Se conoció en los últimos días el reciente informe de la calificadora internacional de riesgos Fitch Ratings en que mantiene la calificación del Paraguay en BB+, con perspectiva estable, que es la más cercana al grado de inversión. De acuerdo con el análisis de los especialistas, la calificación “reafirma la posición del país de que tiene una política macroeconómica estable, prudente y consistente, que lo sostiene a aproximarse a su grado de inversión”.No es una evaluación cuestionable, como interpretan algunos medios de opinión negativa, que la ven más bien como un obstáculo al grado de inversión. Todo lo contrario de lo que ocurre en la realidad.
De acuerdo con el informe, la calificación crediticia se sustenta considerando una deuda pública baja, comparada con otros países con calificaciones similares, aunque en los últimos años tuvo un aumento, además de su sólida liquidez externa. Un tema que la entidad valoró en su informe es que la industria de la maquila ha tenido un importante aumento cercano al 10 % en los últimos años.
En su análisis de la situación económica, la entidad destaca que la economía del país sigue siendo vulnerable porque en gran medida depende de la agricultura y la ganadería, que son sensibles a las crisis climáticas, como ha ocurrido en las sequías registradas en el 2019 y 2022. Se considera que esta vulnerabilidad a los golpes climáticos puede ser mitigada mediante grandes inversiones que respalden la diversificación económica.
No hay que depender tan fuertemente solo del agro, sino que se debe diversificar la actividad productiva emprendiendo también otras tareas, como la mayor industrialización en los más diversos campos. Si bien los productos industriales manufacturados representan casi 14 % de las exportaciones totales, la economía de nuestro país sigue siendo vulnerable debido a las crisis climáticas ya apuntadas, porque depende en alta medida de las actividades agropecuarias.
Lo importante es que las evaluaciones hechas por las grandes calificadoras internacionales, como Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch Rating coinciden en que la economía paraguaya se considera estable, con puntuaciones cercanas a los más altos niveles.
Lo que piensan y dicen del Paraguay en los foros especializados del mundo son de suma importancia porque evalúan el trabajo que realiza el país y pueden abrir las puertas a que el capitalista foráneo traiga sus inversiones. Los comentarios y análisis que realizan los organismos especializados del mundo no son meras opiniones de circunstancia. Son observaciones especializadas con diagnósticos serios de nuestra realidad que se basan en los hechos reales que se palpan y que permiten realizar pronósticos acertados.
Por eso tanto las autoridades, funcionarios como la opinión pública ciudadana deben tenerlos en cuenta a la hora de afinar el trabajo y tejer nuevos proyectos. Para el analista de la economía Víctor Pavón, si se mira con atención los detalles expuestos por el informe de Fitch, existen muchos elementos que acreditan una calificación cada vez más cercana al grado de inversión que riesgos de retroceso.
“Si analizamos el hecho de que haya bajado el riesgo país, el hecho de que la economía va a crecer nuevamente, que se haya reducido el uso de los tributos para el pago de los gastos corrientes. Todas esas cosas presagian obviamente una nota que pronto va a ser muy positiva para lo que el Paraguay pretende”, de acuerdo con la opinión expresada a nuestro diario.
Con respecto a algunas objeciones sobre la situación política, el analista señaló que: “Si se habla de una gobernanza débil o debilidad institucional de un país que tiene un crecimiento, el mayor de la región, que está bajando el riesgo país, que está bajando su déficit fiscal, está utilizando mejor en los ingresos en relación con lo que se llaman los gastos corrientes, pues eso quiere decir que las instituciones no son tan débiles como deja entrever esta calificadora”.
Lo discutible en la posición de la entidad es que Paraguay no tiene por qué aumentar el nivel de sus impuestos para tener más dinero, ya que solo es de 10 %. Lo que tiene que hacer es recaudar más disminuyendo la alta evasión fiscal, que actualmente es una de las principales tareas de la Dirección Nacional de Impuesto Tributario (DNIT), en la que va obteniendo excelentes resultados.