Estamos en los últimos cinco días de este año y luego comienza oficialmente el 2025, en los términos de los conven­cionalismos vigentes. Pero, aunque en los hechos prácticos no comienza nada, sino que continúa la vida cotidiana, el esfuerzo, el trabajo, las inversiones, la producción, es bueno fijarse en cómo nos ha ido en el 2024 y lo que nos espera para este nuevo período anual. Los buenos augurios que las personas desean a los demás como parte de la práctica habitual de estos días de fiesta se extienden a la vida de todo el país, su economía, la situa­ción de la gente, de acuerdo con las pre­visiones que se tienen. En el 2025 habrá crecimiento económico y se generarán más empleos para la gente, por lo que se enciende la esperanza de una manera muy positiva.

De acuerdo con las previsiones técnicas, la economía paraguaya tendrá un alza del 3,8 % en el año entrante, luego de la previ­sión de que alcanzará un 4 % auspicioso este 2024. Por otro lado, la inflación esti­mada para el 2025 es del 3,5 %, un poco menos del 4 % calculado para este año que está terminando.

El alza de la economía se deberá a que el movimiento productivo y comercial, que fue bueno este año, continuará del mismo modo, acaso con menos fuerza, lo que asegura que no habrá ningún tropiezo y se espera que tenga una repercusión posi­tiva en la vida de la gente. El crecimiento del país durante este año fue impulsado mayormente por el consumo y la buena marcha del sector de la producción agro­pecuaria y de la manufacturera.

Las proyecciones de crecimiento del BCP para este año y el año entrante son coin­cidentes con las de los organismos inter­nacionales especializados. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que determinó un cierre de 2024 para Paraguay con una expan­sión del 4,2 %, señaló que en el 2025 se vislumbra un crecimiento del 3,9 %. Por su lado, el Banco Mundial previó un cre­cimiento del 3,9 % al cierre del 2024 y del 3,6 % para el año venidero. En tanto que el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó un aumento del 3,8 % para este año lo mismo que para el 2025. El banco Itaú habla de un alza económica del 4 % para el 2024 y del 3,5 % para el año entrante.

Uno de los capítulos importantes de la economía paraguaya es el excelente des­empeño registrado durante este año por la industria, que continuará en el 2025, lo que significará no solo más producción si no también mayor cantidad de puestos de trabajo para la gente.

El presidente de la Unión Industrial Para­guaya (UIP), Enrique Duarte, manifestó que en el próximo año el sector fabril es el que liderará la expansión económica del país. Recordó que este año se destacó en la creación de empleos. Eso hizo que se situara como el segundo generador de mano de obra en el tercer trimestre del año. “El crecimiento industrial impactó considerablemente en el bienestar de la población, lo que permitió el aumento de más fuentes de trabajo en un 6,6 %”, afirmó el dirigente de la industria.

Este sector de la actividad económica da puestos de trabajo a 550.000 personas, y representa el 32,1 %, casi un tercio, del producto interno bruto (PIB), o sea, de la economía total del país. Estos puestos de trabajo son formales y están mejor paga­dos que en otros sectores.

Con relación al hecho de que se están diversificando las exportaciones tanto por los destinos como por la variedad de los productos industriales, el dirigente empresario resaltó que es un “paso signi­ficativo hacia la consolidación de nuestra industria en el comercio mundial”.

En este ejercicio el gobierno tuvo que enfrentar numerosos desafíos en la eco­nomía del país, en un escenario interna­cional nada fácil por la caída de los pre­cios de los commodities. Y está acabando el año con números positivos y excelentes perspectivas.

Una de las cosas que se aguarda para el 2025 es que los proyectos de inversión aumenten, especialmente en el renglón fabril, teniendo en cuenta la buena cali­ficación del país y las grandes ventajas que ofrece para la instalación de nuevas industrias y otro tipo de actividades pro­ductivas.

