Hace dos años, en plena pandemia del COVID-19, la música paraguaya perdía a uno de sus grandes exponentes: Eduardo Rivas. El destacado cantante, reconocido como “la voz romántica del Paraguay”, partía a la eternidad a los 89 años y tras una enfermedad de larga data.

En aquella oportunidad, la sociedad expresó su pesar a través de las redes sociales, que se inundaron de recuerdos del artista que, hasta sus últimos días de vida, siguió difundiendo la música paraguaya.

Eduardo nació en Asunción, el 7 de diciembre de 1930, y desde su niñez mostró cualidades para la música, que fue desarrollando hasta convertirse en un aclamado intérprete y cantautor de música paraguaya, boleros y tangos.

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Su infancia y juventud

Hijo de Lauro Rivas y Laura Filippini, lo bautizaron como Aníbal, pero luego él adoptó como nombre artístico el de su hermano, Eduardo, fallecido a temprana edad. Desde pequeño se interesó por la música y principalmente por el canto, formando inclusive parte de coros y veladas en los colegios salesianos.

Como a muchas otras familias de la época, la revolución de 1947 obligó a los Rivas-Filippini a migrar a Argentina, donde el incipiente artista vivió gran parte de su adolescencia y juventud.

Sus inicios en el arte

Estudió canto y guitarra en Buenos Aires, Argentina, donde a temprana edad empezó a formar parte de orquestas de jazz para luego, con gran satisfacción, integrar la orquesta del gran maestro Don Mauricio Cardozo Ocampo, dando así nacimiento a su carrera como cantante.

Eduardo Rivas también es conocido por grabar la polca “Nacional Querido”. Foto: Archivo.

También tuvo participación en las prestigiosas audiciones radiales de Radio Splendid y El Mundo de Buenos Aires (Argentina), donde hacían presentaciones a viva voz con el recordado Emigdio Ayala Báez (creador de obras como “Oración a mi amada” y “Mi dicha lejana”). Y es justamente él quien en una de estas famosas audiciones bautiza a Eduardo Rivas como “la voz romántica del Paraguay”.

El retorno

De regreso a Paraguay, junto a don Emigdio empiezan a realizar grabaciones de discos y presentaciones en las principales radioemisoras del país. E incursiona también en el teatro, con exitosas presentaciones de zarzuelas y comedias musicales como “Colegio de Contramano”, “Romeo y Julieta”, “La fiesta de las Zarzuelas”, “Molinos de Viento”, compartiendo escenarios con Los Compadres: Ernesto Báez y Carlos Gómez.

También con Sara Giménez, Betty Figueredo, Kikina Zarza entre otros grandes del teatro nacional. Posteriormente y con la aparición de la televisión en Paraguay, Eduardo Rivas tiene su propio programa denominado “Noches Melódicas”, con un éxito sin precedentes hasta ese momento. Al tiempo realiza presentaciones en los principales centros de actividad cultural y artística del país.

Eduardo en compañía de sus hijos el día que recibió un reconocimiento del Club Nacional. Foto: Gentileza

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Su legado

Eduardo Rivas se casó con María Fulvia Masi y tuvo tres hijos, Eduardo, Fernando y Gustavo.

A lo largo de su carrera, no solamente ha recorrido toda la República llevando su arte y promoviendo la cultura paraguaya, sino también ha grabado más de 100 canciones de las cuales también es autor, tales como “Mucho más”, “Qué lindo amor”, “Cuando pienses en mí”, “Viviré pensando en ti”, “Sonríe muchachita”, éste último con Rubén Enciso Yegros y “A la orilla del mar” coautor con su hijo, el profesor Fernando Rivas Masi.

También es conocido por grabar la polca de “Nacional Querido”. La directiva del Club Nacional le brindó un homenaje, en agosto de 2019, por considerarlo uno de sus más insignes símbolos institucionales.

Con sus 89 años, Eduardo Rivas, retirado de los escenarios, siguió promocionando la música paraguaya a través de la radio. Foto: Gentileza

Sus últimas obras discográficas

En mayo del 2001, el maestro Óscar Cardozo Ocampo y Eduardo Rivas grabaron “Entre tangos, guaranias y boleros”. Y en noviembre del 2005, junto a su hijo, el profesor Fernando Rivas, y con delicados arreglos musicales, graba su último material discográfico “Amar y Vivir”.

El disco “Amar y vivir” contiene 16 canciones del repertorio latinoamericano, con temas que hablan del amor, de la alegría, de la tristeza y de los amigos. Fue presentado el 16 de noviembre de 2005, en Salemma Súper Center, donde el cantante contó con la actuaciones de Kikina Zarza, Analía Guillén, Tony Torres y el cómico Carlitos Vera.

Además celebró, en aquella ocasión, los diez años de su programa radial “Cantando te diré”, que emitía los domingos por radio Ysapy.

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Una vida dedicada al arte

Con sus 89 años, Eduardo Rivas, retirado de los escenarios, siguió promocionando la música paraguaya a través de la radio. Con el apoyo de firmas comerciales y con la colaboración de sus hijos, era el conductor de un programa radial donde se difundió y se apreciaban sus canciones y la de muchos artistas paraguayos.

El Congreso Nacional de la República del Paraguay a través de la Honorable Cámara de Diputados, en fecha 9 de mayo de 2013, reconoció a Eduardo Rivas por su destacada trayectoria artística como cantante, compositor y su valioso esfuerzo en la difusión y promoción de la música paraguaya en escenarios nacionales e internacionales.

El Congreso Nacional, en fecha 9 de mayo de 2013, reconoció a Eduardo Rivas por su destacada trayectoria artística. Foto: Gentileza


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