La francesa Barbara Pravi encabeza los pronósticos de cara al concurso de Eurovisión del sábado con “Voilà”, una canción con ecos universales en la que algunos reconocen una herencia de Edith Piaf. “Es un concurso y yo detesto las notas desde la escuela”, asegura este intérprete riéndose por teléfono a la AFP.

“Lo que me parece increíble es que es una canción en francés que se inscribe en la tradición francesa y que los corredores de apuestas, es decir, gente de todo el mundo, la pongan tan alto en la clasificación”. “Esto significa que he ganado mi apuesta: la música es ante todo una buena dosis de emoción y no hay ninguna lengua específica para eso”, continúa esta intérprete, de 28 años.

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“Voilà” es “mi historia, por eso fue tan difícil de escribir”. Es a la vez un diario íntimo y una tarjeta de visita para el público que quiere conquistar. Pero también es una composición sobre “la autoafirmación”.

“Es absolutamente justa, con palabras fuertes: habla de ella, pero en ningún momento se excede, cada uno puede sentirse un poco identificado”, afirmó a la AFP al respecto Alexandra Redde-Amiel, jefa de la delegación francesa en Eurovisión.

Pruebas que superar

Esta morena de pelo rizado se ganó primeramente al jurado y al público franceses para representar al país en el festival de Eurovisión que se celebrará el sábado en Rotterdam (Holanda). El compositor André Manoukian, miembro del jurado, fue contundente: “Recoge la flecha dejada por Edith Piaf o por Barbara y la envía todavía más lejos”.

“Se sirve de estas influencias de los universos de Barbara y Piaf para hacer algo extremadamente moderno. Un talento así solo surge cada diez años”, señaló por su parte Redde-Amiel. Y las proyecciones de los corredores de apuestas demuestran que su voz, cargada de impulsos y heridas vitales, franqueó las fronteras.

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“Es como si las pruebas que he tenido que superar cavaran agujeros que puedo cerrar y volverlos a abrir cuando canto”, describió la joven en una entrevista con la AFP a principios de año. ¿Y cuáles fueron? Basta con escuchar algunas de sus canciones anteriores sobre violencia doméstica (“Le Malamour”) y el aborto (“Chair”).

Su historia se condensa en otra canción, “Je sers”, de su época como camarera, cuando escribía intuyendo que sus palabras ensombrecidas por sus vivencias se convertirían en canciones y próximamante en un álbum, previsto en los próximos meses.

“Auténtica”

“Propuse una fecha (en la sala de conciertos parisina) Trianon, el 1 de febrero de 2022, para presentar este álbum: estoy muy orgullosa puesto que fui camarera ahí. Es un poco una consagración”. “Auténtica” es la etiqueta hasta ahora más empleada para definirla y la traducción de Pravi, el apellido serbio de uno de sus abuelos, a quien dedica la canción “Deda”. Su otro abuelo es iraní, mientras que sus padres nacieron en Francia como ella.

Barbara Pravi no acaba por tanto de emerger como artista. Además de los títulos que ya publicó como cantante, trabajó para otros, desde cantantes populares como Yannick Noah hasta el grupo de electro-pop Terrenoire.

Junto a su colaborador en las letras, Igit, también está detrás de dos canciones francesas del concurso de Eurovisión Junior, incluida el de Valentina, laureada el año pasado. Un triunfo el sábado supondría un hito todavía mayor y lograría borrar la sempiterna referencia en Francia de Marie Myriam, la última ganadora gala en 1977.

Fuente: AFP.

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