En el inicio del nuevo año pre­sidencial existe una enorme expectativa en el Paraguay para conseguir un mayor bienestar para todos. Esto ocurre por las necesida­des aún no satisfechas y la enorme con­fianza que se tiene en las autoridades que inspiran la esperanza de que se llegará a esos objetivos mediante el trabajo conti­nuado. Eso se nota claramente en el sen­timiento de una gran mayoría de para­guayos y en el aumento creciente de las actividades económicas que están respon­diendo a las expectativas.

Un año al frente del gobierno es poco tiempo para alcanzar la solución a las principales necesidades. Pero es tiempo suficiente para palpar cómo se está tra­bajando y en qué medida eso puede ser­vir para lograr los objetivos. Es como una nueva ruta que se abre en medio del bos­que, que al comienzo muestra solamente las picadas que ya se abrieron entre los árboles, pero que indican claramente la dirección del camino y el rumbo seguro que se está tomando.

Eso se observa nítidamente cuando se echa una mirada sobre lo que se ha reali­zado en el primer año de gobierno. Uno de los hechos más resaltantes es el acuerdo sobre Itaipú logrado con Brasil para subir la tarifa de la energía, lo que posibilitará el ingreso de 1.250 millones de dólares anuales. Nunca antes se había alcanzado un objetivo de tal magnitud.

Otro de los resultados resonantes es que se comenzó la aplicación de Hambre Cero en las Escuelas, que está llegando a 450.000 escolares, que ahora están alcan­zando la nutrición que requieren para mejorar su rendimiento escolar y que se extenderá a 1.300.000 niños a partir de febrero próximo. Antes la alimentación solo llegaba a 200.000 chicos.

En los últimos doce meses, se han logrado gestionar la construcción de 17.000 viviendas para personas sin hogar y comenzó al plan Che Róga Porã para sec­tores que pueden pagar su casa con el costo del alquiler.

Alcanzar la calificación en grado de inver­sión emitida por la calificadora de riesgos Moody’s es uno de los logros más reso­nantes cuyas consecuencias positivas se verán en la economía. Esto aparte de otros logros que se consiguieron en la seguri­dad, la educación, la lucha contra la delin­cuencia, etc.

Por eso no es de extrañar que la mayoría de los paraguayos esté confiada en San­tiago Peña por lo hecho en su primer año de gobierno. Es lo que dice la encuesta realizada por la conocida especialista en el ramo, Ati Snead, que revela una serie de detalles sobre la apreciación de los paraguayos.

De acuerdo con la investigación, el 67,3 % de las personas encuestadas tienen un nivel de confianza en el presidente San­tiago Peña, un aspecto relevante que no se puede dejar de lado. Los que le tie­nen mucha confianza llegan al 13,5 %, un grupo que está acompañado por el de los que tienen confianza, que representa el 18,5 % del total. En tanto que los que han dicho tener alguna confianza han alcan­zado al 35,3 %, que es el sector más nume­roso. En conjunto representan un alto porcentaje de la población, por lo que se puede decir sin exagerar que la mayoría, 7 de cada 10 personas consultadas, tie­nen confianza en el primer mandatario. Los que no confían no llegan ni siquiera a un tercio (32,7 %) del total. Esto muy a pesar de la campaña negativa que realizan medios de comunicación que tienen una importante llegada.

Debido a esta excelente percepción de la mayoría de la población del país las auto­ridades nacionales pueden sentirse satis­fechas al percatarse que la generalidad de los paraguayos recibe su trabajo con satisfacción. Sin duda, esto servirá de incentivo para el equipo de personas que trabaja en las distintas dependencias al servicio de la nación, porque no hay estí­mulo más grande que el saberse compren­dido en el esfuerzo que se está realizando por todos.

El presidente ha sido muy claro en seña­lar que a pesar de lo que se ha realizado falta aún para obtener los resultados propuestos. Eso hará que redoble los esfuerzos y que continúe con vigor en la tarea emprendida. La ciudadanía intere­sada en el progreso debe acompañar esa tarea con su aporte de trabajo diario para poder llegar a esos objetivos que benefi­ciarán a todos.