La necesidad de que el Mercado Común del Sur (Mercosur) negocie acuerdos comerciales con sus pares del mundo con vocación apertu­rista y que se vaya perfeccionando como zona de libre comercio son algunos de los recla­mos principales señalados en la Sexagésima Cuarta Asamblea Ordinaria del organismo realizada en Asunción. La entidad, cuya reu­nión contó con la presencia de varios presi­dentes de las naciones miembros y de otros países amigos, quiere construir con fuerza la integración para eliminar las dificultades existentes y hacer más efectiva con hechos concretos la integración regional.

En su alocución ante los mandatarios y can­cilleres del bloque, el presidente Santiago Peña destacó que el futuro del Mercosur es prometedor y está lleno de oportunidades, puesto que dispone de una fuerza econó­mica que permitirá a sus países miembros ser líderes del mundo a la hora de garanti­zar la seguridad alimentaria, la provisión de agua dulce y la producción de energía limpia y renovable.

Resaltó que la defensa de los valores demo­cráticos y el respeto por los derechos huma­nos deben seguir siendo el norte de nuestros países. “Compartimos el compromiso con la democracia, con los principios del Estado de derecho, que está en la base de nuestro entendimiento mutuo para un mayor pro­greso en nuestras naciones”, dijo, resaltando que dentro del bloque pueden darse varias diferencias políticas que son genuinas. “Pero la democracia, el Estado de derecho, el res­peto irrestricto a los derechos humanos son simplemente innegociables”, apuntó.

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Más adelante, aseveró: “También podemos tener mirada política o ideológica distinta. Esto es perfectamente normal y no debe asustarnos. Pero lo que nunca podemos aceptar es que ellas nos separen en nuestra tarea de integrarnos cada vez sobre cimien­tos más sólidos”.

Manifestó que las dificultades que puede tener el bloque regional no se van a solu­cionar fuera del mismo. “Los problemas y desafíos del Mercosur se resuelven con más Mercosur. Juntos somos más fuer­tes. El Mercosur seguirá siendo ese espa­cio común de crecimiento, unión y forta­leza”, explicó, para agregar más adelante que “solo actuando como bloque contaremos con mejores condiciones de negociación para alcanzar esas metas tan ansiadas”.

Por otro lado, el canciller paraguayo, Rubén Ramírez, solicitó que los países del bloque busquen la realización de acuerdos comer­ciales con países o bloques que tienen voca­ción aperturista y dejen de lado los acer­camientos que no han traído avances ni resultados. Por ello destacó la necesidad de ampliar el acceso de los productos a nue­vas regiones, tal como ocurrió con Singapur, mediante el acuerdo comercial firmado en diciembre.

Refiriéndose a las dificultosas negociacio­nes con la Unión Europea, que no avan­zan por las trabas que ponen algunos países miembros de esa entidad, fue tajante: “No vamos a claudicar en aceptar imposicio­nes de políticas proteccionistas de parte de países desarrollados que con discursos bien intencionados pretenden establecer medidas que finalmente se transforman en trabas al comercio”.

Planteó también la búsqueda de una fór­mula que permita hacer más ágil y más diná­mica la marcha del organismo regional, que por diversos motivos ha tenido retrocesos y menor velocidad en su avance de lo que hubiera sido posible.

Para el ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, Omar Paganini, que tendrá la presidencia pro tempore del organismo en el próximo semestre, “las tres priorida­des en este semestre deberían ser: primero, como objetivo realista y a nivel de integra­ción económica, tenemos que proponernos perfeccionar el Mercosur como zona de libre comercio; segundo, mejora de la infraestruc­tura logística y de conectividad. Y tercero, es imprescindible profundizar la agenda externa logrando mejor inserción interna­cional”. Se quejó de que las tasas arancelarias vigentes son muy elevadas, lo que hace que los países estén todavía alejados de ser una zona de libre comercio.

El Mercosur, que se creó hace 33 años para hacer que los países que lo componen vivan, produzcan y comercialicen de manera con­junta para el bienestar de sus pueblos, es todavía en gran medida un proyecto que requiere aún innumerables pasos para cum­plir sus propósitos. A lo largo de las tres déca­das se ha avanzado mucho, pero todavía está lejos de alcanzar los logros que se requie­ren, como los que tienen otras corporaciones internacionales, como la Unión Europea, por ejemplo. Esa es la tarea que se proponen los mandatarios de la unión regional.

Etiquetas: #Peña#Mercosur

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