“Ahora mismo nosotras las Kuña Afro estamos al mando de los tambores creando así conciencia de reivindicar el papel de la mujer a nivel artístico dentro de la comunidad Kamba Cua”, cuenta Angélica Medina, nieta de Don Santiago Medina, primer bailarín y tamborilero de la comunidad afrodescendiente de Paraguay, establecida en Fernando de la Mora.

“Desde pequeña vi que los hombres siempre eran los que tocaban los tambores, nuestra idea nace ahí cuando nos dimos cuenta que no habían mujeres”, relata la joven integrante del Ballet Kamba Cua de “Lázaro Medina” y percusionista del conjunto Kuña Afro. “Nos mostramos y dijimos: ‘Queremos aprender’. Practicamos, mejoramos y cuando nos dimos cuenta ya estábamos en nuestro primer concierto. Les insto a que no se rindan con los tropezones que la meta está aún paso”.

Este es uno de los varios testimonios que comparte el grupo de mujeres afrodescendientes Kamba Cua a través de Instagram (https://www.instagram.com/kuna_afropy) y Facebook, que recientemente acompañó la celebración del “Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente”, instituido el 25 de julio de 1992.

Hermoso símbolo de resistencia

“Formó parte del grupo por amor a mis raíces para mostrar a las nuevas generaciones afro que nosotras también podemos tocar los tambores, que nosotras también podemos salir a hacer cosas que anteriormente no dejaban a las mujeres”, comenta Dolly Medina. “Les invito a que se atrevan a perseguir sus sueños, a que no sientas miedo de mostrar como en verdad eres”.

“Con Kuña Afro buscamos eliminar los prejuicios, la discriminación social, permitiendo el reconocimiento pleno de los logros, valores, cultura y nutrida sabiduría de las mujeres afrodescendientes en la sociedad”, manifiesta otra joven, Bárbara Araceli Medina, de 24 años.

“El tambor representa para nosotras un hermoso símbolo de resistencia que queremos seguir llevando a donde quiera que vayamos, ya sea como bailarinas o como percusionistas, pero el plus que tenemos ahora con Kuña Afro, además de la difusión de nuestra cultura como carta de presentación, es el mensaje de que las mujeres somos poderosas en el sitio en donde nos toque estar, ya lo demostramos con el baile y ahora con la percusión, es solo cuestión de atreverse”, afirma Liz Paola Meza, de 23 años.

Otro interesante colectivo que apuesta a reivindicar los espacios para la mujer y para las personas negras es Voces Negras, que literalmente manifiesta ese nombre a través de un podcast (www.mixcloud.com/VocesNegras/voces-negras-4-negras-y-feminismos) que permite conocer en primera persona a un sector poco difundido en Paraguay.

“Las personas negras en Paraguay también existimos y decimos que nuestras vidas también importan. Nuestra negritud, nuestras vivencias, nuestro visión importa y nuestra representatividad importa”, expresaron a través de su cuenta en Instagram, con una serie de imágenes que toma la campaña antirracismo “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan) en la versión guaranó: Kamba rekove ovale avei.

“Agradecemos a nuestra compañera @mdemercedes por nominarnos a esta acción, como forma de visibilizar cuerpxs negrxs en nuestros territorios e invitar a todxs a que se sumen también a visibilizarse, resistir y luchar contra cualquier tipo de violencia existente hacia nuestra lucha anti-racista y que sea algo que llevemos en práctica diaria desde hoy y romper con el racismo que hasta hoy día existe”, señala Voces Negras, en la publicación de junio pasado.

Precisamente por el reciente Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, una activista afrofeminista en la organización Kambarete (cuerpo de “negre” en lengua guaraní) participó de un panel virtual internacional. Se trata de Mayeli Villalba, que también conforma Ruda colectiva, una organización de 11 fotógrafas, cada una de un país distinto de América Latina.

Además de su labor como fotógrafa y videógrafa para varios medios internacionales; Villalba desarrolla una investigación sobre la identidad afro en Paraguay. Comenzó su exploración hace aproximadamente 4 años haciendo registros documentales a través de retratos y vida cotidiana. Actualmente trabaja lenguajes distintos al documental y su discurso visual está orientado a la discusión sobre el racismo. Trabajar la temática afro es para ella una estrategia para acercarse a su propia identidad negra que en su país está estructuralmente negada y ocultada, refieren organizadores del panel.

El Ministerio de Justicia a través de la Dirección General de Derechos Humanos participó de una reunión interinstitucional a fin de elaborar un anteproyecto de ley que reconoce a la población afrodescendientes del Paraguay como una minoría étnica que aportó a la construcción de la Nación.

El anteproyecto de Ley “Que reconoce a la Población Afrodescendientes del Paraguay como una minoría étnica e incorpora el legado de las Comunidades Afrodescendientes en la Historia, su participación y aportes en la conformación de la Nación en diversas expresiones culturales (Arte, Filosofía, Saberes, Costumbres, Tradiciones y Valores” será elaborado con la participación activa de los integrantes de la Asociación Kamba Cuá.

El documento contará además con el aporte de la Dirección General de Derechos Humanos del MJ, la Dirección General de Currículum del Ministerio de Educación y Ciencias, la Secretaría Nacional de Cultura y de la Asociación Kamba Cuá.

Se conoce como afroparaguayos a los ciudadanos de la República del Paraguay con orígenes en el África negra.

Al igual que en el resto del continente americano, los afroparaguayos son en su gran mayoría descendientes de los pobladores negros traídos en calidad de esclavos para realizar el trabajo pesado, como trabajar las tierras, así también como servidumbre.

Históricamente, la población negra en Paraguay nunca fue muy numerosa. Sin embargo, hacia finales del período colonial, la población afroparaguaya rondaba el 11% de la población total, la mitad de ellos, concentrándose en Asunción, la capital del país.

La mayoría de ellos residen en las comunidades de Kambá Kua de Fernado de la Mora (Gran Asunción) ; Kambá Kokue en las fuera de Paraguarí, y la ciudad de Emboscada. En la actualidad, la población afroparaguaya representa el 2% de la población total del país.