Después de más de ocho meses de confinamiento, televisión reciclada y escasez generalizada de alimentos y medicinas, los cubanos decidieron darse una buena ducha de cine fresco en diciembre con el 42 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que se inaugura el jueves por la noche. “Lo que recetó el doctor”, (el festival), “3 veces por día”, dice el cartel oficial y spot en forma de una receta médica gigante de color verde quirúrgico.

Inaugura el festival la proyección de una copia totalmente restaurada y coloreada de “La última cena” (1976), del emblemático director cubano Tomás Gutiérrez Alea (1928-96). Desde hace 41 años, cada diciembre está marcado por los 10 días de cine y el Festival de La Habana significa sobre todo público en las salas, más que estrellas, alfombras rojas o glamour.

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Habitualmente, un promedio de 300.000 personas colman las salas, y algunos reservan vacaciones. Es una verdadera fiesta para jubilados, pues la entrada solo cuesta dos pesos (8 centavos de dólar). Se trata de ver una diversidad y calidad de cine que no llegará a la isla durante el resto del año, bien por restricciones del embargo estadounidense, o porque el país no cuenta con dinero para pagar los derechos de exhibición. Y, pese a la pandemia, los cubanos no se lo podían perder.

“Nos quedó muy claro desde el principio: el festival tenía que ser presencial. Esas posibilidades virtuales que han utilizado en otros eventos rompen con los rasgos distintivos del nuestro, en el cual el público es el principal protagonista, el centro de todo”, dijo a la prensa su presidente, Iván Giroud.

Varios Festivales internacionales de cine han cancelado o pospuesto su edición 2020 por causa del coronavirus, entre ellos el de Cannes, Pekín, Estambul. Pero Cuba ya tiene la pandemia bajo control, con 8.456 casos y 136 fallecidos, mucho menos que sus vecinos.

Siguiendo la metáfora sanitaria, los organizadores decidieron dividir el festival en dos tiempos, esperando un mayor control aun de la enfermedad y un retorno a la nueva normalidad: primera dosis (del 3 al 13 de diciembre), segunda dosis (del 11 al 21 de marzo).

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En la primera dosis se proyectarán 92 películas, todas fuera de competencia, y en los cines habrá estrictas medidas sanitarias: alrededor del 30% del aforo, uso obligatorio de mascarillas, desinfección de zapatos y manos a la entrada y de la sala entre tandas de proyección.

Las entradas serán vendidas en la taquilla de los cines con antelación (como si se tratara de un teatro) y la programación será difundida con tiempo, de manera de evitar aglomeraciones en la venta. “Era muy importante no renunciar a diciembre, porque es la fecha que ha marcado la historia del festival”, opinó Giroud.

Sólo se realizarán dos concursos de los previstos en el festival: el de guiones inéditos, para el cual se inscribieron más de 800 obras, y el de carteles, con más de 200 candidatos al premio Coral. Pero los miembros extranjeros del jurado, como el español Manuel Gutiérrez Aragón, quien preside guiones inéditos, harán su labor por internet, confirmó a AFP la Casa del Festival.

Serán filmes que integran Panoramas Latinoamericano, Contemporáneo Internacional, Documental, presentaciones especiales, cine de la diversidad y otras selecciones. Particular interés despierta “Mambo Man”, un filme inglés bajo la dirección conjunta del productor musical británico Mo Fini y el cubano Edesio Alejandro, quien acaba de recibir el Premio Nacional de Música.

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Protagonizada por Héctor Noas, la película fue filmada en Cuba con un elenco cubano y música de Fini, Alejandro, David Álvarez, Cándido Fabré y otros músicos locales. En la segunda parte del festival competirán 102 películas en las distintas categorías, 18 de ellas en largometrajes de ficción, el corazón del evento.

Esos filmes proceden de Argentina (4), Brasil (5), Chile (3), México (4) y República Dominicana (2). También se entregarán Premios Corales a obras que compiten en corto o mediometrajes, ópera prima, animación, posproducción y premio del público. Igualmente se posponen para esa segunda fecha eventos teóricos, conferencias y seminarios que se realizan siempre en el ámbito del festival con los realizadores y especialistas extranjeros que llegan a La Habana.

Fuente: AFP.