El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, recibió una ovación de pie del Congreso de Estados Unidos este miércoles antes de pronunciar un discurso por videoconferencia. “Slava Ukraina” (“Gloria a Ucrania”), afirmó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para presentar el discurso, mientras los congresistas se ponían de pie y aplaudían con entusiasmo en cuanto vieron a Zelenski en la pantalla.
El mandatario ucraniano comparó la guerra lanzada por Moscú con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y el ataque de la aviación japonesa contra la base de Pearl Harbor. “En vuestra gran historia, tenéis páginas que os permiten comprender a los ucranianos”, dijo en un discurso por videoconferencia ante los congresistas. “Recuerden Pearl Harbor, esa terrible mañana del 7 de diciembre de 1941, cuando el cielo se oscureció por los aviones que os atacaban”, “recuerden el 11 de septiembre, ese terrible día de 2011″, añadió.
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Por otra parte, volvió a pedir ante los congresistas norteamericanos una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para protegerla de los ataques rusos. Tras citar el famoso “Tuve un sueño” de Martin Luther-King dijo: “Tengo una necesidad, la necesidad de proteger nuestro cielo. Necesito vuestra decisión, vuestra ayuda”. “¿Es mucho pedir, crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, para salvar a la gente? ¿Es mucho pedir, una zona de exclusión aérea humanitaria?”, agregó, antes de proyectar un video de su país bajo las bombas.
Además, pidió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que liderar el mundo libre también significa ser el “líder de la paz”. “Como líder de mi nación, me dirijo al presidente Biden”, dijo en inglés al final de un discurso por videoconferencia ante el Congreso de Estados Unidos. “Usted es el líder de una nación, de su gran nación. Deseo que sea el líder del mundo. Ser el líder del mundo es ser el líder de la paz”, insistió.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó hoy miércoles en una aparición a través de medios oficiales de su país que su operación militar en Ucrania es un “éxito”, y que no dejará que este país se convierta en una “plataforma” para “acciones agresivas” contra Rusia. “La operación se desarrolla con éxito, en estricta conformidad con los planes preestablecidos”, declaró Putin en la televisión, asegurando una vez más que no tenía intención de “ocupar” Ucrania.
También consideró que las sanciones y condenas occidentales que golpean al gobierno de Rusia, a su economía y a su cultura son comparables a las persecuciones contra los judíos. “Occidente ha dejado caer la máscara de la decencia y comenzó a actuar de manera odiosa. Se imponen paralelismos con los pogromos antisemitas”, dijo, durante una reunión de gobierno difundida por televisión.
Además, Putin prometió este miércoles ayudas financieras a los particulares y a las empresas para hacer frente a la avalancha de sanciones y aseguró que la “guerra relámpago” económica contra su país fracasó. El mandatario reconoció que la situación “no era sencilla” y la inflación está en alza, pero prometió mantener “los salarios de los funcionarios”, las pensiones y suprimir trabas administrativas para los negocios. Putin aseguró que los países occidentales querían “la destrucción de Rusia” pero que su “guerra relámpago económica fracasó”.
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Los principales acontecimientos desde el comienzo, hace tres semanas, de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que ya se cobró la vida de cientos de civiles y empujó a tres millones de ucranianos al éxodo, según la ONU.
El 24 de febrero al amanecer, el presidente ruso, Vladimir Putin, que había concentrado más de 150.000 soldados en torno a Ucrania en las últimas semanas, anuncia una “operación militar” en Ucrania para defender a las “repúblicas” separatistas autoproclamadas del este del país, cuya independencia había reconocido tres días antes.
Poco después del anuncio, se escuchan fuertes explosiones en Kiev y en varias ciudades ucranianas. Por la mañana, las fuerzas terrestres rusas penetran en territorio ucraniano desde Rusia y desde Bielorrusia. En las primeras horas ocupan la central nuclear de Chernóbil. La ofensiva provoca indignación internacional.
