Finalmente llega a Paraguay la memorable banda noruega de pop rock a-ha con un show único previsto para este domingo 27 de marzo, a las 21:00, en el Arena SND (Av. Eusebio Ayala esq. R.I. 8 Boquerón), de la Secretaría Nacional de Deportes, en Asunción.
El conjunto formado en Oslo, en 1982, por el cantante Morten Harket, el guitarrista Pål Waaktaar-Savoy y el tecladista Magne Furuholmen llega por primera vez al país con “Hunting High and Low Live Tour”, la gira mundial con que celebran los 35 años de su álbum debut “Hunting High And Low”, lanzado en 1985.
Considerado uno de los más importantes en la historia de la música pop, el primer disco de a-ha presentó al mundo éxitos atemporales como “Take On Me”, “The Sun Always Shines On TV”, “Train Of Thought” y, por supuesto, “Hunting High And Low”. Retrasado debido a la pandemia, el tramo sudamericano de la gira en 2022 incluye Argentina, Brasil y Paraguay y ha recibido críticas entusiastas de la prensa y elogios del público en todo el mundo.
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Admiradores de alto perfil como Morrissey, Robbie Williams, Pet Shop Boys y Kanye West, entre otros se han declarado fanáticos de a-ha, al igual que Chris Martin de Coldplay, quien los nombró como una de sus primeras inspiraciones y “bandas favoritas de todos los tiempos”.
El trío también ha logrado éxitos globales con el tema de James Bond, así como “Cry Wolf”, “I’ve Been Losing You” y la colaboración de 2005 con Max Martin Analogue, mientras que su lanzamiento más reciente fue una colección de MTV Unplugged en 2017 con colaboraciones. con Ian McCulloch y Alison Moyet de Echo & The Bunnymen.
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NME declaró “Hunting High And Low” como “uno de los álbumes que han resistido la prueba del tiempo y todavía suena genial hoy”. Y como dice Pål Waaktaar-Savoy: “No hay una canción en ese álbum que no estemos deseando tocar en vivo”.
Las entradas se encuentran a la venta en todos los puntos de Ticketea y desde www.ticketea.com.py. Los precios por sectores son: platino a G. 900.000, oro a G. 800.000, plata a G. 650.000, preferencias vip a G.- 550.000, bronce a G. 500.000, preferencias a G. 350.000, y plateas a G. 300.000.
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A-ha en Paraguay: una noche inolvidable y llena de reencuentros
La palabra que mejor define la experiencia es “reencuentro”. Con amigos que no se ven desde la pandemia, de ex compañeros de colegio o facultad, de músicos con el público y del público con la música.
Por: Luis Ríos
¿No les pasa que cuesta salir domingo? Ya sea por el bajón de la tarde o porque queremos dormir temprano para que el lunes no sea tan malo, sin embargo, había una emoción palpable. Esa ansiedad de ver a un grupo internacional, sobre todo luego de la cancelación del Asunciónico y todo lo que ocurrió después.
De la entrada al predio de la Secretaria Nacional de Deportes (SND) hasta el SND Arena se camina bastante. Y en ese trayecto se pudo escuchar varios “¡Fulano! Tanto tiempo”, bocinazos, gritos, manos levantadas a lo lejos saludando. Gente que se conocía y que, aparentemente, no se veía desde hace mucho tiempo, todas juntándose en el mismo lugar.
Ya en la explanada, uno seguía encontrándose con abrazos interminables, selfies, fotos grupales, círculos y círculos de amigos, anécdotas relatadas a viva voz. Más gente que se conocía y que llevaba tiempo sin verse. Una vez dentro del venue, los grupos de amigos daban vueltas y vueltas eligiendo el mejor asiento. Era uno de esos raros conciertos en donde había sillas para disfrutar y poco lugar para el pogo.
A las 20:15 Deliverans subió al escenario para dar 30 minutos de un intenso setlist compuesto por sus canciones más emblemáticas. “Es bueno siempre reencontrarnos con todos después de tanto tiempo”, decía Neine Heisecke desde el micrófono.
