“Paraguay está logrando el crecimiento de su economía sobre un crecimiento anterior”, aseveró días atrás el presidente Santiago Peña. Se refería al hecho de que este año la economía crecerá a casi el 5 por ciento del producto interno bruto (PIB) y para el año que viene la proyección es del 3,8 por ciento, lo que significa un acontecimiento histórico tomando en cuenta la situación de la economía regional y mundial.
En efecto, no se puede desconsiderar que las economías específicamente de esta parte del mundo dependen en gran modo de sus commodities, situación que en esta ocasión es diferente debido a que los precios están por debajo de lo que se pretendía en el sector.
Aun así, la participación en el presente año del sector agrícola ha sido vigorosa al punto que prácticamente la mitad de los ingresos totales en concepto de divisas proviene de la exportación de cereales y oleaginosas, sobresaliendo los envíos de soja y sus derivados junto el maíz, el trigo, arroz y otros.
Las condiciones han sido adversas para el sector agropecuario tomando en cuenta el clima y el mercado; no obstante, los hombres y mujeres del campo una vez más mostraron lo mucho que están haciendo en favor del sector y de la economía en general. En estos años no tuvimos como en otras ocasiones lo que se llama un boom de precios, sino más bien una baja de los mismos. De haber contado con ese boom de precios la economía hubiera llegado a crecer a más del 9 por ciento anual del PIB.
Por lo general el ciclo de crecimiento anual del PIB viene seguido de una caída para luego volver a subir y hasta pueden pasar años para que ello suceda. En nuestro país, sin embargo, este año se crecerá a casi el 5 por ciento y en el 2025 al 3,8 por ciento, porcentaje nada despreciable; por el contrario, se verificará un crecimiento sobre otro crecimiento anterior como acertadamente sostuvo el mandatario.
Al respecto, cabe resaltar las recientes expresiones del Dr. Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda de Colombia, quien en su visita a nuestro país afirmó esta semana que “Paraguay se está convirtiendo en un referente y modelo a seguir para los demás países de la región, alejándose del populismo fiscal y de la inflación”.
El crecimiento del PIB sobre un anterior crecimiento y sin el boom de los precios de los commodities no es el resultado del azar o de circunstancias que no puedan ser analizadas para luego contar con una opinión fundada. Lo que está pasando es algo que incluso autoridades de gobiernos de otros países desearían que ocurra en sus respectivas administraciones.
En Paraguay estamos cumpliendo con la responsabilidad fiscal, el equilibrio en las cuentas públicas y la institucionalidad monetaria se respeta y el efecto auspicioso de ello está en el crecimiento sobre el crecimiento de nuestro PIB.