Por Carlos Giménez
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La prestigiosa editora discográfica y fonográfica italiana EMA Vinci transmitirá este sábado 6 de junio, a través de sus páginas de redes sociales, la ópera en guaraní “Ñomongeta”, del compositor paraguayo Diego Sánchez Haase con libreto de Modesto Escobar Aquino y epílogo de Pedro Parédez Argüello. La transmisión se realizará a las 11:00 y se iniciará con una comunicación en directo con el maestro, quien hablará sobre la ópera.
“Ñomongeta” es la primera ópera cantada completamente en idioma guaraní y es protagonizada por el tenor José Mongelós, en el papel de un indígena guaraní que invita a Cristóbal Colón a conversar imaginariamente.
500 años después del descubrimiento de América, la obra celebró su preestreno en el Teatro San Girolamo, de Lucca, Italia, el 11 de mayo del 2019. Luego, tras notables funciones en Bruselas y París, llegó a Asunción en agosto del 2019.
El director de la Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional del Paraguay (OSIC) comenta sobre este nuevo logro de su ópera en guaraní; además de cómo le ha afectado el confinamiento, el retorno de los ensayos presenciales y sus reflexiones en torno a la pandemia.
- ¿Cómo se dio esta oportunidad con la discográfica italiana y cuáles son tus expectativas con este nuevo logro de la ópera?
- Desde el año pasado venimos dialogando con esta importante casa discográfica y editora de partituras. EMA Vinci Records trabaja con los más notables compositores e intérpretes italianos y europeos de música contemporánea, entre ellos nada menos que Azio Corghi, Salvatore Sciarrino, Gianandrea Noseda, por citar solo a algunos de los más encumbrados músicos italianos de la actualidad. Antes del estreno mundial de “Ñomongeta” en Roma, se realizó un preestreno en el Teatro San Girolamo, de Lucca, en el marco del prestigioso “Puccini Chamber Opera Festival”.
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Ese preestreno fue grabado en video y audio por EMA Vinci Records y esa grabación es la que se presentará. Si bien no es la versión definitiva de la ópera, pues luego del estreno estuve haciendo pequeños cambios tanto en la música como en la escena (algo que es normal para un compositor), es un documento muy importante, además de la excelente calidad de audio y video del material.
Tengo muchas expectativas con el inicio de esta colaboración con EMA Vinci, que estoy seguro hará un buen trabajo de difusión de la obra a nivel mundial. Además, el prestigio de que una obra mía figure en su catálogo es muy importante. Con “Ñomongeta” hicimos historia en muchos aspectos y también este es uno de ellos.
- ¿Son dos meses sin pisar escenarios? ¿Cómo te afectó esta cuarentena y en qué parte te alcanzó el confinamiento?
- Me afectó mucho, como a todos los músicos. El escenario es una de las partes más importantes de nuestras vidas. Ver cancelarse o posponerse grandes proyectos fue una gran frustración. Pero yo traté de tomarlo con mucha calma y aproveché el tiempo de la cuarentena para dedicarme a proyectos que venía dejando pendiente por falta de tiempo.
Volví al piano, por ejemplo, al clavecín, a la investigación, a crear otros proyectos que por mi intensa actividad como director y compositor no los podía hacer. El confinamiento se decretó un día antes de iniciar el Ciclo Oficial Internacional 2020 de la OSIC, que estaba dedicado a homenajear a Beethoven. Al lado de eso, hicimos el primer módulo del taller de dirección orquestal "Una batuta para Beethoven", que fue un gran éxito. Diseñamos una maravillosa temporada 2020. Pero seguramente todo lo que no pudimos hacer este año, lo haremos el próximo.
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- ¿Cuáles son las principales actividades, tanto personales como de la OSIC, que debieron anularse a causa del coronavirus?
- En lo personal, tenía enormes proyectos que se cancelaron. Mayo iba a ser un mes glorioso, el mes en el que además cumplí 50 años. El 13 de mayo se tenía que tocar mi composición “Pitogue. Leyenda guaraní”, para oboe solo, en Londres; tenía una invitación para dirigir la Sinfónica Nacional de Argentina el 15 de mayo en el CCK (Centro Cultural Kirchner); el 18 de mayo, día de mi cumpleaños, quería hacer un gran concierto con obras de Bach; luego, tenía que dirigir en Italia el estreno de mi nueva ópera el 23 de mayo; y mi proyecto más grande, que era nuestro histórico debut en el BachFest de Leipzig este junio, quedó postergado para el 2022.
Todavía tengo marcado para finales de octubre el estreno de una nueva obra en México (Morelia, Monterrey y DF). No sabemos aún si se realizará o no. Con la OSIC toda la temporada Beethoven, que abarcaba el ciclo completo de las 9 sinfonías, además de los conciertos para piano y otras grandes obras del compositor, con importantes solistas nacionales y extranjeros, el taller de dirección orquestal y el ciclo "Música en los palacios de Asunción", así como el ciclo "Beethoven en tu aula". Todo eso quedó postergado.
