Mientras algunos sectores políti­cos y económicos se lamentan porque en pocos años ya se uti­lizará toda la energía hidroeléc­trica disponible del país y otros se escanda­lizan por el grave problema que se avecina, el Gobierno está preparando un ambicioso pro­yecto para construir 22 nuevas hidroeléctri­cas. Para ello se invertirán 1.400 millones de dólares, con una fuerte participación del sec­tor privado. Y en vez de lamentaciones inútiles está comenzando a actuar con rapidez para hacer frente a una realidad que tendrá una respuesta adecuada mediante una apropiada gestión.

De acuerdo con la conclusión de algunos técni­cos que han estudiado el tema, entre los años 2027 y 2033 el país podría consumir toda la energía disponible producida por las hidroeléc­tricas, cosa que prevé la Ande, que estima que eso ocurriría en menos de una década.

Uno de los especialistas manifestó que si se mantiene el crecimiento del consumo anual en 18 %, como ocurrió en el 2024, y la genera­ción es similar a la del año pasado, para fines del 2027, es decir, dentro de dos años, se estaría usando toda la energía disponible. Si las bina­cionales recuperan la generación al mismo ritmo de consumo de 2024, la totalidad del uso de la energía nacional alcanzaría hasta el 2029.

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Teniendo en cuenta los mencionados estudios con base en datos indiscutibles, el país tiene que afrontar la realización de nuevos proyec­tos para incrementar la producción de energía en el plazo más breve posible mediante fuer­tes inversiones. No se puede esperar más, por­que los requerimientos son cada vez mayores y urgentes.

En su artículo editorial de ayer, nuestro diario señalaba que la posibilidad de aprovechar el potencial hidroeléctrico de nuestros ríos per­mite un abanico de oportunidades de inver­siones y de oportunidades de todo tipo, sea en inversiones, en la producción, el comercio y en la industria.

Por eso el Gobierno nacional está trabajando en facilitar la construcción de 22 nuevos pro­yectos de generación eléctrica a partir del aprovechamiento de ríos y arroyos del país que harán posible esas realizaciones. Actual­mente se está trabajando en modificar algunas normas que permitirán simplificar los proce­sos de generación eléctrica a pequeña escala para licitar cuencas completas en lugar de pro­yectos individuales. La idea es aprovechar al máximo la potencia hidroeléctrica de los cur­sos de agua.

Según el cronograma del Viceministerio de Minas y Energía del MOPC, se está actuali­zando la reglamentación de las normas existen­tes para comenzar las licitaciones de las cuen­cas hidrológicas identificadas para las obras.

El titular de esa dependencia, Mauricio Beja­rano, explicó que se habla de 22 hidroeléc­tricas, “porque son las que mayor potencial tienen, y se habla de esa inversión porque se podría llegar a esa cifra si se desarrollan todos los ríos internos con potencial en nues­tro país”.

Mencionó que la disposición legal tiene pre­vista también la posibilidad de autogeneración y exportación de energía, principalmente al Brasil. Esto se haría mediante convertidores de frecuencia que podían instalar las empre­sas privadas interesadas.

La actividad económica, impulsada princi­palmente por las nuevas inversiones que se alientan desde los organismos públicos, con­tinuará su crecimiento con mayor consumo energético. Así lo demuestran los números que se manejan en el sector industrial. A lo que se suma el alza del consumo domiciliario. Todo lo cual hará que cada vez sean mayores los reque­rimientos energéticos. Por lo que no hay discu­sión alguna sobre la necesidad de incrementar fuertemente la generación de mayor cantidad de electricidad.

Por eso el proyecto de crear 22 nuevas usinas para la producción de energía eléctrica es una de los más grandes aciertos gubernamentales. Ponerlo en práctica implicará conseguir fon­dos financieros para realizar las inversiones que ascenderían en 1.400 millones de dólares.

Esto hará necesario que las autoridades nacio­nales sepan atraer a los interesados en interve­nir en esas propuestas industriales mediante su participación financiera. La incorporación del sector privado será fundamental, no solo porque ayudará a hacer frente a las necesida­des del país, sino también porque las empresas podrán aprovechar la oportunidad para ganar más dinero, ya que invirtiendo en esos proyec­tos pondrán en marcha un excelente negocio económico con buena rentabilidad.

La creación de 22 nuevas usinas hidroeléctri­cas merece el apoyo de la ciudadanía y la parti­cipación activa del sector empresario que está interesado en concretar nuevas realizaciones.

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