Los manifestantes que salieron a las calles de muchos países árabes hace una década en la llamada Primavera Árabe no tenían ni bandera ni líderes, pero todos tenían una canción. Desde el movimiento de derechos civiles estadounidense “Freedom Songs” (canciones para la libertad) al himno de los partisanos italianos “Bella Ciao”, los revolucionarios a través de la historia se han unido a menudo en torno a un himno.
Los manifestantes que salieron a las calles en Túnez a finales de 2010 y después en otros países no fueron una excepción y produjeron canciones de protesta llenas de rabia, denuncias y creatividad contra unos regímenes que los habían silenciado durante demasiado tiempo. He aquí una lista de los 10 himnos más exitosos de la Primavera Árabe:
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TÚNEZ - “Rais Lebled”
Túnez fue la revolución original en muchos sentidos y “Rais Lebled” (presidente del país o señor presidente) fue la canción original de la revolución. La cruda y valiente canción del rapero “El General” describe el terrible estado del país bajo Zine El Abidine Ben Ali. “Señor presidente, su gente se está muriendo”.
“Rais Lebled” describe los males económicos y sociales que llevaron al vendedor ambulante Mohamed Bouazizi a inmolarse el 17 de diciembre de 2010 dando el pistoletazo de salida a la llamada Primavera Árabe. La canción no era un simple himno inspirado en la revolución; fue parte de lo que la motivó.
Hamada Ben Amor, el rapero de 21 años que se esconde detrás del nombre artístico de “El General”, sacó su canción el 7 de noviembre, el aniversario de la llegada al poder de Ben Ali en 1987. Publicó otra, días después del inicio de las protestas y fue encarcelado brevemente antes de que la revuelta lograra la caída de Ben Ali.
Ben Amor estuvo en la lista de las 100 personas más influyentes de la revista Time en 2011 y aunque su carrera nunca despegó, “Rais Lebled” fue la mayor inspiración de otros manifestantes y pasará a la historia como la chispa que encendió la Primavera Árabe.
EGIPTO - “Irhal”
Las masas exultantes cantando con Ramy Essam y su guitarra en la plaza Tahrir de El Cairo reflejan la euforia que marcó los primeros días de la Primavera Árabe. Essam sólo tenía 24 años cuando subió al escenario a finales de enero de 2011 para cantar su canción ante la multitud de revolucionarios que acampaban en la principal plaza de la capital egipcia.
“Nunca me había considerado un músico o un artista antes de 2011, más bien lo contrario: era un manifestante con una guitarra que podía usarla como una herramienta para el movimiento”, dice. Desconocida hasta entonces para la inmensa mayoría, su canción “Irhal” (Vete) que directamente espetaba al presidente Hosni Mubarak pronto se convirtió en el himno de la revolución. El artista fue detenido y torturado.
“Tuve mucha suerte de participar en esta revolución. Me enseñó la vida, me enseñó la libertad”, dijo a la AFP desde Suecia, a donde huyó cuando Abdel Fatah al Sisi tomó el poder y comenzó a gobernar con mano de hierro en Egipto. Essam siguió produciendo música en el extranjero, pero muchos con los que trabajó fueron barridos en la represión contra la disidencia en su país.
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LIBIA - “Zenga, Zenga”
La revolución libia produjo uno de los éxitos más improbables de las protestas de la Primavera Árabe, un vídeo viral del propio Muamar Gadafi en una extravagante mezcla realizada por un israelí. Después de las protestas prodemocracia en Túnez, la chispa de las revueltas que se propagó contra los dictadores de la región no libró al más longevo de todos ellos.
En febrero de 2011, ante una revuelta sin precedentes, Gadafi dio un errático discurso televisado instando a una marcha nacional contra los revolucionarios. El título de la canción viene de la palabra en dialecto que utilizó para “callejón” cuando prometió “purificar a Libia” persiguiendo al enemigo en cada casa, en cada calle.
La arenga generó carcajadas en internet y pocos días después un video de él con dos bailarinas semidesnudas contoneándose a ambos lados, titulado “Zenga, Zenga”, en el que las palabras de Gadafi se convirtieron en el estribillo del rapero estadounidense Pitbull, se hizo viral en YouTube. El músico israelí Noy Alooshe produjo la parodia, lo que apagó un poco el entusiasmo de los libios, aunque no lo suficiente ya que fue reproducido cinco millones de veces.
YEMEN - “Hurriya”
En los primeros días de la a menudo olvidada revolución de Yemen, la canción de Khaled al Zaher “Hurriya” (Libertad) se convirtió en su himno. Con un ritmo pegajoso, la adoptaron las decenas de miles de personas que salieron a las calles de Yemen a principios de 2011.
El estribillo reza: “Libertad, libertad y somos un pueblo libre”. La canción no salió de las fronteras de Yemen pero se convirtió en uno de los himnos revolucionarios que invadieron internet en la época. Zaher, que empezó a cantar en el colegio, ya era conocido por sus canciones patrióticas y revolucionarias.
El destino de la canción y la fama del cantante parecen haberse esfumado junto con la revolución yemení, ahora un recuerdo lejano de un fugaz momento de esperanza.
