Una oficina administrativa interna de los Estados Unidos se tomó la autoridad de tomar medidas injustas e ilegales contra el presidente del Partido Colorado, Horacio Cartes, y la empresa tabacalera Tabesa tratando de sancionarlos, como si tuviera potestad jurídica para ello. La acti­tud ilegal desde todo punto de vista viene de la Oficina de Control de Activos Financieros (OFAC) del Gobierno norteamericano.

Tiene el peso de provenir de una de las más grandes potencias políticas, militares y eco­nómicas del mundo, que hace uso de ese hecho para sobrepasarse sobre el derecho y la legalidad. Exactamente como, en otras circunstancias, un matón bien armado hace uso del temor que causa en las personas pacíficas con su actitud prepotente.

A menudo ha ocurrido en la historia que gobiernos prepotentes o dictadores violen­tos han agredido usando ese método con­tra países o gobiernos que no les resultaban simpáticos o les eran molestos, hasta domi­narlos políticamente. Un ejemplo extremo de ello es el “anschluss” de Austria por parte de la Alemania nazi, cuando en 1938 el dic­tador Adolfo Hitler anexionó al país vecino para sus designios políticos. La actitud de la oficina norteamericana contra Paraguay no es exactamente igual, pero forma parte de la misma estrategia y responde a una parecida intención de dominación ilegal. Que, por supuesto, es inaceptable.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Por todo ello la medida adoptada por la oficina norteamericana y el Gobierno de Estados Unidos ha sido rechazada cate­góricamente por el Gobierno y las fuerzas democráticas del país. Es que no se puede aceptar ninguna clase de atropello bajo explicación alguna. Porque aparte de una arbitrariedad, resulta un insulto inadmisi­ble desde cualquier punto de vista. Como se ha dicho desde estas páginas, aparte de ser injusto, estamos ante una grave intromisión en nuestros asuntos internos como país.

El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, explicó que tanto senado­res como diputados colorados visitaron al presidente de la ANR, Horacio Cartes, para expresarle su respaldo y solidaridad ante la agresión norteamericana. “Nosotros siem­pre hemos sostenido nuestra posición de soberanía, de independencia, de tener alia­dos, de tener posiciones claras y alianzas claras en el mundo, pero siempre desde una óptica soberana”, señaló el legislador.

Durante la sesión de la Cámara de Diputados del miércoles último, los legisladores repu­blicanos repudiaron la actitud norteameri­cana contra Tabesa y el presidente colorado. La diputada Rocío Abed señaló que el país se está enfrentando “a una nueva y preocu­pante intromisión por parte de los Estados Unidos en los asuntos internos del Para­guay. No solamente carecen de fundamen­tos sólidos, sino que también ignoran prin­cipios fundamentales de justicia y derechos humanos”.

Por su lado, el diputado José Rodríguez afirmó que no se puede dejar que los extran­jeros quieran manipular el destino de nues­tro país, rechazando la actitud asumida por el Gobierno norteamericano. Lo que fue ratificado por el legislador Rodrigo Gama­rra, quien señaló que los paraguayos no nos podemos quedar callados pues está siendo atacada una empresa paraguaya, así como la nación, ataque que va contra el tesoro, el corazón y la economía del país.

Miradas desde la óptica del derecho, las san­ciones que impone la OFAC a Tabesa son arbitrarias, porque está queriendo imponer castigos sin que haya habido una condena ni nada parecido. Según el abogado Manuel Riera, una dependencia administrativa de un país no tiene atribución para acusar a una empresa o a una persona por supuestos hechos de corrupción. “Lo que está haciendo la OFAC es arbitrario por donde se lo mire, porque directamente está imponiendo san­ciones sin condenas, no hay ningún juez que diga que haya ocurrido esto, no se sustenta en ninguna norma local, lo que ocurre allá aplicado acá es arbitrario, porque no es jurí­dico en nuestro país”, sentenció.

Hay que reiterar que el gobierno de Washin­gton no solo está equivocado, sino que está actuando ilegalmente. Por eso su postura merece el rotundo rechazo que corresponde a los ilícitos y los reparos de la lógica más simple. Nadie le dio, ni tiene, la potestad de ser la policía del mundo, y no debe actuar con la prepotencia de los abusadores.

Como país digno, independiente y respe­table, la República del Paraguay no puede aceptar este tipo de abusos. Así como sus autoridades exigirán el respeto debido, como corresponde a una nación soberana.

Déjanos tus comentarios en Voiz