- ¿Cómo ha sido la producción artística y creativa durante el confinamiento? ¿Qué tipo de actividades permitió hacer este tiempo?
- Como te decía, a mí personalmente me permitió retomar proyectos pendientes y además iniciar otros. También me obligó a conectarme más a lo virtual a través de videos y transmisiones en vivo. Pero en ese ámbito también me cuidé mucho para no hacer lo que todas las orquestas hacen: Transmisión de sus archivos de conciertos, grabaciones de extractos de piezas sinfónicas con aplicaciones que “permiten” ensamblar más o menos a los diferentes músicos tocando desde sus casas. Atendiendo a nuestra visión de que en un país como el nuestro una orquesta tiene una misión educativa, desarrollamos una serie de videos con los músicos de la OSIC a la que titulamos “Hablemos de música”. Elegí a 10 músicos de la orquesta que respondían a tres preguntas mías sobre sus respectivos trabajos, lo que implica tocar en una orquesta, la rigurosa formación y disciplina que ello requiere, las historias de los instrumentos, etcétera.
Además, creamos una serie de conversaciones en vivo sobre la música del Paraguay, titulada “Ñande purahéi”, que tiene una repercusión excelente. Con referentes de la música folclórica tradicional paraguaya hablamos de diversos temas de los que se habla muy poco: La problemática interpretativa, la tradición, el arpa paraguaya, los efectos de la mercantilización en la creación de la música Paraguay actual, además del cuestionamiento a ciertos aspectos de la historia de nuestra música que no son muy claros, etcétera. El amplio seguimiento y participación de los internautas nos da la pauta de que un proyecto así era necesario. También creé una serie de videos titulada “Bach en La Catedral (de Agustín Barrios)” en la que voy mostrando con mi clavecín las influencias bachianas en la música de Mangoré. También tuvo buen impacto. Inclusive, la revista de música “Ecce Musica”, de Roma, me pidió escribir un artículo científico al respecto. Estoy en eso.
Panorama difícil
- ¿Cómo se ve el panorama con las fases para retomar los ensayos presenciales y para encarar los conciertos?
- Todavía se ve un panorama difícil para el retorno a los ensayos con orquesta completa. Con la OSIC ya hemos iniciado esta semana ensayos por grupos de cámara. Hemos iniciado con dúos y cuartetos y paulatinamente iremos aumentando. El 11 de junio iniciaremos la grabación de un ciclo de 12 conciertos de música de cámara, que los transmitiremos cada dos semanas entre junio y noviembre. No sabemos si este año retornaremos a los conciertos con orquesta completa y con público, aunque sea reducido. También llevamos adelante otros dos proyectos que realizaremos mientras no podamos volver a ensayar todos juntos: Los músicos de la OSIC harán un trabajo de investigación científica colectiva sobre cinco obras sinfónicas paraguayas. Lo publicaremos a fin de año como una “Antología de la Música Sinfónica del Paraguay”. Creo que es un trabajo que hace falta.
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Además, he designado a cinco músicos para trabajar en arreglos orquestales de música paraguaya. Para el retorno a los ensayos, hemos elaborado un protocolo. Tenemos que hacer adecuaciones en nuestra sala de ensayos. Los músicos tocarán con distancias más grandes entre ellos y a los vientos tendremos que ponerles placas de acrílico delante. Todo esto influirá no solamente en el espacio, sino también en la acústica. Lo mismo ocurrirá en los conciertos. Necesitaremos tiempo para adaptarnos a tocar en esas condiciones. Con la Sociedad Bach del Paraguay también haremos un ciclo virtual de cuatro conciertos que serán grabados próximamente y serán precedidos de una breve entrevista con personalidades destacadas de la música barroca de América y Europa.
- ¿Alguna reflexión que quiera compartir sobre este momento en el mundo?
- Esta pandemia nos enseñó muchas cosas. Nos obligó a hacer una pausa y a replantear muchas cosas. El arte tuvo una presencia importantísima para mantener la esperanza, para fortalecer el espíritu y no decaer. Los avances de la tecnología posibilitaron esa presencia virtual del arte en nuestras casas. Pero la tecnología nunca igualará al arte desarrollado en vivo y con público. La energía y conexión que hay entre artista y público es irreemplazable. Cuando subimos al escenario y escuchamos el aplauso que nos recibe, nos ponemos en alerta para dar lo mejor de nosotros en el escenario. Eso nunca podrá hacerlo la tecnología. La música es para hacerla y compartirla en vivo. Ojalá que cuando todo esto pase, nos reencontremos masivamente artistas y público en los teatros y salas de conciertos. Espero que esto nos haya enseñado a valorar y apreciar mejor la necesidad del arte y la cultura en nuestras vidas.