Las instituciones gubernamentales comenzaron el proceso para extender el programa Hambre Cero en las Escuelas en la totalidad de las instituciones escolares estatales a partir de febrero próximo. Para ello iniciaron los llamados a licitación para la compra de los alimentos que se destinarán al plan alimentario escolar en todos los departamentos y ciudades que hasta ahora no eran incluidos. De ese modo, cuando se inicie el año escolar en el segundo mes de 2025 ya se proveerá alimentos para dar de comer a la totalidad de los niños que estudian en las instituciones escolares del Estado en todo el país.
En agosto último el programa alimentario comenzó con la cobertura de 90 distritos de algunos departamentos y la capital del país, y en pocos meses se extenderá el servicio a los 173 distritos restantes en toda la geografía nacional. De ese modo se pondrá en marcha uno de los proyectos más emblemáticos del Gobierno, que es alimentar a los chicos que van a las escuelas públicas para que eleven su nivel de nutrición y así puedan mejorar su rendimiento escolar.
En su última sesión, el Consejo Nacional de Alimentación Escolar (Conae) aprobó los pliegos de bases y condiciones de los llamados que se harán próximamente a fin de hacer las adjudicaciones antes de fin de año.
El ministro de Desarrollo Social, Tadeo Rojas, explicó que la idea es adjudicar las licitaciones en breve para que a fines de febrero y comienzos de marzo el programa Hambre Cero llegue a la totalidad de los alumnos de las escuelas públicas, hasta el noveno grado.
De acuerdo con las previsiones oficiales, los llamados a licitación se extenderán a 173 distritos de 12 departamentos. Teniendo en cuenta que desde agosto último 90 distritos ya cuentan con la ejecución del programa, a comienzos de marzo venidero serán 263 la totalidad de localidades beneficiadas. “Desde febrero se llegará a 921.295 alumnos que van a recibir desayuno, almuerzo y merienda escolar. Para ello, el Estado desembolsará anualmente 330 millones de dólares en promedio hasta julio de 2027″, precisó el secretario de Estado.
Los organismos del Gobierno involucrados en el tema, encabezados por el Conae, están desarrollando un fuerte control en todo el proceso, desde las licitaciones, las adquisiciones, los menús, la distribución de los alimentos y los pagos realizados, a fin de garantizar la transparencia y evitar desvíos. La experiencia demuestra que en algunas escuelas hay gente que hurta los productos y luego los comercializa, como un reciente caso denunciado por padres de una institución escolar que involucraba a la directora.
El programa Hambre Cero en las Escuelas es uno de los planes más relevantes del Gobierno, ya que constituye una de sus principales apuestas a favor de la gente. Debido a ello las autoridades nacionales han puesto toda la atención en la marcha del plan con reuniones frecuentes del Conae, que es encabezado por el presidente Santiago Peña. Para él, Hambre Cero es uno de los principales instrumentos para mejorar la situación de la gente, empezando por los niños que van a las escuelas públicas.
Con este programa nacional se pretende lograr el objetivo primordial de erradicar la desnutrición infantil que está muy ligado a otros problemas no menores que son el ausentismo en las escuelas y el bajo rendimiento. Está demostrado que en las instituciones en que se da comida a los niños ha aumentado la concurrencia de alumnos, ya que para muchos es fundamental la comida que reciben en las escuelas. Y, paralelamente, ha subido el desempeño académico de los chicos.
Teniendo en cuenta la realidad de muchos hogares donde no siempre se alimenta adecuadamente a sus hijos, es crucial la buena marcha de Hambre Cero en las Escuelas. Por lo que su aplicación en todos los distritos de la nación es un hecho de gran trascendencia, por el beneficio nutricional y la satisfacción que producirá en miles de familias, lo que será posible de manera adecuada solo con el buen funcionamiento de las instituciones involucradas y la colaboración de la ciudadanía.
Los niños son el patrimonio humano más valioso de las familias. Y todavía más, constituyen el fruto más preciado de la sociedad y los protagonistas inamovibles del futuro que nos aguarda.