“Ilusiones perdidas”, adaptación de una novela de Balzac, ganó este viernes el César a la mejor película en la gala del cine francés, que transcurrió sin escándalos ni grandes proclamas políticas, excepto la denuncia de la invasión en Ucrania.
“No vamos a cambiar el mundo, no somos los más indicados para dar lecciones”, reconoció el maestro de ceremonias, el actor y escritor Antoine de Caunes, al inicio de la gala en la parisina sala Olympia. “Esta noche pensamos en los ucranianos. Estemos a la altura de la suerte que ellos no tienen”, pidió.
Otros premiados tuvieron también palabras para el pueblo ucraniano en plena invasión rusa, pero de forma contenida, en comparación con el desnudo integral que protagonizó una actriz el año pasado, o las críticas que desató hace dos años el premio concedido a Roman Polanski, un director denostado por las feministas.
Se trataba ante todo de recuperar el favor del público, ante la caída de audiencia registrada el año pasado, cuando solamente 1,6 millones de franceses vieron la gala. El sector cinematográfico francés, aunque sigue rodando y estrenando películas, sufrió como el resto del mundo el cierre de salas durante la pandemia, y una caída de ingresos sustancial.
“Ilusiones perdidas”, del director Xavier Giannoli, de 49 años, fue una cinta que se sobrepuso a esos obstáculos. Más de 870.000 personas vieron la película, un retrato ácido de los inicios de la prensa en París, en pleno siglo XIX. La película cumplió buena parte de los pronósticos y se llevó siete Césares, aunque Giannoli no acudió a la ceremonia.
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Como mejor director la Academia francesa premió a Leo Carax, por la ópera-rock “Annette”. El César a la mejor actriz fue para Valérie Lemercier, por una pseudobiografía fílmica de la cantante canadiense Céline Dion. El de mejor actor recayó en Benoît Magimel, por su rol de un enfermo terminal en “De son vivant”.
Una actriz no profesional, Aissatou Diallo Sagna, ganó el premio a la mejor secundaria por su papel de una enfermera en “La Fracture”. El público francés pareció impávido a las demandas de ayudas y a los discursos políticos apasionados de galas anteriores. Diallo Sagna, que afirmó que el martes volverá a su puesto de trabajo como enfermera, confirmó el tono de sensatez de la ceremonia. “Este César es para nosotros, los enfermeros”, dijo.
César para Cate Blanchett
La actriz australiana Cate Blanchett recibió un César honorífico por su carrera, de manos de la también actriz y amiga suya, Isabelle Huppert. Hubo también un momento de emoción para recordar a las estrellas desaparecidas, como Jean-Paul Belmondo y el joven actor Gaspard Ulliel.
Como queriendo insistir en el tono de discreción, la Academia no premió a una película que tuvo un gran éxito de público el año pasado, la policíaca “BAC Nord” de Cédric Jiménez, sobre la violencia descontrolada en los barrios de Marsella. Tampoco tuvo premio “Titane”, la polémica película que se alzó con la Palma de Oro en Cannes.
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La edición 2020 de los César estuvo teñida de escándalo al recibir el premio a mejor director Roman Polanski, que en 1977 fue acusado de violación de una menor. Una actriz, Adèle Haenel, abandonó la sala en protesta. Y el año pasado, en plena crisis de la pandemia, otra actriz, Corinne Masiero, se desnudó en directo para expresar su protesta por la supuesta falta de apoyo gubernamental para el sector cultural.
Fuente: AFP.