Una gran performance para un público que seguía buscando el mejor lugar. Todos ellos en modo científico con las batas blancas y las gafas protectoras, para experimentar en ese laboratorio de sonidos. En la batería, Diego Riveros con una remera tributo a Taylor Hawkins. Todavía nos duele.
El espectáculo principal estaba marcado para las 21:00 y conforme avanzaban los minutos, se escuchaban murmullos y algún que otro “hora, hora”, para hacer presión. Unos 15 minutos después de la hora marcada, la banda noruega de pop formada en Oslo en septiembre de 1982, hacía su entrada.
La gira mundial que celebra el álbum debut de la banda: “Hunting High And Low” lanzado en 1985, finalmente estaba en Paraguay. Este disco es considerado uno de los más importantes en la historia de la música pop porque el álbum presentó al mundo éxitos atemporales como: “Take On Me”, “The Sun Always Shines On TV”, “Train Of Thought” y el propio, “Hunting High And Low”.
“Antes de venir aquí, primero estuvimos en Buenos Aires y lastimosamente uno de nosotros dio positivo al Covid. Está ahora en la habitación en Argentina, así que mandémosle mucho amor hasta allí. Ustedes sigan cuidándose y permanezcan a salvo”, contaba Magne Furuholmen, poco después del arranque.
Más de uno habrá ido al show conociendo y esperando solamente “Take on Me”, pero esta banda mostró su amplia gama de sonidos, los que van desde ese pop con toques oscuros de New Order, hasta las guitarras más psicodélicas que nos recuerdan al rock progresivo de los 70 con Yes o Génesis.
Por supuesto, no faltaron sus grandes baladas. Aquí es donde Morten Harket, demostró que su calidad está intacta, sin importar el paso del tiempo. Un par de personas cerca mío derraman lágrimas, al dimensionar como él sigue alcanzando notas altas con tanta facilidad. Antes del show, la banda tuvo un recorrido por la ciudad y al llegar a la Isla de Francia, él bajó a comprar plantas. Es muy amante de la vegetación.
En las gradas, la emoción seguía a flor de piel materializándose en selfies, sonrisas, palmas y abrazos de reencuentro. Estábamos escuchando a una banda con 40 años de trayectoria, entonces es un público diferente al del festival que no pudo ser a mitad de semana. Padres con sus hijos mayores e incluso, jóvenes abuelos, copaban los casi 5.000 lugares disponibles esa noche.
Pero A-ha no vino solamente para hacer nostalgia, prometieron un disco nuevo, posiblemente en el transcurso de este año. De esa nueva placa adelantaron dos canciones nuevas. “La verdad que me gustaron los temas nuevos, yo me quedé con esas músicas que estaban de moda cuando yo era adolescente”, les decía una mamá a sus hijas a la salida del show.
Es interesante ver en vivo a estas bandas con tanta trayectoria porque a pesar de que ya no estén en el spotlight, y más allá de la nostalgia, despliegan una puesta en escena sólida que sirve de puente entre distintas generaciones.
Luego de 95 minutos aproximadamente, los músicos dijeron adiós, muy satisfechos por el show que dieron y por el recibimiento del público. Ahora ese “tanto tiempo sin vernos” se conviertió en un relato de domingo para una sobremesa familiar, en anécdotas para ser compartidas en grupos de WhatsApp. Hubo reencuentro, hubo rock, hubo pop, hubo A-ha en Paraguay.
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Guitarrista de A-ha captura lo pintoresco de Asunción
El colorido, los cableríos, buses y edificios contrastantes de Asunción le llamaron la atención al guitarrista de la banda noruega A-ha, quien compartió en sus redes una decena de imágenes de la ciudad en su “día libre”. Incluso, Paul Waaktaar-Savoy encontró un salón de belleza con su apellido.
La agrupación conocida por su megaéxito “Take on me” se presentó por primera vez en Paraguay el domingo pasado, en el Arena SND, con un memorable show, ocasión en que Waaktaar-Savoy pronunció en guaraní “Rohayhu”, y el tecladista Magne Furuholmen se animó con “Mba’éichapa”.