El 26, el ejército ruso recibe la orden de expandir su ofensiva por Ucrania “en todas direcciones”. El 27, Vladimir Putin anuncia que ha puesto en alerta a la “fuerza de disuasión” del ejército ruso, que puede incluir las armas nucleares. La Casa Blanca denuncia una escalada “inaceptable”. La Unión Europea (UE) informa que financiará la compra y entrega de armas a Ucrania, una primicia.
En represalia, los países occidentales ordenan una batería de sanciones económicas cada vez más severas contra Vladimir Putin y su entorno y la economía y el sector financiero rusos. Se cierran los espacios aéreos, grandes empresas cortan sus vínculos con Rusia, que se ve apartada de multitud de eventos deportivos y culturales. La UE prohíbe la difusión en su territorio de los medios públicos rusos RT (antigua Russia Today) y Sputnik.
El 28 se celebran las primeras negociaciones entre Rusia y Ucrania en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, sin resultados tangibles. El presidente ucraniano insta a la UE a integrar “sin demora” a su país en el bloque. Vladimir Putin exige que Crimea sea reconocida como un territorio ruso, la “desnazificación” del gobierno ucraniano y que Ucrania tenga un “estatus neutro”. Desde hace meses, Moscú exige que Ucrania nunca entre en la OTAN. El rublo se hunde hasta mínimos históricos.
El 2 de marzo, tras intensos bombardeos, tropas aerotransportadas rusas desembarcan en Járkov (norte), segunda ciudad de Ucrania, cerca de Rusia. En el sur, la ciudad portuaria de Jersón, cerca de Crimea, también es bombardeada. En el sureste, la artillería rusa ataca intensamente Mariúpol, a orillas del mar de Azov, un día después de haberse apoderado del puerto de Berdiansk, situado a 90 kilómetros.
En la capital, los civiles se protegen en el metro, transformado en refugio antiaéreo. Los precios de los hidrocarburos y del aluminio, del que Rusia es una gran exportadora, se disparan. Las bolsas caen y el petróleo toca máximos en casi una década. El 3, la Asamblea General de las Naciones Unidas vota masivamente una resolución que exige el fin de la ofensiva rusa. Por la noche, el ejército ruso toma el control de la central nuclear de Zaporojie (sur).
El 4 de marzo, Moscú bloquea Facebook e impone severas sanciones por difundir “información falsa sobre el ejército”, lo que lleva a muchos medios de comunicación internacionales a suspender su cobertura desde Rusia. El 8, comienza la evacuación a través de los “corredores humanitarios” de varias decenas de miles de civiles de las ciudades sitiadas de Sumy (noreste) y de los alrededores de Kiev. En Mikolaiv, cerca de Odesa (sur), las filas de vehículos llenos de civiles que huyen de los combates se extienden por kilómetros. Los tribunales alemán y español están investigando posibles crímenes de guerra cometidos por Rusia.
El 9 de marzo, el Kremlin denuncia la “guerra económica” llevada a cabo por Estados Unidos, tras el anuncio por Washington de un embargo sobre las importaciones estadounidenses de petróleo y gas rusos. Los líderes de los 27 rechazan la adhesión rápida de Ucrania a la UE, al tiempo que abren la puerta a vínculos más estrechos. El 13, el ejército ruso bombardea una base militar ucraniana a unos veinte kilómetros de Polonia, miembro de la OTAN.
El 15 de marzo, unos 20.000 civiles son finalmente evacuados de Mariúpol, donde las condiciones son catastróficas tras días de bombardeos y asedio. Rusia decide abandonar el Consejo de Europa, acusando a la OTAN y a la UE de haberlo convertido en un instrumento al servicio de “su expansión militar, política y económica en el este”. Por la tarde, los primeros ministros polaco, checo y esloveno llegan a Kiev para afirmar “el apoyo inequívoco” de la UE a Ucrania.
El 16 de marzo, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, declara que “el estatuto neutral (de Ucrania) es objeto de serias discusiones” en el marco de las conversaciones ruso-ucranianas en curso. El día anterior, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski había estimado que había que “reconocer” que su país nunca se uniría a la OTAN.
Fuente: AFP.