Las expectativas por el próximo estreno de “Matrix Resurrecciones” son muy altas entre los fans, que convirtieron a la trilogía “The Matrix” en uno de los grandes éxitos cinematográficos de los años 2000. Más de 1.600 millones de dólares de recaudación por los tres primeros capítulos, hasta la fecha.
La saga supuso una pequeña revolución para la ciencia ficción en el cine, y Neo fue el rol que lanzó definitivamente al estrellato al actor Keanu Reeves, que a sus 57 años vuelve a enfundarse el largo abrigo negro y las gafas de sol, aunque, 18 años atrás, su personaje moría al final de “Revolutions”.
Casi todo en torno a Matrix rompió moldes en la época en que apareció el primer capítulo, en 1999: por entonces los Wachowski eran dos hermanos, que años después cambiaron de sexo. Matrix creó sensación en el cine al introducir nociones como el metaverso, o por sus efectos especiales, que conseguían “frenar” el tiempo en torno a los personajes.
La saga fue una mezcla audaz de mitos eternos, como la del héroe predestinado a salvar la humanidad, con teorías inéditas, como la de una realidad inexistente, compuesta de códigos informáticos interminables.
“Bullet time”
La secuencia de Neo en lo alto de un rascacielos, luchando contra los malos, inclinado de forma inverosímil mientras las balas llegan lentamente y rozan su cuerpo, es una de las más famosas del primer episodio de “Matrix”, una proeza visual que luego ha sido imitada por otras megaproducciones.
La cámara se movía a sus anchas en torno a personajes inmóviles, un efecto especial conocido como “bullet time”, recuerda Dominique Vidal, de la empresa francesa de efectos especiales Buf, que trabajó en tres de los cuatro episodios de la saga.
Antes de los Wachowski fue un director de cine francés, Michel Gondry, quien utilizó ese truco, aunque de forma artesanal, para un videoclip de los Rolling Stones (“Like a Rolling Stone”).
En “Matrix”, los por entonces hermanos Wachowski tuvieron la idea de aplicar esa nueva técnica a las escenas de combate, una idea que requería un derroche de medios, ya que había que filmar la misma escena simultáneamente desde decenas de puntos de vista diferentes.
Esta nueva aventura, “Matrix Resurrections”, solo cuenta con una directora, Lana Wachowski. Su hermana Lilly optó por quedarse al margen. Los hermanos Larry y Andy Wachowski cambiaron de sexo en 2008. Tampoco están los actores Laurence Fishburne y Hugo Weaving, que interpretaban a Morfeo y al agente Smith, respectivamente.
Una realidad ficticia
“Matrix” introdujo también una teoría de ciencia ficción que con los años tendría ramificaciones insospechadas: la idea de que la realidad que nos envuelve es simulada, un código informático que se crea y recrea de forma incesante, con infinitos millones de letras y números (fluorescentes en la película) que solo unos “elegidos” son capaces de ver.
Ese universo paralelo, la “matriz” que dio título a la película, fue inspirado originalmente por “un menú de ramen (fideos japoneses) mezclado con cifras invertidas”, explicó Dominique Vidal a la AFP. Los hermanos Wachowski eran perfeccionistas. “¡Tenemos hasta 150 versiones diferentes de algunos planos de la película!” recuerda Vidal.
El metaverso
“Matrix” narraba la historia de un grupo de rebeldes que combaten esa matriz, controlada por inteligencia artificial, para liberar a los seres humanos. En este nuevo capítulo, Neo aparece como un apacible creador de videojuegos en California. Su pasado parece enterrado, excepto por unas pesadillas repetitivas...
Junto a Keanu Reeves aparece también su pareja en las tres primeras películas, Trinity, interpretada por Carrie-Anne Moss. Según sus fans, “Matrix” presagiaba el siglo XXI, por ejemplo, al describir el control de las relaciones sociales de gigantes como Facebook, que hace pocas semanas anunció que se volcaba en el metaverso, un universo virtual donde espera arrastrar a millones de clientes.
“Matrix” popularizó también términos como el ciberpunk, es decir, la mezcla de cibernética y punk. Y actualizó las artes marciales, con gestos y golpes a cámara lenta de gran virtuosidad.
Fuente: AFP.