Una muy buena noticia cons­tituye el aumento de la car­tera crediticia para el sec­tor agrícola y ganadero que, como sabemos, son puntales de la econo­mía rural como del país en su conjunto. En efecto, más de 1,3 billones de guara­níes fueron dispuestos para el campo lo que constituye el 15 por ciento de la car­tera crediticia de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), monto al cierre de enero del presente año, llegando a 4 mil productores que reciben apoyo de esta entidad.

Esta noticia favorable a los intereses de nuestro país debe entenderse desde la perspectiva no solamente del compo­nente crediticio, sino también como una garantía para que otras entidades finan­cieras del país se muestren atraídas finan­ciando a los productores del campo.

El año pasado, por ejemplo, fueron apro­bados seiscientos proyectos por más de cuarenta y siete millones de dólares como un complemento a la asistencia para la reestructuración agropecuaria relacio­nada a las medidas transitorias del Banco Central del Paraguay, en atención a la solicitud de productores que se encuen­tran en problemas debidos a factores como el clima y otros.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El gobierno del presidente Santiago Peña, consciente de la necesidad de apoyar a los productores ante esas contingencias, sin contratiempos y evitando la excesiva burocracia que caracteriza a estos tipos de actividades financieras, se expresó favorable a dar soluciones concretas mediante estos complementos crediti­cios.

El compromiso con el campo, había dicho el presidente Peña, no es una cir­cunstancia, sino una realidad vincu­lada de modo directo con el desarrollo nacional porque las inversiones como los empleos son de vital importancia para el crecimiento del producto interno bruto (PIB) que, como se sabe, nuestro país nuevamente este año 2025 estará en crecimiento aun tomando en cuenta el escenario internacional donde muchos países están o siguen pasando por incer­tidumbres de orden institucional como coyuntural.

Es de mencionarse que la incertidum­bre muchas veces se debe al escaso y hasta nulo acceso al crédito a bajas tasas de interés y a largo plazo, necesario para invertir y así seguir operando los nego­cios. Por ejemplo, la AFD cuenta con un producto llamado Pro Coop para finan­ciar a cooperativas relacionadas a la pro­ducción radicadas en el interior del país.

Lo expresado resultaría imposible en la práctica y si se diera, tanto los intereses del crédito como los plazos no serían con­venientes para los productores, razón por la cual concretamente la Agencia Finan­ciera de Desarrollo se convierte en la única Banca Pública de Desarrollo que opera en nuestro país, otorgando créditos que complementan la estructura de fon­deo de las entidades financieras de primer piso.

De este modo institucional y transpa­rente se ejecutan programas de corto, mediano y largo plazo a través de los ban­cos, las cooperativas y financieras que operan con la AFD.

Cuando se habla de desarrollo económico sostenible con empleos estables y cada vez mejor remunerados como también para la compra de inmuebles y de hoga­res para las familias, sin duda que la AFD se ha venido a constituir en un actor rele­vante canalizando recursos financieros junto con la provisión de servicios espe­cializados.

Déjanos tus comentarios en Voiz