El dúo argentino Mariano Cohn y Gastón Duprat no pierde la ocasión para burlarse del oficio de actor con la sátira mordaz de su último filme “Competencia oficial”, con Penélope Cruz, Antonio Banderas y Oscar Martínez, en concurso este sábado en el festival de cine de Venecia.
Los directores argentinos vuelven a competir en Venecia después de sus anteriores y aplaudidas obras, “El ciudadano ilustre” (2016) y “Mi obra maestra” (2018), con un filme corrosivo sobre el cine, el trabajo de actor y el duelo de egos.
Lea más: Los niños de Yemen retoman las clases, al aire libre, azotados por la guerra y la pandemia
Generosamente aplaudida en su primer pase a la prensa, la cinta rodada y producida por España, generó carcajadas e hilaridades en varias ocasiones entre los espectadores. Penélope Cruz, en el papel de una excéntrica directora de cine, brilla junto a Banderas, en el rol de estrella latina en Hollywood, y al argentino Martínez en el de refinado actor teatral.
Con un guión cáustico y divertido firmado por los dos realizadores y en el que participó Andrés Duprat, hermano de Gastón, la película desgrana con ironía el narcisismo de los actores, pero también sus genialidades, sus trucos y sus secretos. “Queríamos contar las estrategias que tienen los actores para luego emocionarnos”, explicó Cohn en la conferencia de prensa de presentación, tras calificar de “clases magistrales” las actuaciones de los tres actores.
La película cuenta la historia de un empresario multimillonario que quiere prestigio social. En vez de financiar la construcción de un puente moderno, como inicialmente había pensado, opta por contratar un elenco estelar para hacer una película que marque el cine.
Un plato fuerte para los actores
Para ello, una famosa realizadora convoca a dos actores, que provienen de mundos culturales y artísticos opuestos, los cuales deberán interpretar a dos hermanos que se odian profundamente. Para ello los somete a nueve ensayos, unas pruebas extravagantes en las que se enfrentan a sí mismos, a sus vanidades, pero también a sus emociones.
Tras triturar los mayores premios recibidos por todos --Goyas, Copa Volpi, Golden Globe y hasta uno construido por estudiantes minusválidos para un “modesto y políticamente correcto” Martínez-- Penélope Cruz anuncia: “Este es un ejercicio para el ego”.
La actriz está sorprendente en el papel de estrafalaria directora, con melena rizada y pelirroja. “Ha sido una actuación liberadora y divertida”, sostuvo Penélope Cruz, quien definió su personaje como “encantador, inteligente, egocéntrico, sin filtros y salvaje”.
Lea más: AstraZeneca y la UE llegan a un acuerdo sobre vacunas y ponen fin a litigio judicial
“Pero no me gustaría para nada parecerme a ella”, confesó tras reconocer que “le gustó colocarse en su piel”. La coproducción argentino-española, rodada en España y que participará luego en el festival de San Sebastián, es un retrato amargo de los actores, con sus defectos y talentos. “Es un homenaje a nuestra profesión. En ningún momento es una parodia, ni una falta de respeto al actor”, explicó Penélope Cruz, quien quería trabajar con los cineastas argentinos desde hace varios años.
“Nos divertimos por partida doble. Porque el filme es un plato fuerte para la actuación, con situaciones casi teatrales, en las que cuenta mucho la interpretación”, aseguró por su parte Martínez, ganador en 2016 en Venecia de la Copa Volpi a la mejor actuación.
“El arte, ese es el tema. Poder ridiculizar los excesos que de alguna manera se utilizan para llegar al arte”, resume Banderas, quien entrena la voz, grita, insulta, lucha y llora en la cinta. “Alguna pluma podría insinuarlo. Pero el del filme no soy yo”, se apresura a subrayar.
Fuente: AFP.