Las ciudades de Carmelo Peralta, en Paraguay, y Puerto Murtinho, en Brasil, hasta no hace mucho eran lugares distantes del circuito económico y comercial con poca afectación sobre el futuro de ambos países. Esto está cambiando y a pasos agigantados.
Dichas ciudades serán unidas por el puente de la Bioceánica a convertirse en el punto de unión entre cuatro países para dar lugar a lo que se llama la nueva frontera de esta parte del mundo: el nuevo canal de Panamá, que unirá a los dos océanos, el Atlántico y el Pacífico.
El puente es parte sustancial de la ruta Bioceánica que conectará dos océanos a través del Chaco paraguayo. Esta nueva obra es de por sí mismo un signo de progreso, pero el mismo no se limita a la unión física entre dos ciudades. Es más que eso. El puente es parte sustancial de un cambio que pronto dará lugar a una nueva forma de relacionamiento internacional.
En efecto, la proyección de esta obra abrirá cientos y hasta miles de oportunidades convirtiendo a la zona en un hub de inversiones, comercio y turismo cuyo impacto recaerá positivamente; primero, sobre el Chaco paraguayo; segundo, para Paraguay; y tercero, para los países involucrados.
La ruta Bioceánica, de la que el puente entre Carmelo Peralta y Puerto Murtinho es fundamental, se extiende por una carretera de más de 3 mil kilómetros desde San Pablo, en Brasil, pasando por Paraguay y Argentina, hasta los puertos chilenos de Antofagasta.
Para Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, todo ello se convierte en una ventana de oportunidades. Estamos ante una obra de infraestructura logística que incentivará la puesta en marcha de diversos emprendimientos como parques industriales, hoteles, servicios en general de gastronomía y el turismo de influencia sobre el Pantanal, una maravilla de la naturaleza donde, por ejemplo, el eco turismo atraerá a miles de visitantes de todas partes del mundo.
Además de todo ello, la ruta Bioceánica a unirse por el puente entre aquellas dos ciudades de Paraguay y Brasil, igualmente ofrecerá oportunidades de otros negocios como las relacionadas a las inversiones inmobiliarias y de expansión de la agricultura y la ganadería nacional, todos los cuales beneficiarán no solo a los que se encuentran cerca de su zona de influencia, sino también para todos los habitantes del país dado su efecto multiplicador sobre la economía, el comercio, el turismo y las inversiones en general. Sin lugar a dudas un puente entre Carmelo Peralta y Puerto Murtinho anuncia una revolución económica.