Previamente, el guitarrista había compartido algunas escenas previas al recital en Asunción y del vuelo de partida rumbo a Chile, expresando: “Una vez más con sentimiento”. Lo mismo hizo el cantante Morten Harket, con dos fotos del concierto, con el texto en inglés: “¡Gracias, Asunción!”
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Por su parte, Furuholmen, con la foto de una persona con protección médica y equipo de test, escribió: “¡Muchas gracias a Paraguay por una cálida bienvenida esta noche! Ya un hombre abajo con COVID y dejado atrás en Buenos (Aires) - ahora para ver si el resto de nosotros logrará llegar a Chile... ¡Solo tenemos que superar a esta dama muy seria!”.
La banda noruega formada en Oslo en 1982 visitó Paraguay por primera vez en el marco de la gira por los 35 años de su primer disco “Hunting High and Low” (1985), que contenía “Take on me”. Tras dos años sin tocar por la pandemia, en Asunción fue el segundo show tras Buenos Aires, el viernes pasado.
El tour continúa este miércoles 30 en Chile; luego A-ha sube a México, el 2 de abril, y cierra en julio con 7 conciertos en Brasil, en las ciudades de Recife, Salvador, Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Curitiba. El trío original, acompañado por dos músicos sesionistas, anticipa dos canciones que estarán en su próximo disco “True North”, previsto para octubre.
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A-ha y su público brillaron en una velada inolvidable
Por Jimmi Peralta, periodista
Una locomotora de sensaciones se abrió viaje en el tiempo el domingo último en el estadio Arena de la SND, cuando cerca de las 21:15 el grupo noruego A-ha arrancó su recital en Asunción con el tema “Train of thought”. Un escenario teñido de rojo que tenía en primera fila a Morten Harket (vocalista), Pål Waaktaar-Savoy (guitarrista) y Magne Furuholmen (tecladista) fue saludado por la ovación que delató las ansias de la espera.
A-ha llegó al Paraguay en el marco de una gira con la que celebró los 35 años del exitoso disco “Hunting high and low”, y convocó a fans de distintas generaciones.
Con el auditorio casi lleno se inició el recorrido del repertorio que incluía temas del disco celebrado, tales como “The blue sky”, “Living a boy’s adventure tale”, “And you tell me”, en la primera parte.
Centrados en la interpretación, los A-ha fueron lentamente seducidos por la calidez del público, que envuelto por el sonido de los sintetizadores y la voz prolija de Harket revivía momentos legendarios del rock y del pop de la década de los ‘80.
Desde el primer minuto el público empujó la conexión con la banda, y esta se fue mostrando más cercana con diálogos, recorridos y un sistema de iluminación que se fue complejizando y variando la percepción del escenario con formas y matices.
Sonaron temas como “And you me”, “Love is reason”, “I dream myself alive”, “Here i stand and face the rain” y “Love is reason”, pero sin dudas el momento esperado de la noche y de mayor emoción fue cuando sonó “Take on me”, que tuvo al público tan prendido en los coros que por instantes parecía superar a la banda. Inspirado en la celebración de un clásico, el concierto de A-ha en Asunción se registra como un show inolvidable.
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Después de la tormenta brilló a-ha
Por Carlos Miguel Giménez, carlos.gimenez@nacionmedia.com.
¡Qué semana, Paraguay! Tras todo lo acontecido con Asunciónico, Doja Cat, Taylor Hawkins… el show de a-ha llegó este domingo último como un bálsamo, un prolijo recital, enérgico y conectado con el público paraguayo, además, los músicos noruegos se animaron a palabras en guaraní.
Luego de cuatro décadas de trayectoria, el trío original liderado por el cantante Morten Harket, junto al tecladista Magne Furuholmen y el guitarrista Paul Waaktaar-Savoy, por fin aterrizó en suelo guaraní, en una gira que los vuelve a poner a tocar en escenarios ante una audiencia presencial tras dos años, debido a la pandemia.
La gira tiene también por motivo conmemorar un aniversario ya atrasado por culpa del COVID-19: los 35 años de “Hunting High and Low”, su primer disco publicado en el año 1985, que los puso en el mapa internacional y en la historia de la música pop con su súper ultra archi mega conocido éxito “Take On Me”.
