Hamburgo, Alemania | AFP.
Dos activistas de Femen, con los pechos descubiertos, interrumpieron el martes por la noche un concierto de Woody Allen en Hamburgo (Alemania) para denunciar la "cultura del silencio" en torno a las presuntas agresiones sexuales de las que lo acusa su hija adoptiva.
Las activistas, que llevaban escritas sobre el pecho declaraciones de Dylan Farrow en las que acusa a Allen de agresiones sexuales cuando era niña, irrumpieron sobre el escenario 20 minutos después del inicio del concierto en la Filarmónica del Elba.
"Recordaron al mundo y a los amantes del jazz que Allen no es únicamente ese encantador cineasta neurótico, músico y actor", explicó en Facebook Femen-Alemania al tiempo que publicaba el video de la protesta.
En la grabación, se puede oír al público abucheando a las activistas, y al cineasta, de 81 años, preguntando a sus músicos qué estaban gritando las dos mujeres en alemán.
Después, se ve aparecer a miembros de la seguridad que sacan a las manifestantes del escenario y el concierto continúa.
Según un diario local de Hamburgo, Woody Allen calificó de "estúpida" esta acción de Femen y se comprometió a volver a subir al escenario el miércoles en Hamburgo, como estaba previsto.
El cineasta estadounidense, que también es clarinetista de jazz, daba un concierto con el New Orleans Ensemble en la Filarmónica del Elba, donde los dirigentes del G20, entre ellos Donald Trump, asistieron a un concierto el fin de semana pasado.
Un portavoz de esa sala, contactado por la AFP, confirmó el incidente sin más precisiones.
Las acusaciones de Dylan Farrow sobre las presuntas agresiones sexuales de Allen cuando era niña persiguen al actor desde hace años.
El caso se conoció por primera vez cuando el cineasta se separó de Mia Farrow, madre de Dylan, para formar pareja con una hija adoptiva de esta última, Soon-Yi Previn, que entonces tenía 21 años.
Un juez neoyorquino concluyó, durante la batalla judicial por la custodia de los hijos de Allen y Farrow, que las acusaciones de agresión sexual no eran "concluyentes".
Pero Dylan Farrow insistió públicamente en 2014. El director de cine calificó inmediatamente estas acusaciones de "falsas y vengonzosas".
El caso resurgió en pleno festival de Cannes 2016 debido a una ácida tribuna en la que su hijo, el periodista Ronan Farrow, denunciaba "el silencio" en torno al pasado de su padre.