Este lunes se inician las clases para los estudiantes de instituciones educativas de organismos oficiales, privadas y privadas subvencionadas en todo el país. Para el comienzo de la actividad académica se realizaron la apertura y preparación de los locales escolares desde el pasado 10 de febrero. A partir de hoy, alrededor de 1.400.000 alumnos de todo el país retornan a las aulas para el año lectivo que culminará el 28 de noviembre, de acuerdo con el calendario escolar aprobado por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
La preparación previa y todos los trámites habituales tienen en esta ocasión un ingrediente muy especial: desde hoy, los alumnos de las instituciones estatales tendrán la oportunidad de mejorar su alimentación mediante el programa Hambre Cero en las Escuelas, que a partir de este año cubrirá a todas las instituciones estatales de la geografía nacional.
Según el programa del Gobierno, la distribución de alimentos escolares, desayuno, almuerzo y merienda, se iniciará a partir del primer día de clases, es decir, desde hoy. Se ejecutará en el 100 % de las instituciones educativas afectadas, por lo que se espera que tenga un gran efecto positivo en la sociedad paraguaya. “Este programa va a tener un impacto social, económico y fundamentalmente en lo educativo”, según apuntó el ministro de Desarrollo Social, Tadeo Rojas, quien dirige la entidad encargada de la administración de los alimentos en las instituciones educativas.
El presupuesto estatal destinado a la alimentación de los escolares asciende al equivalente a 370 millones de dólares con el propósito de llegar a la totalidad de las instituciones de enseñanza pública con el referido programa. El año pasado, desde agosto se inició el proyecto con el 40 % de los chicos de las instituciones educativas, como experimento inicial. Y este año se extenderá a la totalidad de las escuelas del país.
De acuerdo con la experiencia del año pasado y el trabajo que se realiza en la actualidad, el mencionado plan no solo posibilitará la alimentación de los niños, sino que al mismo tiempo es una oportunidad para los pequeños productores y proveedores de los artículos alimenticios que se usarán en el programa Hambre Cero de las diferentes localidades del interior. Por consiguiente, también promueve la producción y comercialización de los alimentos que se utilizarán para proporcionar la alimentación escolar.
La idea del Gobierno es utilizar los recursos disponibles para ayudar a los más necesitados, a fin de generar la igualdad de oportunidades para todos los habitantes del país. Por ello las instituciones públicas agilizarán los procesos para reducir la burocracia y tratar de mejorar las condiciones de vida de la gente que requiere de este tipo de auxilio para salir de su situación extrema.
Para que el programa Hambre Cero en las Escuelas sea exitoso es fundamental la ayuda de las autoridades locales y los responsables de las escuelas. Ya que el control de cómo se distribuyen los alimentos y cómo se los utiliza para dar de comer a los alumnos dependerá de los docentes y directores de las instituciones educativas. Por eso el ministro de Desarrollo Social, que es el encargado de la alimentación, instó a los directores de las escuelas a que hagan las denuncias y los reclamos necesarios para asegurar la entrega y uso adecuado de los alimentos en tiempo y forma.
La buena alimentación de alrededor de 1.400.000 niños de todo el país es un sueño que se está por convertir en realidad gracias a las disposiciones del Gobierno y a la utilización de los recursos previstos en el presupuesto nacional. No es un milagro que proviene del cielo, sino el resultado de la visión de las autoridades nacionales que son conscientes de la realidad de miles de niños que están mal nutridos y requieren una ayuda alimentaria para mejorar su educación. Por ello es necesario que la ciudadanía valore este hecho y preste su colaboración. Hambre Cero es un aporte fundamental para miles de niños de nuestra sociedad que son dignos de una mejor oportunidad de vida.