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Con esa premisa, a-ha subió al escenario del Arena SND a las 21:15, arrancando con los temas más tranquilos y menos conocidos de su álbum debut, como “Train of Thought” o “The Blue Sky”. Previamente, la apertura del recital a cargo de la banda nacional Deliverans.
De entrada, Morten Harket saludó a la audiencia y dijo gracias en español, pero la formalidad estuvo a cargo de Magne Furuholmen, quien pronunció: “Mba’eichapa” (cómo están, en guaraní), y explicó que volvían a tocar en vivo luego de dos años, y que esta era su segunda presentación, después de iniciar la gira en Buenos Aires, el viernes pasado.
Convertidos en quinteto con sus invitados de tour, el baterista Karl-Oluf Wennerberg y el bajista Even Ormestad, la agrupación a-ha se escuchó bien, con toda la base ochentera del synth-pop, pero con la energía rockera que permite el show en directo.
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Así, la velada iba en ascenso para los seguidores, hasta que llegó la artillería de éxitos: “Hunting High and Low”, que da título al emblemático disco, “The Sun Always Shines on T.V.” y, finalmente, la explosión eufórica que supuso “Take On Me”, con el que se alzó toda la platea para bailar y corear.
Con ese clímax cerró el bloque de homenaje al primero de sus diez discos publicados (el último salió en 2015), y la banda se despidió fugazmente, porque apenas dos minutos después regresaron con “Sycamore Leaves”, un tema que no está entre los clásicos, del cuarto disco “East of the Sun, West of the Moon” (1990), pero efectivo para la transición moderada.
Entonces, Paul Waaktaar-Savoy fue quien habló en guaraní: “Rohayhu” (les quiero). Al guitarrista noruego le tocó presentar “Forest For The Trees”, al que siguió “You Have What It Takes”, ambas canciones en estreno exclusivo, que estarán en su próximo disco “True North”, previsto para octubre.
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A continuación, retrocedieron hasta el segundo disco, “Scoundrel Days” (1986), con el tema “The Swing of Things”; pero si el oído masivo necesitaba del hit, pegado vino “Crying in the Rain”, que sembró una emoción contenida ante este monumental cover, presente también en su mencionado cuarto disco, y que es una composición original de Carole King, de 1962.
Instantes previos a la poderosa balada, el tecladista Magne Furuholmen tomó nuevamente el micrófono, esta vez todo en inglés, para agradecer por la bienvenida en su primer viaje a Paraguay y dijo que esperaban poder volver muy pronto. Así también fueron presentados los músicos invitados.
Vino la tercera pausa, también muy breve, con un auditorio que se mostraba lleno, aunque no repleto, y que siguió bailando distendidamente con el ritmo que era capaz de contagiar a-ha. El “olé, olé” se impuso para agasajar la última entrada de los músicos, ya se sabía que el final estaba cerca.
La canción que da nombre a su segundo disco, “Scoundrel Days”, abrió la última parte, un bloque casi corrido, que siguió con “I’ve Been Losing You” (también del segundo disco), remarcando una enérgica y pegadiza instrumentación, que acompañó un juego de luces de colores más intensos.
Para el broche de oro, a-ha se mantuvo en los ‘80s y eligió “The Living Daylights”, su éxito que fue tema principal de la película “Su nombre es peligro” (The Living Daylights, en inglés), de 1987, la decimoquinta entrega de la saga de 007 James Bond, y la primera que protagonizó Timothy Dalton, luego de la serie de films de Roger Moore.
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En un tramo, el coro de “Oh, the living daylights”, el vocalista cambió a “living in Asunción”, y se prendieron las luces para agitar a las masas a corear el estribillo original con la máxima potencia, mientras la agrupación metía acordes de la famosa pista del “Tema de James Bond”.
“Gracias Asunción”, y más agradecimientos, así se despidió a-ha; no hubo bandera paraguaya, pero los cincos músicos se reunieron en la zona frontal del escenario a despedirse, abrazados con el cántico del “olé, olé, a-ha, a-ha”. Las luces se encendieron, marcando el reloj 22:50, mientras el público se retiraba, todavía sonaban algunos murmullos o silbidos con el “oh, the living daylights” hasta el exterior del auditorio.