Cada disco y cada tour son propuestas nuevas para el cantautor uruguayo Jorge Drexler, también son una reafirmación de sus certezas. En la noche del miércoles el compositor de “Todo se transforma” presentó su último disco en el SND Arena de Asunción, se trata de “Tinta y tiempo”, un material que vio la luz hace pocas semanas y que lo da a conocer al público en su primer tour postpandemia.
Al llegar las 21:30, el auditorio del ex Consejo Nacional de Deportes estalló de júbilo. Drexler marcó presencia en el escenario para reencontrarse con el público paraguayo, a tres años de su último show, y saludó a sus fans de rodillas y agradeciendo. Fue el tiempo de “Plan maestro”, que abrió un recorrido por las canciones del disco recientemente publicado.
Desde “Bailar en la cueva” (2014) el uruguayo confronta su propia afirmación: “los músicos no bailamos” -de Eco (2004)-, y en este tour se despoja por momentos del caparazón de su guitarra y se pasa bailando y cantando, para hacer bailar y cantar al público.
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“Corazón impar” marcó sus latidos con una coreografía de pies contras suelo, una metáfora de los latidos que salían de los pasos que realizó en coordinación entre el público y los músicos. Después llegaron el clásico “Me haces bien” y “Fusión”, que tuvieron al público haciendo coro.
Soltar un poco la guitarra y darse más al cuerpo y al baile también significó para Jorge apoyarse más en su banda. Sus coritas Alana Sinkey y Miryam Latrece tuvieron sus momentos de destaque, así como el guitarrista Javier Calequi y la tecladista Meritxell Neddermann. Además, durante toda la noche presentó diversas disposiciones de la banda sobre el escenario, generando composiciones que lo ponían muchas veces a la par que los integrantes de su banda.
Sonaron “Bendito desconcierto”, “Inoportuna”, “Era de amar” y “Oh, algoritmo”, y en este penúltimo brindó un tributo a Gustavo Cerati, concluyendo con el estribillo del tema “Puente”, del argentino.
Entretanto, Jorge se tomó el tiempo para hablar de la superación de la pandemia, la celebración de la cercanía y, según explicó, el baño de humildad que dio ese proceso global a la condición humana.
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Interpretó “Salvapantallas”, “Tinta y tiempo”, “El día que estrenaste el mundo” y “Asilo”, este a duelo con Miryam Latrece, dando el perfil al público.
Un momento emotivo se dio con “Milonga paraguaya”, con el que Drexler homenajea a Agustín Barrios “Mangoré”, quien según él es un pionero y su mejor compositor para guitarra clásica.
No faltaron los hits “Sea”, “Movimiento”, “Tocarte”, “Telefonía”, “Silencio”, “Polvo de estrellas”, “Cinturón blanco”, “La luna de Rasquí” y “Todo se transforma”.
Drexler, que como médico de formación siempre apela a la ciencia como fuente de inspiración y reflexión, cerró el show con un mensaje sobre lo importante de la valoración de la naturaleza, la vida y la diversidad del ecosistema paraguayo. La banda encargada de abrir el telón sonoro fue Partes Iguales.
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