El calendario oficial establece que el viernes 23 de febrero comen­zarán las clases en todos los esta­blecimientos educacionales esta­tales del país. En las instituciones privadas muchas iniciarán sus actividades antes de esa fecha. Lo que quiere decir que en la última semana de este mes todo el país ya estará movilizado para mandar a las aulas a alrededor de un millón y medio de niños y adolescentes. Por eso la actividad acadé­mica escolar es uno de los acontecimien­tos más importantes de la vida nacional y pone en movimiento de una manera muy particular a casi todas las familias del país, hasta diciembre. No es alto el porcentaje de las unidades hogareñas que no están afectadas directa o indirectamente por el fenómeno educativo en una sociedad mayo­ritariamente compuesta por personas rela­cionadas con gente en edad de estudiar. El comienzo de las clases es un aconteci­miento de gran importancia que sacude a la vida del país. Porque no se trata solo de niños y docentes que van a las instituciones educativas, sino de todo el grupo familiar, compuesto por padres, hijos, abuelos y nie­tos que se ven afectados de alguna manera.

Dos semanas antes del inicio oficial del año escolar, el Gobierno ha terminado de entregar a todas las instituciones públicas del país el conjunto de útiles que utilizan los alumnos para su actividad académica que constituye el denominado kit escolar. En consecuencia, cuando los niños vayan a las escuelas ya tendrán disponibles en sus aulas los cuadernos, lápices y demás ele­mentos que requerirán para su actividad educativa. No tendrán que esperar días, semanas o meses para conseguir sus úti­les según estén ubicados en zonas urba­nas cercanas a la capital o en sitios alejados adonde no siempre llegan los elementos que requieren.

Como se ha señalado acertadamente, es la primera vez que los kits escolares se han entregado a las instituciones antes del ini­cio del año académico, lo que es sorpren­dente, por un lado, y que resulta perfec­tamente entendible teniendo en cuenta la preocupación y el interés de las autorida­des nacionales. “Vamos a batir, parece, el libro de Récords Guinness: primera vez en la historia que llega a tiempo, en forma, con 15 días de anticipación los kits escolares a más de 1.300.000 estudiantes por parte del Gobierno Nacional, del ministro Luis Ramírez”, señaló el presidente del Sindi­cato Nacional de Directores (Sinadi), pro­fesor Miguel Marecos, a un canal de tele­visión.

Fuentes del Gobierno explicaron que las directrices del presidente de la República, Santiago Peña, son claras en esa materia. El mandatario desea que cada niño arranque el año lectivo con todas las herramientas necesarias para que su desempeño acadé­mico sea óptimo. Y por eso ha dado priori­dad a la entrega en tiempo y forma de todos los materiales escolares.

“Estamos construyendo cimientos sóli­dos que impulsarán el progreso y la pros­peridad a largo plazo. Al invertir en edu­cación estamos invirtiendo en un futuro más brillante para todos, la educación es la base sobre la cual construimos el futuro de nuestra nación”, señaló el presidente de la República en un mensaje de su red social.

La propuesta de que los alumnos de las escuelas del país tengan sus útiles al comenzar las clases hay que asociarla al proyecto “Hambre cero en las escuelas”, con el que se quiere alimentar a 1.300.000 escolares.

Alimentar de manera adecuada a los niños para que puedan rendir en su educa­ción es fundamental. Más si se considera que hasta el año anterior la alimentación alcanzaba solamente a 200.000 niños de 1.300.000 matriculados en las escuelas; es decir, solo llegaba a 15 de cada 100 alum­nos. Todo ese esfuerzo no sería suficiente si los niños no tuvieran los útiles escolares cuya provisión se quiere asegurar desde el primer día de clases.

Son fundamentales las dos medidas que está tomando el Gobierno, la de alimentar a todos los chicos y proporcionarles los útiles escolares al comienzo del año escolar.

Esta atención hacia la suerte del sector más delicado de la sociedad paraguaya debe contar con la colaboración de todos. Hay que valorar que desde la más alta esfera del poder se les está prestando la atención que corresponde a los más pequeños de nuestra comunidad.