En su afán de extender las medi­das económicas y sociales que impulsen el desarrollo de las familias del interior del país, el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) entregó el viernes último 50 viviendas de interés social en el asentamiento Roque Sarubbi del departa­mento de Caazapá, con las que ascienden a 603 las casas concluidas de las 16.000 que la administración actual está progra­mando concretar en ese renglón. La oca­sión fue propicia para recordar la serie de proyectos que se están llevando a cabo, con diferentes denominaciones, cuyo objetivo final es hacer que todos los sec­tores de la sociedad paraguaya, desde los más pobres y hasta los de mejores ingre­sos, puedan concretar el propósito de la vivienda familiar propia. Porque la idea final es que todas las familias del país puedan ir conquistando mejor situación financiera para concretar una existencia en condiciones económicas y sociales de más alto nivel.

Entre los proyectos que están llevando adelante los organismos estatales para cubrir los principales requerimientos habitacionales sobresale uno por su nove­dad y por sus especiales condiciones, Che Róga Porã. Es una propuesta en la que se cifran grandes esperanzas, especialmente porque en ella pueden intervenir las per­sonas de ingresos bajos y que tienen capa­cidad de pagar la cuota de una casa pro­pia. Lejos de cualquier tipo de subsidio y de regalías especiales. Hasta el momento es todavía un experimento, en el sen­tido de que se está comenzando, pero está teniendo un auspicioso inicio, lo que hace pensar que será exitosa.

Haciendo una rápida evaluación de los pri­meros días de vigencia, Che Róga Porã está comenzando con mucho éxito y está lla­mado a cumplir con gran suceso el impor­tante rol que se le asigna, hacer que las familias de ingresos medios puedan acce­der a la casa propia con su limitada capaci­dad de pago.

El fin de semana último, el ministro del MUVH destacó que en pocos días de su lanzamiento Che Róga Porã alcanzó un 40 % de pedidos de aprobación encaminados a concretarse en propuestas, lo que se ha calificado como un éxito, ya que muestra la existencia de muchos interesados.

Numerosas empresas inmobiliarias, en coordinación con los organismos del Gobierno, están proponiendo 553 ofertas de viviendas a construir en condominio o dúplex en el territorio del departamento de Central. Uno de los atractivos princi­pales de Che Róga Porã es la baja tasa de interés, que llega al 6,5 % anual, con plazos de 20 y hasta 30 años. Si se tiene en cuenta que la inflación ronda alrededor del 4 % anual, los intereses mencionados son real­mente de escaso nivel y muy competitivos.

Teniendo en cuenta que en la actuali­dad apenas el 0,7 % de la población del país está pagando algún préstamo para la vivienda, con el revolucionario sistema del nuevo plan estatal puede aumentar enor­memente la cantidad de nuevos presta­tarios. Que es a lo que se está apuntando para facilitar a la gente la adquisición de la soñada casa propia para la familia.

En el acto llevado a cabo la semana pasada en Caazapá, en que el Gobierno entregó 50 viviendas a los pobladores del lugar, el presidente Santiago Peña prometió que continuará proporcionando más casas a las familias del país para cubrir los reque­rimientos existentes en toda la geografía nacional.

“Nosotros venimos a entregar estas viviendas. Sabemos que esto les da una satisfacción a muchas familias, pero hay muchas otras que no tienen todavía. Y nosotros les decimos que no vamos a parar hasta que todos tengan su vivienda. Ese es nuestro trabajo”, afirmó el primer manda­tario.

La expresión de voluntad manifestada por el presidente para proporcionar casas a las familias paraguayas se irá cumpliendo paulatinamente con la realización de los proyectos encabezados por el Ministerio de la Vivienda. Y aumentarán más toda­vía en la medida que en los sistemas en que intervienen las empresas del sector privado el dinamismo crezca también con rapidez, porque con la participación de las inmobiliarias privadas eso puede llegar a un alto nivel.

Con los logros que se obtengan en ese campo, poseer la casa propia ya no será beneficio solo del sector más privilegiado de la sociedad paraguaya, sino una con­quista acabada de la mayor parte de ella.