Marcada por la pandemia de COVID-19, esta 93 entrega de los premios Óscar fue especial por muchas razones. Desde las encantadoras palabras de una actriz surcoreana de 73 años a Brad Pitt hasta el baile improvisado de Glenn Close, estos son los aspectos más destacados.
En modo cabaret
Luz tenue, invitados sin mascarillas, pero en grupos restringidos, el músico Questlove amenizando la velada: el coronavirus forzó cambios en la tradicional gala de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood en el Teatro Dolby.
Además, por tercer año consecutivo, la premiación no tuvo maestro de ceremonias y, por tanto, no hubo chistes ni hilo conductor. El orden de los premios también fue alterado. La preciada estatuilla a la mejor película no cerró la fiesta, como ha sido la costumbre, sino que precedió a los Óscar a mejor actuación protagónica femenina y masculina.
La pareja improbable de Brad Pitt
“¡Señor Brad Pitt, finalmente!”, exclamó la surcoreana Youn Yuh-jung luego de que el actor estadounidense le diera su estatuilla a la mejor actriz por “Minari”, rodada en Estados Unidos.
“¿Dónde estabas cuando estábamos filmando en Tulsa, Oklahoma?”, continuó, mientras Pitt la observaba divertido. “Es un honor conocerte”, le dijo esta leyenda del cine surcoreano coronada a los 73 años, 50 años después de comenzar su carrera. La conversación continuó entre bastidores.
Homenaje a la hija fallecida
El film “Another Round” (“Otra ronda”) iba a ser la ocasión para que la hija del director Thomas Vinterberg, Ida, de 19 años, diera sus primeros pasos como actriz. Pero un accidente, provocado por un conductor distraído, le costó la vida a la joven, cuatro días después de que comenzara el rodaje.
“Terminamos haciendo esta película para ella, como un monumento a ella”, dijo entre lágrimas el cineasta danés, al recibir su premio a la mejor película internacional. “Este es un milagro que acaba de suceder y tú eres parte de este milagro. Quizás has estado moviendo algunos hilos en alguna parte. Pero esto es para ti. Muchas gracias”.
“¿Cómo puedo ganarle a Glenn Close?”
Fue la octava nominación y también el octavo revés para Glenn Close quien, a sus 74 años, volvió a impresionar con su papel de abuela hosca en “Hillbilly, una elegía rural”, pero volvió a irse a casa con las manos vacías. Youn Yuh-jung, quien le arrebató a Close el Óscar a la mejor actriz de reparto, rindió homenaje a la intérprete con casi 40 años de carrera.
“¿Cómo puedo ganarle a Glenn Close?”, se preguntó la actriz surcoreana. “Creo que tuve un poco de suerte”. Pero Close no perdió la sonrisa. Y al final se robó el show al adivinar la canción de R&B/soul “Da Butt!” de 1988 durante una breve competición entre actores, y terminar bailando jocosamente el tema para deleite de todos.
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Tres mexicanos coronados
México ha tenido un lugar muy destacado en los Óscar en los últimos años, con cineastas y películas muy elogiadas y premiadas. Este año, tres sonidistas mexicanos ganaron por su trabajo en la película “El sonido del metal”: Carlos Cortés, Michelle Couttolenc y Jaime Baskcht.
“Gracias por reconocer que el sonido es algo muy importante al hacer películas”, dijo Baskcht, en declaraciones al margen de la ceremonia. Su compañero Cortés, quien se dijo “abrumado” por la distinción, mencionó explícitamente a su patria: “Querría agradecer a México por ser un país en el que he podido desarrollarme”, dijo.
Fuente: AFP.