De acuerdo al informe brindado este lunes por el Viceministe­rio de Industria, la cantidad de proyectos de inversión rea­lizados en octubre bajo la Ley 60/90 suma 21, cifra que repre­senta apuestas económicas por valor de USD 21,4 millones.

El reporte indica que el 60 % de las inversiones proyectadas se concentra en los rubros de confecciones y textiles, elec­tricidad y electrónica, así como también producción y almace­namiento de granos, amplifi­cando de este modo las oportu­nidades de desarrollo de estos sectores. El informe del Vice­ministerio de Industria señala también que de enero a octu­bre las inversiones proyectadas bajo este incentivo económico ya suman USD 315 millones, registrando una variación positiva de 5 % con respecto al mismo periodo del año ante­rior cuando fue de USD 300 millones.

Con respecto a la Ley 60/90, se trata de un régi­men de incentivos fiscales a la inversión de capital de origen nacional y extranjero, para la adquisición de bienes de capi­tal, materias primas e insumos destinados a la industria local para la fabricación de bienes de capital, promoviendo e incre­mentando las inversiones.

Con respecto a las inversiones proyectadas hasta el décimo mes de 2024, el informe de la institución dependiente del Ministerio de Industria y Comercio resalta que USD 202 millones son de origen nacio­nal, es decir, un 4 % más que lo logrado en el mismo periodo del año pasado. Las apuestas de origen extranjero alcanzan USD 113 millones, registrando un aumento de 6 % en compa­ración con el 2023. Al desglo­sar por sectores económicos se destaca que el 96 % de las inver­siones proyectadas se concen­tra principalmente en el sector secundario; esto mientras que el sector primario se lleva el 3 % y el terciario el 1 %.

En cuanto al origen de las inversiones acumuladas, el 85 % de las mismas se concentra en los departamentos de Cen­tral, Alto Paraná, Canindeyú, Paraguarí y la capital del país. Dichas localidades se destacan por tener una logística estraté­gica, atendiendo su cercanía con los países vecinos como Brasil y Argentina.

Como parte de la reva­lorización que ha realizado Uruguay del mercado paraguayo, a más del convencimiento de que puede ser el primer paso hacia la internacionalización de las empresas uruguayas en la región, el modelo local va ganando terreno con la diver­sificación de las inversiones.

Es lo que manifestó el emba­jador de la República del Uru­guay en Paraguay, Federico Perazza, quien calificó como puntos relevantes los atribu­tos del país en términos de pre­sión fiscal, costos energéticos y ubicación estratégica, a más de lo útil que puede llegar a ser la experiencia logística uru­guaya.

“Según los datos del Banco Central de Paraguay analizados por la embajada, la inversión uruguaya en Para­guay acumulada en los últimos años ha sumado más de 200 millones de dólares. Esto si se le suma la compra de tierras y propiedades, lo que significa el 2% de la inversión extranjera directa total, ubicándose en el decimosegundo puesto por país de origen”, recalcó.

Habló de la última gran apuesta uruguaya, el Frigorí­fico Modelo SA, que se instaló en Paraguay y que representa una inversión de más de US$ 7 millones para la construcción y está ubicada en el predio de TOSA (Terminal Occidental SA), en el Bajo Chaco, Presi­dente Hayes. La empresa se dedicará al suministro de la cadena de frío para produc­tos congelados, en cuanto a cámaras de enfriado para la conservación de productos perecederos y cámaras de congelamiento rápido, agregó.

Complementó que la firma prevé duplicar la capacidad de 8.000 toneladas en la medida en que el negocio de suminis­tro de frío comience a conso­lidarse. Estiman empezar a operar para el mes de octubre.

Alegó que Paraguay cuenta con un gran potencial para desa­rrollar la actividad vinculada al frío, ya que es un país que está percibiendo un crecimiento en el sector agropecuario, parti­cularmente en la carne, en pro­ductos como helados, congela­dos, de consumo en el mercado interno como cerdos y pollos así como en la importación, para los cuales el suministro de frío es esencial.