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SIRIA - “Erhal, ya Bashar”
Una canción simbolizó el trágico destino de la revolución de Siria. Es difícil imaginar la valentía de la muchedumbre que se reunió en la ciudad de Hama, y que aparece en este vídeo de imágenes nocturnas borrosas, para pedir al presidente Bashar al Asad que se fuera.
Cada persona que cantaba “Yalla Erhal, ya Bashar” (Vamos Bashar, hora de irse) en este vídeo arriesgaba literalmente su vida. El supuesto autor de la canción, Ibrahim Qashush, se convirtió en un héroe sin rostro en la batalla contra el régimen de Asad.
La letra --un rabioso rosario de ataques a ritmo de tambor contra el presidente sirio llamándolo “mentiroso” y “burro”-- fue escrita en los muros, sonaba en las radios de los minibuses y se compartía como tono de los teléfonos móviles. El tema alcanzó un estatus sagrado cuando Qashush, “el ruiseñor de la revolución”, fue asesinado y le arrancaron las cuerdas vocales.
Su destino fue un aviso del riesgo de sumarse a la revuelta. En 2016 una investigación reveló que Qashush no tenía nada que ver con la canción. Su autor real, Abdul Rahman Farhood, prefirió mantenerse en silencio después de saber lo que le había pasado al supuesto compositor.
MARRUECOS - “Iradat al Hayat”
El breve movimiento de protesta de Marruecos también tenía una canción, un poema tunecino adaptado al dialecto local convertido en canción por el rapero Lhaqed de Casablanca. La opinión que tenía la gente de su rey era diferente de la que tenían los pueblos de otros países hermanos de sus dirigentes, y el movimiento fue breve.
Justo el tiempo suficiente para producir una canción icónica con el poema de Abu el Hacem Chebbi “Iradat al Hayat” (El deseo de vivir). El autor, Mouad Belghawat, cuyo nombre artístico significa “el resentimiento”, pagó caro por esta canción de protesta y fue encarcelado varias veces antes de refugiarse en Bélgica.
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IRAK - “Dhayl Awaj”
El movimiento de protesta que sacó a cientos de miles de personas a las calles de Bagdad y a otras ciudades iraquíes en octubre de 2019 se convirtió en un escaparate de la vibrante cultura juvenil y una canción lo reflejó especialmente.
“Dhayl Awaj” significa literalmente “rabo sinuoso” y en dialecto iraquí hace referencia a los aliados políticos de Teherán como “tentáculos” del régimen iraní. Fue transmitida por primera vez en “El show de Al Basheer” en la televisión alemana Deustche Welle, un programa satírico muy popular de Ahmad Al Basheer, que ha vivido en el exilio durante años.
La cámara muestra todos los símbolos de la revolución de octubre --desde el “restaurante turco” que se convirtió en el centro de operaciones de la revolución, a los tuk-tuks (los triciclos motorizados) que se llevaban a los heridos--. Se convirtió en un meme inmensamente popular y ha sido visto cerca de 15 millones de veces en YouTube.
LÍBANO - “Hela Ho”
Quizá no fue la más poética de las canciones de protesta, pero se convirtió en un éxito en las manifestaciones que surgieron el 17 de octubre de 2019 en Líbano. Los coros arremeten contra el entonces ministro de Relaciones Exteriores Gebran Bassil y yerno del presidente, que representa todo lo que los manifestantes denigraban: la corrupción, las dinastías políticas y la incompetencia.
Durante semanas, grupos de jóvenes recitaban el estribillo durante y después de las protestas con una alegría rabiosa. En una calle de Beirut, los coches sólo podían pasar si el conductor cantaba correctamente la canción.
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ARGELIA - “La liberté”
Cuando el rapero argelino Soolking publicó “La liberté” (La libertad) en marzo de 2019, las calles de Argel hervían de rabia y los manifestantes que pedían libertad y democracia la adoptaron como su himno. Soolking sacó la canción con Ouled El Bahdja, un grupo de aficionados del club de fútbol USM Alger conocido por sus canciones que prestaron su capacidad organizativa al movimiento de protesta Hirak.
La canción es en francés y el estribillo asegura que la libertad “no nos da miedo”. El himno se hizo viral en Argelia y en la región y desde entonces ha tenido casi 245 millones de visualizaciones en YouTube. Soolking creció en un barrio pobre de la capital. Pero una estampida en un concierto que dejó varios muertos en agosto de 2019 y el tributo que colgó en las redes sociales tras la muerte del jefe del ejército Ahmed Gaid Salah han empañado su imagen de icono revolucionario.
SUDÁN - “Blood”
Uno de los momentos musicales más intensos en los levantamientos árabes tuvo lugar en el centro de Jartum en 2019, cuando el rapero sudanés Ayman Mao se encaramó al escenario. Ese 25 de abril había ido directamente desde Estados Unidos a la manifestación y micrófono en mano entonó una de sus canciones más conocidas: “Blood” (Sangre).
En cada estrofa, el gentío gritaba “Thawra (revolución)”. Pero pocas semanas después, este himno de la revolución tomó un nuevo significado. En ese lugar de encuentro de los manifestantes, se produjo el episodio más trágico de la revolución. El 3 de junio murieron al menos 128 personas en el desalojo de la plaza por las fuerzas de seguridad.
Fuente: AFP.