La 71ª edición de la Berlinale se inauguró este lunes pasado en línea, con una programación concentrada en cinco días, a la espera de poder celebrar en junio una segunda parte con alfombra roja y abierta al público. La película libanesa “Memory Box”, de la pareja de directores y artistas Joana Hadjithomas y Jalil Joreige, abrió la serie de proyecciones reservadas a profesionales y a la prensa.
En total, 15 largometrajes están en liza por el Oso de Oro, que será anunciado el viernes. Entre estos, solo hay uno de lengua hispana: “Una película de policías”, del mexicano Alonso Ruizpalacios. “Memory box”, primera cinta libanesa seleccionada en competición en 40 años, se sumerge en los recuerdos de una familia de la diáspora de ese país, instalada en Montreal.
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La película de Hadjithomas y Joreige --que en 2017 recibieron el premio artístico Marcel Duchamp-- podría no haber visto la luz, puesto que el rodaje terminó justo antes de la explosión el 4 de agosto de 2020 del puerto de Beirut, que dejó más de 200 muertos y 6.500 heridos y destruyó barrios enteros de la capital libanesa.
Su apartamento, la sede de la productora y buena parte de sus obras saltaron igualmente por los aires. La pareja explicó por videoconferencia a la AFP haber realizado el filme sobre la memoria y el olvido en parte “con la idea de transmitir el pasado” de su país a su hija, instalada en Londres.
“En Líbano, tenemos el sentimiento de no compartir una historia común”, según Hadjithomas. Desde su domicilio en París, la directora admitió además que hacer cine durante la pandemia genera una “gran frustración”. Pero “de alguna manera, el COVID ayudó a la película. Pudimos trabajar más tiempo, ver las cosas con perspectiva y a veces cambiarlas”.
Un robot en el juego del amor
También se proyectó el nuevo trabajo de la alemana Maria Schrader (directora de la serie “Unorthodox”), sobre un robot que quiere vencer a los humanos en el juego del amor. “I’m Your Man” (Ich bin dein Mensch - Yo soy tu hombre) es protagonizada por la estrella de Downton Abbey’s Dan Stevens en el papel del robot.
Stevens, británico, habla buen alemán para representar al robot Tom, un Romeo diseñado para conquistar el corazón de Alma, una investigadora de antigüedades (Maren Eggert).
Schrader dijo en conferencia de prensa que deseaba evitar los “peligrosos” aspectos de ese tipo de historias a lo Frankenstein. “Lo que Tom quiere saber es como hacer feliz a Alma”, añadió. Tom no es solo mejor amante que los otros, sino que Alma siente que él “puede ser mejor persona: más civilizado, libre de agresiones y de ambiciones altruistas”, dijo Schrader.
Vuelve el mexicano Ruizpalacios
El primer gran festival del año en Europa se redujo de diez a cinco días, pero tiene previsto celebrar una segunda parte abierta en junio en Berlín, principalmente con pases al aire libre y la gala del palmarés.
Con “Una película de policías”, de Netflix, Ruizpalacios vuelve a la máxima categoría de la Berlinale, tres años después de “Museo”, con la que se llevó el premio al mejor guión.
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Destacan además los largometrajes “Petite Maman”, de la francesa Céline Sciamma (“Retrato de una mujer en llamas”). También se dará el debut como director del actor hispano-alemán Daniel Brühl (“Good bye, Lenin”).
El rumano Radu Jude regresa a la competición con “Bad Luck Banging or Looney Porn” sobre una profesora filmada en una “sextape” que se extiende en internet. Por primera vez, la Berlinale atribuirá un premio de interpretación “sin género”, en lugar de las recompensas al mejor actor y actriz, una primicia entre los grandes certámenes internacionales.
Fuente: AFP.