Por mucho tiempo nuestro país ha sido una nación ignota y sin pre­sencia efectiva en el concierto mundial. Sabían de él solo algu­nos pocos que tenían relaciones comercia­les porque compraban ciertos productos agrícolas o ganaderos, principalmente soja o carne vacuna. En las participaciones de sus representantes oficiales en las Nacio­nes Unidas y la OEA en muy pocos foros internacionales existía una presencia para­guaya. Por eso se la veía como una entidad lejana, desconocida y de poco peso en el campo internacional.

Eso está quedando rápidamente para el pasado, porque las autoridades nacionales están aprovechando los encuentros y foros internacionales para participar activa­mente y contar lo que es, produce y planea nuestra nación y sus habitantes. Todo con el propósito de que se la conozca efectiva­mente y participe del comercio, la tecnolo­gía y las relaciones de diversas índoles con todos los rincones del planeta.

A propósito de ello, el presidente de la República, Santiago Peña, hizo propa­ganda, en el sentido político de la palabra, de la importancia de Paraguay en el más destacado encuentro mundial de ejecu­tivos, empresas tecnológicas y gobiernos sobre conectividad e innovación tecnoló­gica que se realiza en Barcelona, España. Señaló que nuestro país está comprome­tido en convertirse en un centro físico y digital de clase mundial, y que para ello se necesita crear autopistas digitales que conecten el conocimiento, la cultura y las personas de manera más efectiva.

El encuentro es el Mobile World Congress (MWC) 2024 (Congreso Mundial de Móvi­les) que se realiza en la capital catalana y agrupa a los representantes más impor­tantes de la comunicación digital de todo el mundo. En este congreso se fomenta la colaboración internacional en las comuni­caciones inalámbricas móviles y se deba­ten asuntos que se refieren a la conectivi­dad e innovación tecnológica. Paraguay, como uno de los principales productores mundiales de energía limpia y país estra­tégicamente ubicado en medio de varias naciones del continente sudamericano, se presentó para señalar que quiere conver­tirse en el centro físico y digital de clase mundial.

En su alocución en el encuentro inter­nacional, Peña dijo que para que nues­tro país pueda convertirse en un centro (hub, en inglés) físico como digital de clase mundial, aunando políticas progresistas y aprovechando su ubicación geográfica estratégica, necesita autopistas digita­les para lograr la conexión de manera más rápida y efectiva. Añadió que Paraguay no es solo un centro de conectividad de la región, sino también una isla de conectivi­dad, un centro de tecnología verde que lo convierte en un sitio especial en el futuro mundial de las conexiones de alto nivel tecnológico.

Explicó que la creencia de un Paraguay ais­lado ya quedó en el pasado, pues tiene una economía fuerte y que su ubicación geo­gráfica en el centro de Sudamérica no es excluyente, sino que lo coloca en el centro. “Hemos dado un giro. Ahora nos estamos convirtiendo en una isla de conectividad, esperando que el mundo descubra esta joya escondida, el secreto más vibrante del hemisferio occidental”, resaltó.

Es bueno que el mundo sepa que nuestro país no es solo el centro geográfico del con­tinente, sino que posee numerosos atrac­tivos para el progreso económico. Es la nación que produce mayor porcentaje de energía limpia por habitante, gracias a las hidroeléctricas de Itaipú, Yacyretá y Aca­ray. Tiene un sistema tributario único con bajas tasas, ya que los principales impues­tos del país son solo de un 10 %. Aparte de eso, mediante el régimen de maquila, ofrece grandes beneficios fiscales para las inversiones industriales.

Gracias a su estabilidad macroeconómica y su política prudente, últimamente está registrando las tasas de crecimiento más altas del continente. En 2023 la actividad económica tuvo un alza de 4,8 %, según el Banco Mundial, y para este año se prevé que la economía crezca un 4,0 %, muy por encima de los demás países de la zona. Por eso se puede afirmar que el presidente San­tiago Peña no está exagerando cuando dice que el Paraguay, hasta ahora, es una joya escondida que está esperando ser conocida por el mundo. Y para que la conozcan, nada mejor que observar las cifras de su movi­miento económico, los datos de su capa­cidad de producción y las facilidades que ofrece para invertir y progresar.