Por sexta ocasión, el cine paraguayo estará presente entre las candidaturas para la categoría a mejor película internacional de los Óscar a través de “Eami”, la última obra de Paz Encina, según confirmó este lunes pasado la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas del Paraguay, para la carrera de la 95ª edición de los premios de la Academia de Hollywood, cuya gala será el 12 de marzo de 2023.

“Con mucha alegría compartimos la noticia que ‘Eami’ es la película elegida por la Academia de Cine para representar a Paraguay en los premios Óscar en la categoría de mejor película internacional. Gracias a todos los miembros de la Academia. ¡Es un gran honor para todo el equipo!”, expresó Paz Encina en sus redes tras confirmarse la elección de su película.

Por su parte, la academia paraguaya publicó: “Con mucho entusiasmo anunciamos que la película que representará a Paraguay en la categoría mejor película internacional de los premios Oscar 2023 es ‘Eami’ de la directora Paz Encina. El comité de elección de premios estuvo conformado por miembros activos de la Academia de Cine del Paraguay y el mismo fue aprobado por The Academy of Motion Picture Arts and Sciences. La convocatoria estuvo abierta a todos los largometrajes que cumplían con los requisitos propuestos para competir en los premios Óscar”.

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Este gremio civil se gestó hace una década, tras el impresionante éxito taquillero de la película “7 cajas” (2012), debut de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori. En 2013, el sector audiovisual vio la necesidad de crear su propia academia y de recibir el reconocimiento de Hollywood como parte del trámite para poder postular películas paraguayas con miras a la estatuilla dorada. Debido a los plazos ya no fue posible presentar a “7 cajas”.

En diciembre de 2014, la academia realizó su primera postulación con la película “Luna de cigarras” para los Premios Ariel de México. En tanto que su primera postulación para el Óscar fue el documental “El tiempo nublado”, debut de Arami Ullón, elegida en 2015. En los años 2016 ni 2019 no se presentaron candidaturas.

En 2017 fue electa “Los buscadores” de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori; siguió “Las herederas” (2018), de Marcelo Martinessi; luego “Matar a un muerto” (2020), de Hugo Giménez; y “Apenas el sol” (2021), la segunda obra de Arami Ullón, que además fue considerada para la categoría a mejor documental en las etapas previas a las nominaciones finales.

Tras “Hamaca paraguaya” (2006) y “Ejercicios de memoria” (2016), Paz Encina estrenó su tercer largometraje en febrero pasado en el 51º Festival Internacional de Cine de Róterdam (IFFR), en los Países Bajos, donde mereció el máximo galardón de la competencia, el Premio Tiger.

Antes de su estreno en cines paraguayos, el 19 de mayo, “Eami” le otorga a su realizadora el premio a Mejor Dirección en el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici), en Argentina; y obtuvo una mención especial del jurado en el 34° Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse, Francia.

Además, Paz Encina es la primera cineasta paraguaya que integra la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, gremio de Hollywood que organiza los premios Oscar. La consagrada cineasta recibió la invitación en junio de 2020 de parte de la organización fundada en 1927, en Beverly Hills, California (EEUU), y que contabiliza cerca de 10 mil miembros activos. El 30 de noviembre de 2021 recibió el carnet de miembro número 20377.

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Hubo una invasión, Eami perdió a los suyos y entonces comienza un vuelo. Vuela el Asojá, el pájaro-dios-mujer de la cultura indígena ayoreo totobiegosode y trae las memorias del pasado del presente y del futuro. Hoy el Asojá es Eami, una niña de 5 años, cuyo nombre significa monte, y significa Mundo. Debe abandonar su lugar mientras se pregunta sobre la muerte y el sentido de la vida.

“Eami” es la historia del pueblo ayoreo totobiegosode contada desde el trance de una niña entre el dolor y la sanación, con la capacidad de portar una mirada omnisciente - atemporal, quien a partir del cruce entre el documental y la ficción se convierte en el narrador de esta historia.

En ese camino recolecta memorias. Escucha las voces de sus abuelos mientras es acompañada por uno de sus amigos animales, el lagarto, que guía sus pasos. Él sabe que Eami debe abandonar el monte. Debe dejar todo atrás y salir para no morir allí. Vuela el Asojá, y siendo Eami, recorre por última vez su territorio.