 4.000 mujeres por sus programas formativos y sociales, y en el marco de su eje social, surge Casa Centro.