Jorge Zárate

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De brillante espectro, memoria del tiempo, el Coro Qom Chelaalapi del Chaco argentino conmovió a un público sorprendido en el Juan de Salazar el martes pasado.

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Presentes en diversas regiones del Chaco Americano, los Toba/Qom son dueños de una sutil poesía y de un canto colectivo que se acompaña con instrumentos propios, la mayoría percusivos, que hacen al ritual, la danza, la armonización de los espíritus desde hace miles de años.

Destaca entre ellos el N`vike, un violín de monte que antaño tenía como caja de resonancia o una calabaza o la caparazón de un Tatú, y que llegó a nuestros días en una adaptación que usa viejas latas de aceite para dotarlo de cuerpo y sonoridad.

Su música enigmática, viajadora de distancias monte adentro, quedó enlazada con beats y loops electrónicos de Matías Zundel de Lagartijeando para presentar “Raíces y Remixes”, la última combinación que concibieron en disco. La misma, unida a una presentación visual que va ilustrando las leyendas, los motivos de estos cantos ancestrales, fue celebrada por el público local.

Con 57 años de vigencia, los Chelaalapi (banda de zorzales, su traducción al español) hacen una tarea didáctica de grandes dimensiones en el nordeste argentino que este año por fin se verá expandida al mundo.

Así llegaron hasta Asunción, con producción del Juande y Planeador, en un primer paso hacia su gira europea que los llevará a escenarios de Alemania, España y Hungría.

La formación que tiene cuatro discos publicados fue consagrada como Patrimonio Cultural Viviente por las Naciones Unidas para la Ciencia y la Educación (UNESCO, su sigla en inglés); embajador cultural de la Etnia Qom; Coro Oficial de la Provincia de Chaco; y Patrimonio Cultural y Símbolo de la Cultura Chaqueña.

“Raíces y Remixes” tiene 16 temas entre versiones originales del repertorio ancestral de la comunidad Qom y reversiones electrónicas y cuenta con la participación de Chancha Vía Circuito, Lagartijeando, Ciudad Satélite, King Koya y Frikstallers.

“Al principio hubo recelo en la comunidad por esta experiencia, por mezclar nuestra música ancestral con sonidos distintos y para nosotros alocados. Pero al ir escuchando los avances del disco, nuestro pensamiento fue cambiando, y sobre todo cuando luego vimos a los jóvenes hacer coreografías con los remixes”, contó el director de la formación, Claudio Largo (Vaisogohe, su nombre en Qom), “Es la primera vez que el Coro Chelaalapí viajará a Europa, y estamos aún más contentos porque será para presentar un trabajo discográfico. Sentimos que estamos en una etapa distinta, logrando nuestro objetivo que es que se conozca nuestra música”, concluyó.

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